Una treintena de sabores, entre leche y agua, se abren campo en estos tradicionales raspados de la Colonia Chapalita. Por si fuera poco, su oferta también incluye alternativas light, encabezadas por la de ciruela seca, fresa, jamaica y kiwi; así como los diablitos, es decir, raspados con Tajín y limón, que pueden ser de arrayán, chamoy, tamarindo y otros.