Un descarrilamiento provocó la explosión de un vagón cisterna cuando salía de la estación de Viareggio, en el centro de Italia.
Este accidente, en el que murieron 32 personas, fue el más mortífero que golpeó Italia desde el choque en 1978 de un tren que unía Lecce y Milán con un expreso Venecia-Roma, que dejó 50 fallecidos en Bolonia (centro).