Suman fe
Catedral de Guadalajara

El nacimiento de Jalisco como Estado Libre y Soberano no se entiende sin el papel de la Iglesia católica, institución que, a través de la Arquidiócesis de Guadalajara, en los últimos 200 años se ha ido desmembrando, superando momentos de crisis y esplendor. Sin la participación del obispado, no se habría consumado la Independencia de México con la coronación de Agustín de Iturbide, relató el Padre Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la Arquidiócesis.

“Este obispado se va a convertir en el segundo en importancia de la Nueva España, cuando esta soberanía iba de Las Filipinas (sudeste de Asia) al Caribe. Esto lo va a colocar en una situación muy privilegiada.

“En Guadalajara nace el Imperio Mexicano, que es donde comienza a emanciparse de manera oficial y solemne lo que va a ser este Estado, convertido así a partir del 28 de septiembre de 1821”, destacó.

La Diputación Provincial de Guadalajara fue la primera en independizarse de la Corona Española. El antecedente trazó el rumbo de lo que vendría el 16 de junio de 1823, cuando Jalisco fue también el primer territorio que se declaró Estado Libre y Soberano en México.

Sus padres fundadores tenían un vínculo directo con la fe. Prisciliano Sánchez, el primer Gobernador, había sido franciscano y luego estudió en el Seminario de Guadalajara. El nombre “Jalisco” fue propuesta de un clérigo, el doctor Jesús Huerta Leal, párroco de Atotonilco. En la Constitución de 1824 brillaron la pluma e ideas del párroco de Zapopan, Juan Cayetano Gómez Portugal.

Padre Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la Arquidiócesis
Padre Tomás de Híjar Ornelas,
cronista de la Arquidiócesis
Momentos destacados
Juan Pablo II en Zapopan
Visita del Papa Juan Pablo II a Guadalajara y Zapopan.

LA GLORIA

  • 1548. Se crea el Obispado de Guadalajara, en el territorio occidente de la Nueva Galicia con salida al Pacífico.
  • 1571. Comienza a construirse la Catedral Metropolitana de Guadalajara. 
  • 1771-1824. Ministerios de Fray Antonio Alcalde y Juan Cruz Ruiz de Cabañas.
  • 1863. Erección como Arquidiócesis Metropolitana de Guadalajara. 
  • 1979. Visita del Papa Juan Pablo II a Guadalajara y Zapopan.
  • 1990. Visita del Papa Juan Pablo II a la Diócesis de San Juan de los Lagos.
  • 2000. Elevan a los altares a los Santos Mártires de la Cristiada.
  • 2004. Guadalajara es sede del Congreso Eucarístico Internacional.
Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo
Asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo

LA CRISIS

  • 1912-1940 Persecución religiosa, martirios y Rebelión Cristera.
  • 1993. Asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, Arzobispo en funciones.

REFORMAS

  • 1862. Entrada del Estado laico.
  • 1863-1972. De alcanzar un dominio territorial hasta Alaska, la Arquidiócesis se dividió y nacieron las diócesis sufragáneas de Colima, Tepic, Autlán, San Juan de los Lagos, Ciudad Guzmán, Aguascalientes y El Nayar.

Virgen de Zapopan

Virgen de Zapopan.

La religiosidad popular también forma parte de los hechos históricos del bicentenario: fue a través de La Generala.

“Ante la imagen de la Virgen de Zapopan comenzó este proceso cuando el 13 de junio de 1823, aprovechando la salida de la imagen del templo en que ahora nos encontramos (Santa Teresa) hasta la Catedral, los responsables de la custodia de la Diputación Provincial de Guadalajara, con el coronel José Antonio Andrade al frente, aceptaron la propuesta del brigadier Pedro Celestino Negrete de sumarse al plan de independencia de la América septentrional”.

“El 21 de junio de 1823 será ante la imagen de la Virgen de Zapopan con la que se convalide el nacimiento del Estado Libre y Soberano de Jalisco”, narró De Híjar.

Relevancia

Pese a las transformaciones, la Arquidiócesis de Guadalajara es una de las más relevantes en el mundo católico:

1,500 presbíteros.

500 parroquias.

1,000 estudiantes y maestros en el Seminario de Guadalajara (el más grande del mundo).

Arzobispos

  • Pedro Espinosa y Dávalos (1863-1868)
  • Pedro de Loza y Pardavé (1868-1898)
  • Jacinto López Romo (1900)
  • José de Jesús Ortiz (1901-1912)
  • Francisco Orozco y Jiménez (1912-1936). Actualmente tiene abierto un proceso de canonización.

Sangre y persecución

Juan Ruiz y Cabañas y Fray Antonio Alcalde y Barriga.

Para De Híjar Ornelas, la etapa de máximo esplendor de la Iglesia en Jalisco, fueron los 50 años de ministerio entre los periodos episcopales de Fray Antonio Alcalde y Juan Cruz Ruiz de Cabañas, situados a finales del siglo 18 y principios del 19. La obra de ambos prelados sigue rindiendo frutos.

Pero, una vez que se dio el paso hacia una entidad federativa, las crisis y los momentos de gloria se alternaron en la Iglesia de Guadalajara.

Durante el Porfiriato se logró un armisticio tras los años de lucha contra los liberales y la consolidación del Estado laico.

