El empuje de la educación en el Estado ha sido, en parte, por la incidencia de los frailes.
De acuerdo con el texto “Historia de la educación en Jalisco”, de Ramón García Ruiz, las primeras escuelas en la entidad datan del año 1550.
El autor destaca que, en muchos pueblos, los frailes organizaban colegios y casas llamadas “de recogimiento”.
La principal característica de estos espacios es que la enseñanza estaba centrada en la lectura, la escritura y el aprendizaje de la doctrina cristiana.
En 1552, por ejemplo, el Fray Francisco Lorenzo fundó uno de estos planteles. Durante esa misma época, el Fray Miguel de Estivales abrió otras cinco escuelas por el rumbo de Hostotipaquillo.
En 1591 los jesuitas fundaron el Colegio de San Juan, en Guadalajara: “Se daba instrucción elemental que consistía en leer y escribir, y labores de mano para las niñas: hilados, tejidos y confección de flores artificiales, unido todo esto a la música y el canto”, se precisa en el texto.
En abril de 1783, Fray Antonio Alcalde fundó otro espacio, el cual tuvo como sede la Parroquia del Santuario de Guadalupe. Aunque ya había registros de este tipo de infraestructura educativa, ésta fue considerada la primera “escuela popular”, según lo documentado por García Ruiz.