Raúl Alpízar y el visor Esteban González fueron separados de sus cargos en septiembre del 2022, por las denuncias que hicieron padres de familia en torno a pagos que se solicitarían para darle minutos a sus hijos en las divisiones menores, así como el cobro de cuotas para registrar a los futuros jugadores.
De acuerdo con los testimonios recabados, González exigía entre 150 mil y 180 mil pesos a cambio de registrar a los futbolistas, mientras que Alpízar solicitaba entre 5 mil y 10 mil pesos, además de dispositivos móviles Apple, para que los canteranos jugaran.
La directiva puso a Miguel Mejía Barón y Jorge Vantolrá para supervisar el trabajo de Alpízar y blindar sus actividades, pues muchos padres por temor a represalias y a perder el anonimato de su denuncia, guardaron silencio.