El actor (al centro) se retiró de los escenarios para estar con su familia por un desorden de lenguaje que, ahora se sabe, es uno de los síntomas de la enfermedad mental que padece.

LOS SÍNTOMAS

Los síntomas de la demencia frontotemporal pueden ser diferentes en cada persona y empeoran de manera progresiva con el paso de los años.

Los signos más comunes implican cambios extremos en la conducta y la personalidad: comportamiento social inapropiado, pérdida de empatía, falta de juicio, apatía, dificultades para hablar y actos compulsivos repetitivos, como llevarse cosas a la boca.

Existen subtipos raros que se caracterizan por problemas con el movimiento, similares a los asociados con la enfermedad de Parkinson o con la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), indica la Clínica Mayo.

LAS CAUSAS

Las personas con demencia frontotemporal tienen cantidades o formas anómalas de proteínas llamadas tau y TDP-43 dentro de las células nerviosas o neuronas del cerebro.

“Ya que la acumulación de estas proteínas causa daños, las neuronas mueren. En algunos casos, las mutaciones o cambios en los genes pueden identificarse como la causa de esta enfermedad”, señala el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos en el sitio Alzheimers.gov.

“Alrededor del 10 al 30 por ciento de los casos de la demencia frontotemporal con variante conductual puede atribuirse a causas genéticas. Las personas con antecedentes familiares de demencias frontotemporales tienen más probabilidad de tener una forma genética de la enfermedad”.

SIN CURA AÚN

No existe cura para este tipo de demencia como la que sufre el también protagonista del filme Sexto Sentido. Hasta hoy, la mayoría de los esfuerzos se han concentrado en diagnosticarla y entender sus causas y desarrollo, señala Medscape.

“Una vez que se comprendan mejor los productos genéticos anormales, pueden surgir tratamientos médicos específicos”, dice el sitio especializado.

“Las intervenciones sociales, el asesoramiento y la terapia del habla/lenguaje/cognitiva para facilitar el uso de las funciones conservadas pueden hacer que la afección sea más fácil de sobrellevar para el paciente, los cuidadores y los miembros de la familia”.

Carlos Arnaud, psiquiatra y psicoterapeuta, resalta el acompañamiento emocional que debe tener la familia del paciente y el tratamiento de las comorbilidades psiquiátricas que suelen surgir en la etapas tempranas de la enfermedad, cuando la persona recibe el diagnóstico.

“Generalmente hay temas de depresión, ansiedad. Es muy recomendable que, a la par del tratamiento con el neurólogo, llevar tratamiento con el psiquiatra, que podría ayudar al paciente a encontrar mejores formas de adaptación a un proceso de deterioro que va a ir teniendo”.

En la actualidad, investigadores de la Clínica Mayo coordinan en esta materia un amplio estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, y da seguimiento a pacientes con demencia frontotemporal.