A través de los años, el avance de la tecnología ha automatizado los procesos del trabajo tradicional, y con ello muchos oficios desaparecieron.
Pero esa misma tecnología también también hizo que más oficios aparecieran.
Actualmente, el trabajo remoto y el trabajo híbrido son tendencia en empresas de todo el mundo, y México no es la excepción.
Rosario Cervantes Martínez, profesora investigadora del Departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), compartió que muchos de los oficios que han desaparecido eran empleos de servicios para una estructura más clasista, y que fueron sustituidos por cambios tecnológicos y culturales.
Un ejemplo son los porteros, que fueron sustituidos por puertas corredizas automatizadas para tiendas y supermercados.
Otros disminuyeron por la masificación, como los sastres y las costureras, todos ellos dedicados a la creación y reparación de prendas. Esto por la industrialización textil de bajo costo.
Servicios
Los lecheros que pasaban de casa a casa fueron sustituidos por la distribución en grandes cadenas de supermercados y tienditas, y por el uso de empaques que ampliaron la vida de anaquel y permiten que el producto no se refrigere en tanto no se abra.
Las telefonistas trabajaban en lo que fueron las centrales telefónicas. Eran operadoras que se encargaban de gestionar todas las llamadas de una red emergente de telefonía fija. Con la llegada de la marcación, el oficio desapareció.
Estas eran mujeres jóvenes que cumplían la función de tramitar las llamadas y, de esta forma, garantizar la conexión entre los usuarios del servicio.
Además, antes de que existieran los elevadores actuales, estos eran manuales y operados por ascensoristas. Su trabajo consistía en controlar por completo el funcionamiento de estos artefactos: Presionar el botón del piso correspondiente y accionar el sistema, controlar el número de usuarios, informar el piso en el que se ubicaban y abrir y cerrar las puertas de seguridad.
Los faroleros se encargaban de encender los faroles que iluminaban la Ciudad cada noche.
Afectaciones
A nivel individual o familiar, los cambios se volvieron periodos difíciles de transición. Eran negocios de poca inversión y con mucha remuneración.
Cervantes Martínez señaló que estos cambios a nivel macroeconómico son de largo plazo y no propiamente un desempleo estructural.
“Las personas estaban capacitadas para oficios que están desapareciendo y empiezan a desempeñarse en otros. Normalmente se verá la reducción por porcentajes mínimos, pero el sistema económico evoluciona y va generando oportunidades nuevas”, explicó.
Es decir, el cambio no es drástico, es paulatino, y además inevitable. Por ello la recomendación es estar informado de hacia dónde van las tendencias para adaptarse a los cambios, señaló.
“Hay nostalgia en los procesos, pero también hay cosas u oportunidades que van surgiendo”, expresó.
Nuevos oficios
De acuerdo con Cervantes Martínez, a nivel de universidad se puede apreciar que actualmente se han abierto oportunidades para la ciencia de datos, dado que se puede digitalizar mucha información, y los servicios de análisis de información estadística se pueden ofrecer para optimizar procesos en empresas.
La programación, computación y el manejo científico de la información son parte de ello.
El desarrollo de software también es una de las principales profesiones con viabilidad actual debido a la importancia que tiene el entorno digital para los flujos de trabajo y operaciones críticas de las organizaciones.
Esta misma tecnología también ha llevado a que sean los creadores de contenido una de las carreras vigentes actualmente. Esto porque las empresas buscan conectar de manera cercana con sus consumidores.
Sin embargo, es por los daños al medio ambiente, y la necesidad de su cuidado sobre todo para grandes empresas, que cada vez más empresas necesitan profesionales en materia medio ambiental.
Además, con los cambios demográficos, la población de América Latina entró en un cambio en las pirámides de generación porque cada vez menos personas tienen hijos, y las que lo hacen tienen menos.
Por ello, retomar el oficio de cuidado de personas es indispensable, porque eso no lo podrá hacer una máquina.
“Se necesita expandir en términos de presencia en sociedades. Las profesiones relacionadas a la salud mental, salud en general y acompañamientos serán muy solicitadas”, concluyó Cervantes Martínez.
Información: Yunuen Mora.
Fotos: Cortesía.
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