LARGA ESPERA

A los pocos días del nacimiento de Francisco, su madre Anahí Santillán le detectó una diminuta bolita en su pierna derecha. Como no le ocasionaba dolor, le dio poca importancia.

El niño empezó a caminar desde muy pequeño sin ningún problema, cuenta su mamá, pero alrededor de los 7 años todo cambió.

“La bolita le creció mucho más y se hizo el piecito chuequito de abajo. Si él quiere apoyar, ya no puede”, explica Anahí.

“En el kínder todavía corría”.

Una malformación arteriovenosa es una conexión anormal de los vasos sanguíneos.

Por lo regular la causa es congénita y puede desarrollarse en diferentes partes.

“Como si fuesen las várices que tienen las personas en la superficie, imagínate eso dentro de los músculos”, explica el cirujano vascular y endovascular Alejandro Fabiani, quien lleva el caso del niño junto con el traumatólogo Vela.

“Las fibras musculares están mezcladas con vasos sanguíneos malformados”.

Esta malformación, detalla, ha ocasionado un crecimiento desmesurado de su pierna.

Además, ha provocado que la mayor parte de sus músculos se han ido reemplazando por tejido malformado y lo poco que queda de tejido muscular, no tiene la capacidad de ejercer sus funciones.

Francisco también tiene una malformación en su articulación, posiblemente causada por el mismo padecimiento, que hace que no pueda apoyar el pie.

“Malformaciones arteriovenosas vemos muchas”, destaca Fabiani. “Pero todo junto y en un grado tan avanzado, no es tan frecuente”.

La madre de Francisco relata que buscó atención médica desde la primera señal de alarma, pero la falta de recursos no le permitía ealizar los estudios necesarios.

EL NORTE dio a conocer su historia en diciembre con la campaña navideña “Haz ‘Alianza’ con Santa”, a partir de la cual, la asociación Cardiochavitos apoyó económicamente a la familia para que el niño pudiera ser evaluado y recibir un diagnóstico preciso.

Además, Club Tigres le donó una silla eléctrica para que pudiera transportarse con mayor libertad.

SOÑAR CON LA PORTERÍA

Aficionado de los Tigres, Francisco sueña con ser portero, pero desde hace tiempo ya no puede practicar fútbol.

“Quiere jugar con los niños a la pelota, pero no puede”, dice su madre y, al instante, el niño le responde: “Ay, mamá. Me vas a hacer llorar”.

Francisco, quien cumplirá 11 años este 22 de marzo, recuerda los días en que su problema empeoró.

“Me dolía mucho, se me notaban las venas y de repente se me empezó a inflamar y así se quedó”, relata.

Cuando ya no pudo caminar, no tuvo de otra más que moverse dando saltos sobre su pierna izquierda.

La falta de movilidad lo orilló a dejar de ir a la escuela y no poder salir de casa durante casi un año, hasta hace unos meses, cuando la directora de su primaria le regaló un triciclo que mueve con la fuerza de los brazos.

“Cualquier cambio de clima que haya, es un dolor insoportable”, cuenta Anahí, quien intenta a toda costa mostrarse fuerte.

El tratamiento, explica Fabiani, iniciaría con una serie de embolizaciones para tapar las arterias que nutren los segmentos malformados, reducir el tamaño de la parte mal formada y dejar espacio para que pueda crecer músculo sano.

Después ocuparía una cirugía ortopédica para realinear el pie y, con la rehabilitación física, Francisco podrá caminar.

“El hecho de querer caminar en terrenos irregulares, una calle empedrada, subir bajar cerros, sí se le va a dificultar, porque no tiene esa amortiguación natural”, aclara el traumatólogo y ortopedista Vela.

La atención médica debe ser lo antes posible, coinciden los médicos, pues la malformación y la atrofia muscular seguirán avanzando.

Al pensar en lo primero que haría si pudiera volver a caminar, Francisco responde: “Como en las películas cuando cualquier niño se cura… y se va corriendo para donde sea”.

PARA AYUDAR

Cáritas de Monterrey apoyará a la familia para dar seguimiento a la atención médica de Francisco.

DONATIVOS EN EFECTIVO

Cáritas de Monterrey ABP
– No de cuenta: 0118518017, BBVA
– Clabe: 012580001185180174
– Se dará recibo deducible
– Informes al Departamento de Casos de Cáritas: 8113402080.