La obra social de la Iglesia creció, pero luego llegaron la Revolución Mexicana, la Constitución de 1917 y la persecución religiosa, donde Jalisco fue actor principal con la Rebelión Cristera. Por casi dos décadas se derramó sangre. El mismo Arzobispo, Francisco Orozco y Jiménez, fue desterrado y deambuló escondiéndose. El Estado mexicano quiso poner a la institución católica al servicio de la Secretaría de Gobernación y no de sus obispos, apuntó el cronista.

Clérigos y laicos jaliscienses defendieron de manera abnegada su postura, se desató el conflicto armado con el Presidente Plutarco Elías Calles en la región de Los Altos, que derivó en la canonización de varios mártires.

“No deja de ser caprichoso que una iglesia de tan profundo arraigo en la fe católica haya sido también materia de la parte más añuda de la persecución religiosa en la guerra cristera, que haya tenido el mayor número de eclesiásticos ajusticiados por el Gobierno federal”subrayó De Híjar.

Al final, tras el apoyo económico entregado al Presidente Lázaro Cárdenas durante la Expropiación Petrolera, el Estado mexicano hizo las paces con el catolicismo. La Cruz de Plazas en el Centro Histórico, con la Catedral al centro, selló el fin del enfrentamiento y el principio de una modernidad donde la Iglesia tomó partido como un poder fáctico.

“Es una Iglesia que tiene que sufrir los embates de un proceso de secularización que, hoy como nunca antes, se le va a la yugular a las instituciones y les pide cuentas. Sin duda, a la Iglesia en Guadalajara esta circunstancia no sólo no le es ajena sino que se va presentando en términos graduales pero inexorable”, resaltó el cronista.

Obispos colosales

FRAY ANTONIO ALCALDE Y BARRIGA (1772-1792)

Bajo su visión y gestión se construyeron el Hospital Civil, la UdeG, las villas del barrio de El Santuario y escuelas para niños. Guadalajara se volvió la segunda ciudad más importante de la Nueva España.

JUAN RUIZ DE CABAÑAS (1795-1824)

Construyó la Casa de Caridad y Misericordia, luego renombrada como Hospicio e Instituto Cultural Cabañas. Jugó un papel fundamental en la Independencia de México y la emancipación de Jalisco.

Rebautizar a Guadalajara

Cardenal Francisco Robles Ortega
Cardenal Francisco Robles Ortega

Coincide el bicentenario de Jalisco con la propuesta de rebautizar a la capital del Estado como “Guadalajara de Alcalde”, en homenaje al obispo que transformó la salud, la educación y la demografía del Municipio.

Esta idea, aunque no se consume, es propicia para entablar el verdadero reto de la Iglesia católica en la entidad, consideró el Padre Tomás de Híjar.

“¿Qué hemos hecho los bautizados para estar a la altura de una responsabilidad tan grande? El desafío más grande que la Iglesia en Guadalajara tiene, es el de recobrar el ADN que le dejó hace 250 años Fray Antonio Alcalde, que hizo del humanismo la condición del humanitarismo que proyectó en esas obras sociales”, expuso.

En 1823, cuando Jalisco se emancipó, su capital era ya la segunda ciudad más poblada e importante del País. Cuando el fraile llegó, ocupaba el décimo segundo lugar. El ascenso lo consiguió en sólo 20 años.

Después de dos siglos, Guadalajara va en caída: ha perdido 300 mil habitantes a partir del 2000, y dejó de ser el Municipio más poblado de Jalisco.

Las “cuadritas” que financió Alcalde con el diezmo en torno al barrio de El Santuario, se dispersaron hacia la periferia de la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

“En el Municipio hay muchas zonas necrosadas. La gran paradoja de que, si bien el 65 por ciento de los habitantes de la Zona Metropolitana trabaja en el Municipio de Guadalajara, la inmensa mayoría se desplaza desde otros puntos, recorriendo grandes distancias y sufriendo esos conflictos viales que son el ‘coco’ y la pesadilla de una zona que carece de un sistema de transporte público a la altura de sus necesidades”, criticó De Híjar.

Aunque ya no maneja un presupuesto, el cronista dijo que éste es el momento óptimo para que la Iglesia de Guadalajara refresque su memoria y compromiso social.

Arzobispos y cardenales

Cinco arzobispos tapatíos recibieron, además, el máximo grado dentro de la jerarquía clerical antes o durante su periodo en la Arquidiócesis. Todos, salvo Posadas Ocampo, participaron en la elección de Papas.

José Garibi Rivera

José Garibi Rivera
Periodo: 1936-1969
Fue el primer Cardenal mexicano.
Recibió el grado en 1958.
Participó en el cónclave de 1963.

José Salazar López

José Salazar López
Periodo: 1970-1987
Fue elevado a Cardenal en 1973.
Votó en los dos cónclaves de 1978.

Juan Jesús Posadas Ocampo

Juan Jesús Posadas Ocampo
Periodo: 1987-1993
Fue nombrado Cardenal en 1991.
Lo asesinaron el 24 de mayo de 1993.

Juan Sandoval Íñiguez

Juan Sandoval Íñiguez
Periodo: 1994-2011
En 1994 subió al grado de Cardenal.
Estuvo en los cónclaves de 2005 y 2013.

Francisco Robles Ortega

Francisco Robles Ortega
Periodo: 2012-presente
Lo nombraron Cardenal en 2007.
Fue parte del cónclave de 2013.

Edición: Yenzi Velázquez

Información: Maggie Urzúa

Fotos: Maricarmen Galindo, Renee Pérez, Ángel Llamas, Jorge Rangel, Grupo REFORMA, Especial.
Síguenos en Twitter @muralcom