¿QUÉ ES LA MICROBIOTA?

La microbiota es toda esa colección de bacterias, virus, hongos, levaduras y algunos protozoarios, presente a lo largo y ancho del organismo.

Se encuentra en:

  • El tubo digestivo (boca, esófago, estómago, intestino).
  • Vías respiratorias (nariz, senos paranasales, garganta, pulmones).
  • Vías urinarias (uretra, vejiga y riñones).
  • Ojos
  • Piel
  • Oídos

La más conocida y abundante es la microbiota intestinal, cuyos microscópicos colonizadores se cuentan por trillones. Tantos, que si pudieran formarse uno tras otro en una sola fila, alcanzarían para dar dos vueltas y media al planeta Tierra, ilustra el nutriólogo Marcos Alvarado Cuevas.

  • Su hospedaje en el cuerpo humano resulta una provechosa relación simbiótica.

"Prácticamente nosotros otorgamos un hogar, otorgamos un alimento a estos microorganismos, y ellos nos devuelven el favor produciendo sustancias importantes para nuestro cuerpo o cuidando nuestra salud".

  • Así, hablar de una microbiota saludable quiere decir no otra cosa que procurar una mayor cantidad de estos microorganismos benéficos para la salud.

¿CÓMO AYUDA A LA SALUD?

Algunas de las funciones de la microbiota intestinal, por ejemplo, son:

Capacita, asiste y modula al sistema inmunológico.

Constituye en sí misma un sistema de defensa contra agentes externos.

Ayuda mediante la secreción de enzimas a la digestión de fibras de frutas, verduras y cereales

Interviene en la formación de neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo, el equilibrio emocional, la concentración y la memoria.

Favorece la absorción de oligoelementos como el Hierro, Magnesio y Zinc; y contribuye a la producción de algunas vitaminas, como la B12 y la K.

¿QUÉ AFECTA LA MICROBIOTA?

Al subsistir junto con el organismo, muchas de las prácticas consideradas parte de un estilo de vida poco saludable terminan por impactar negativamente en la microbiota.

Mala alimentación: A deshoras, fuera de casa y a base de comida chatarra.

Falta de higiene: Tanto de las manos como de los propios alimentos, que pueden no desinfectarse ni almacenarse apropiadamente.

Estrés: No es fortuito que a mayores periodos de estrés se detonen problemas gastrointestinales, como la famosa colitis nerviosa.

Hábitos nocivos como fumar o beber alcohol en exceso.

Falta de descanso reparador y suficiente.

Automedicación: El uso indiscriminado de antibióticos, que no distinguen microorganismos buenos ni malos y los combate por igual, es una de las amenazas importantes a la microbiota.

¿QUÉ HACER PARA FORTALECERLA?

Dado todo aquello que altera este conjunto de microorganismos que habitan armónicamente en el cuerpo humano, la principal recomendación para que persistan en condiciones óptimas es llevar un estilo de vida saludable.

  • Empezando por la alimentación. El nutriólogo Marcos Alvarado Cuevas sugiere comer al menos 400 gramos de frutas y verduras al día, lo cual equivale a cinco porciones de 80 gramos, aproximadamente.

También se debe incluir en la dieta:

  • Cereales integrales: elote cocido, tortillas de maíz, avena.
  • Leguminosas ricas en fibra: frijoles, garbanzo, soya, lentejas, habas.
  • Lácteos fermentados: yogur, crema agria, queso crema, suero de mantequilla.

Y además de comer bien...

  • Realizar ejercicio
  • Mantener una buena higiene
  • Evitar el consumo de tabaco y alcohol
  • Aprender a controlar el estrés
  • No automedicarse