El 15 de abril, el Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida fue evacuado ileso después de que alguien lanzara un artefacto explosivo contra él mientras hacía campaña en un puerto pesquero del oeste de Japón. El humo llenaba el aire mientras la policía forcejeaba con el sospechoso antes de derribarlo y los transeúntes gritaban y se apresuraban a escapar.
Un policía resultó levemente herido y Kishida siguió haciendo campaña el sábado, pero la escena caótica hizo recordar el asesinato hace nueve meses del ex Primer Ministro Shinzo Abe, quien también participaba en una gira de campaña, un hecho que continúa repercutiendo en la política japonesa.
Kishida estaba visitando el puerto de Saikazaki en la prefectura de Wakayama para apoyar al candidato de su partido gobernante en las elecciones locales y la explosión ocurrió justo antes de que comenzara su discurso.
El sospechoso, Ryuji Kimura, de 24 años, fue arrojado al piso en el puerto pesquero de Saikazaki, en la ciudad occidental de Wakayama.
En un allanamiento el sábado en la noche en la vivienda de Kimura en la ciudad de Kawanishi, más de 100 kilómetros al noreste de Saikazaki, la Policía confiscó un polvo no identificado, tubos metálicos y diversas herramientas que posiblemente fueron usadas para fabricar el dispositivo lanzado contra Kishida.
Según testigos, en el atentado, voló por los aires un objeto parecido a un termo metálico antes de caer cerca del Primer Ministro. Según expertos, lo más probable es que se trató de una bomba casera, aunque el impacto y la cantidad de humo emitida sugieren que no fue muy potente.
La Policía indicó que confiscó dos posibles bombas en el lugar: una que estalló, pero mayormente retuvo su forma, y otra que estaba en manos del sospechoso al momento de su arresto, junto con un encendedor de cigarrillos. La Policía también halló un cuchillo de cocina en su mochila.
El lunes, Kimura fue trasladado a la fiscalía local para prorrogar su detención otros 10 días a fin de dar tiempo a la investigación. Actualmente solo enfrenta el cargo de obstrucción de tareas policiales, pero según expertos podría ser acusado también de agresión e intento de asesinato.
El 8 de julio del 2022, el ex Primer Ministro japonés Shinzo Abe murió en el hospital tras sufrir un ataque con arma de fuego durante un acto de campaña en Nara (oeste).
La Policía informó que el atacante pasó meses planeando el ataque, y creía que el ex líder japonés estaba vinculado a un grupo religioso al que culpó de la ruina financiera de su madre, lo que lo motivó a llevar a cabo su atentado.
El arma usada en el ataque de Abe también era de fabricación casera, presuntamente fabricada con piezas compradas en internet. Al igual que en este ataque, durante el cateo de la casa del sospechoso se encontraron materiales, otras armas de fabricación casera y explosivos.
Primero, Yamagami consideró un ataque con bombas, pero optó por un arma, según la emisora pública NHK. El sospechoso confesó a la Policía que hizo las armas envolviendo tuberías de acero junto con cinta adhesiva.
Las estrictas leyes de tenencia de armas en Japón dificultan el acceso a civiles. En el país, las pistolas están prohibidas, siendo las escopetas y los rifles de aire comprimido los únicos permitidos.
Pero para acceder a estos hay que cumplir una serie de requisitos como un chequeo de antecedentes, un curso y aprobar un examen de tiro con una precisión del 95 por ciento. Además, un agente de la Policía tiene que realizar una inspección del arma una vez al año, que debe ser guardada por separado de sus municiones