
CUESTIÓN DE PERSPECTIVA
Un clave para superar los sucesos difíciles es la perspectiva con la que se enfrentan. Hay quienes ven todo con ‘lentes oscuros’, mientras que otros son capaces de ver más allá y actuar a su favor.
“Está demostrado que, cuando la gente acepta la realidad y se hace responsable, tiene la posibilidad de convertirse en lo que yo llamo una heroína o un héroe de su propia vida”, indica Horacio Marchand, consultor de empresas y personas, y autor del libro Poder personal.
“No es fácil a veces empoderarnos, pero ese empoderamiento muchas veces llega cuando tocamos fondo y de plano ya no vemos salida”.
Al igual que un evento traumático puede impactar de forma negativa, reiteran expertos, es posible obtener crecimiento a partir de este fenómeno.
En muchas ocasiones, señala la psicóloga Ballesteros, las situaciones catastróficas provocan una reflexión sobre la vida.
“Después de tener un infarto, un accidente automovilístico, sobrevivir al cáncer, dicen: ‘Ahora entiendo lo que verdaderamente es importante y voy a dedicarle más tiempo’”.
Un ejemplo claro es el surgimiento de asociaciones o fundaciones a partir de un accidente o una enfermedad. Algo indispensable para poder asumir esta posición de ‘héroe’ o ‘heroína’, considera Marchand, es el autoconocimiento.
“Es como una herramienta intrínseca a la persona que se conoce, que le da fuerza”.
“La gente que no se conoce, que no conoce sus emociones, que no ha trabajado en ella misma, le va a costar más trabajo”.
SE PUEDE PRACTICAR
¿Cómo reaccionas cuando hay mucho tráfico, cuando surge un conflicto laboral o, simplemente, ya no hay café?
Esos son ejemplos de acontecimientos del día a día que pueden ayudar a practicar y estar preparados cuando lleguen situaciones complejas.
“Cuando nosotros aprendemos a manejarlas mejor, el día que llegan las dificultades grandes, nuestro cerebro ya está entrenado para entender que las cosas no siempre van a ser como nosotros queremos o esperamos”, dice Ballesteros, experta en psicología positiva.
“Y segundo, para manejar mejor nuestros pensamientos”.
Otro ejercicio que recomienda para los pequeños estresores cotidianos es hacer una pausa y cuestionarse: ¿Qué tan importante va a ser esto dentro de un año o dos?
También preguntarse qué haría, en este caso, una persona a quien se le tiene mucha admiración. No para compararse, sino para tomar un poco de perspectiva.
Y PLANEAR CUANDO SE PUEDA
Hay algunos cambios en la vida que, de alguna forma, ya se sabe que llegarán. Son nuevas etapas como la salida de los hijos de casa o la llegada de la jubilación.
A diferencia de los acontecimientos repentinos, aquí existe la ventaja de que se puede ir planeando y estar preparados.
“Es diferente si yo planeo para el momento en que mis hijos van a crecer, ser adultos y dejar el hogar, y entonces yo lo estoy esperando ya con un plan, a que si sucede y de pronto me doy cuenta que mi vida no estaba lista para ello”, apunta Ballesteros.
Su recomendación es pensar con antelación qué es lo que cada quien desea que ocurra en ese momento y con base en eso, escribir un plan.
Por ejemplo, dice, si una persona siempre ha querido aprender a pintar, estudiar una carrera profesional o tener más tiempo para pasar con sus amigos. Quizá unos años antes de jubilarse puede empezar a planear cómo lo hará cuando llegue el momento.
BUSCAR EL CAMBIO
Así como la vida lanza situaciones que llevan a una persona a cambiar, cada individuo tiene la opción de buscar el cambio para mejorar.
“El cambio, la evolución personal o el mejoramiento del individuo es una opción que tenemos”, opina Marchand. “La otra opción es no cambiar nunca”.
Casos de personas que buscan estos cambios son, por ejemplo, quienes deciden cambiar de carrera profesional o dejar un trabajo para emprender.
Katia Álvarez es una de ellos, quien tras 16 años de dedicarse a su profesión como abogada, un trabajo que no la llenaba de satisfacción, decidió emprender un negocio de repostería llamado “Fermina”.
“Soy feliz”, expresa Katia. “No todo el día ni todo el tiempo, pero todos los días por lo menos soy feliz con lo que hago”.
La decisión no fue sencilla, y lograrlo requirió de tiempo y esfuerzo, pero sabía que era un gran cambio a tomar en su vida.
Desde su experiencia, lo que ella más recomienda es crear un plan, tener disciplina y hacer los cambios de poco a poco.
Es justo la creación de pequeños hábitos lo que ayuda para una evolución personal, apunta Marchand.
“La gente busca superarse con cursos o libros, o podcasts, y cree que al meter información, su actitud va a cambiar”, señala.
“Pero está demostrado que el cambio de hábitos, la conducta, es la que cambia la actitud”.
Su sugerencia es elegir pequeños hábitos hacia una dirección de empoderamiento, desde algo tan sencillo como salir a caminar o meditar un rato.
RED DE APOYO
Independientemente del tipo de situación que una persona esté atravesando, lo más importante para que pueda atravesarla de forma exitosa es apegarse a su red de apoyo.
“Sería muy importante que podamos establecer una red social de apoyo donde pueden ir amigos, conocidos, familia y usarla cuando la requerimos. Y también estar ahí para cuando nos necesiten”, opina la psicóloga Heftye.
Es de gran importancia hablar sobre sobre lo que se está viviendo y cómo se está sintiendo.
Y sobre todo, coinciden los especialistas, buscar ayuda profesional cuando una persona siente que la situación le supera.