Cruce de Calzada Independencia y Aldama, todo parece sereno y no existe una placa de nomenclatura. Quizá muchas de las personas que pasan por el lugar no están enteradas que en ese lugar hace 31 años comenzó la primera explosión a las 10:05 de la mañana del miércoles 22 de Abril de 1992, por la acumulación de gasolina en el sistema de alcantarillado que oficialmente causó la muerte de 212 personas, aunque hay cifras de familiares que hacen un conteo de mil víctimas.

Elíseo Navarro tiene un año en su taller mecánico Servicios Especializados N.R., que está ubicado en la Calle 20 de Noviembre 430. El terreno estaba como un lote baldío ya que prácticamente estuvo solo 30 años, desde que la vecindad que anteriormente había en el lugar y donde habitaban cerca de 30 personas se vino abajo tras las explosiones.

En las calles 20 de Noviembre y Gante, a 31 años de la tragedia, en el Sector Reforma aún hay terrenos que no se volvieron a reactivar y algunos están vandalizados. Aunque existen personas interesadas en comprar los predios, algunos dueños no quieren vender sus propiedades.

Algunos terrenos que lucen descuidados han sido utilizados por personas que viven en la calle y otros para dejar restos de cableado robado, como en el caso del ubicado en Calle Gante 193.

Terreno ubicado en Calle 20 de Noviembre y Guadalupe Victoria que no tiene una protección formal y sólo cuenta con alambrado de púas, lo cual no es obstáculo para pueda entrar quien sea.

Escuela Primaria 20 de Noviembre, ubicada en el número 696 de la calle del mismo nombre, fue uno de los 100 planteles educativos que cayó por la explosión del colector en las vacaciones de la Semana de Pascua en 1992, lo que ayudó a que la tragedia llegara cuando no había clases.

Las explosiones de hace 31 años en el Barrio de Analco, del Sector Reforma, también afectaron a otras colonias como Las Conchas, San Carlos y Atlas. En memoria de las víctimas, la escultura “Estela contra el olvido” está ubicada en el jardín de San Sebastián de Analco, obra del escultor Alfredo López Casanova.

La pared de la Calle Cuauhtémoc, casi esquina con Cuautla, se ha usado como un enorme lienzo que sirvió para recordar a las víctimas con un mural para conmemorar el 30 aniversario de la tragedia del 22 de abril de 1992, la más grande de Guadalajara donde pocos cuerpos estaban completos debido a la magnitud de la explosión, que además dejó personas lesionadas.

Conjunto habitacional en Calle Gante 580, donde hay murales temáticos sobre los sucesos del 22 de abril de 1992 plasmados en las fachadas de ingreso a las viviendas, en una zona que siempre ha sido habitada por familias numerosas y que en los años de la tragedia contaba con varias vecindades y privadas. Según la cifra oficial, mil 142 viviendas se dañaron y 16 mil 600 personas se vieron afectadas.

Capilla de Guadalupe edificada en memoria de los fallecidos, ubicada en la Calle Gante 624 y donde cada año se oficia una de las dos misas para conmemorar la fecha.

Terreno ubicado en Gante y Gabino Barrera que tiene un mural con los nombres de personas fallecidas, entre ellos el de Eva Flores Fierro, una joven madre de un niño y que estaba embarazada, quien además estaba feliz ya que pronto se casaría. También murieron su madre y varios integrantes de su numerosa familia. El terreno normalmente es usado como estacionamiento.

Nombres de los fallecidos que tuvieron una muerte repentina, ya que la explosión de los colectores les llegó en un día de vacaciones y a temprana hora. Los olores a hidrocarburo un día antes causaron alerta, pero nadie imaginaba lo que pasaría. Personas trastornadas por la tragedia pasaban por vías como Calzada Independencia por la madrugada, gritando de dolor por el desastre que conforme transcurrían los días traía un olor a carne descompuesta por los restos humanos que quedaron esparcidos por la zona que no volvió a ser lo que era.

Información: Maricarmen Galindo
Fotos: Maricarmen Galindo
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