A lo largo de los años, Hemedti se ha impuesto como un actor clave en el país. A inicios de los 2000, era apenas el jefe de una pequeña milicia del Oeste.
Pero tras numerosas batallas, incursiones y otras atrocidades que le valieron al dictador al Bashir acusaciones de crímenes de guerra, el general logró hacerse un hueco en la cima del poder.
Daglo dirigió las milicias Janjawid a las que al Bashir ordenó aplicar la política de tierra quemada contra las minorías étnicas no árabes en Darfur en 2003.
En la época, “la élite de Jartum lo veía como un delincuente analfabeto y advenedizo al que armaron sólo para que hiciera el trabajo sucio de la guerra de Darfur”, declaró a AFP Alan Bosweel, investigador del International Crisis Group.