El comercio en Jalisco es mucho más antiguo que el propio Estado.
Según archivos del Gobierno estatal, hay elementos suficientes para suponer que la aparición formal de los primeros asentamientos humanos en el Occidente de México se remonta a hace 7 mil años.
Con el establecimiento de aldeas y la vida sedentaria, empezaron prácticas que persisten en la actualidad como la agricultura, la elaboración de cerámica y el comercio. Este último ha sufrido una gran transformación, pues no había moneda y los productos se intercambiaban, es decir, había un trueque.
En la época de los toltecas, revela un artículo publicado por Andrés Valdez Zepeda, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ya existían los mercados al aire libre, tipo tianguis, que se ubicaban en las plazas principales y templos prehispánicos.
Para 1519, con la creación de la figura del Ayuntamiento, se dispusieron de diferentes espacios para la realización del comercio. Entre los productos había alimentos, pieles, telas, minerales y plantas medicinales.
Los lugares escogidos para este fin fueron las áreas aledañas a las plazas, las iglesias o las zonas céntricas de los poblados, criterio que a la fecha sigue vigente.