Para James D. Long, profesor de la Universidad de Washington, el hecho de inculpar a ex Mandatarios “no es solo algo que se produce históricamente sino algo que se vuelve cada vez más común” en todo el mundo.
Long destaca denuncias de mala conducta contra ex Presidentes estadounidenses que remontan al siglo 19, y más recientemente, contra Bill Clinton en el asunto de Monica Lewinsky e incluso contra George W. Bush por la invasión a Irak.
“Trump probablemente se pregunte porque es el único desde 1789”, añade.
Pero “si miras el conjunto de la historia de la presidencia estadounidense, creo que ahora los estadounidenses van realmente a confrontar el hecho de que nuestro sistema se hizo la vista gorda durante mucho tiempo, cuando sin duda no debió” hacerlo, aseguró el experto.