La construcción del Teatro Degollado comenzó en 1856 y su inauguración tuvo lugar el 13 de septiembre de 1866, después de 10 años de trabajo. Durante ese tiempo, México estaba inmerso en la Guerra de Reforma y Guadalajara sufrió los estragos del conflicto, con el asalto a edificios importantes como el convento de Santo Domingo. A pesar de las dificultades, la sociedad y los artistas jaliscienses se unieron para impulsar la construcción de este “gran coliseo de la cultura jalisciense”, como lo describe el historiador Arturo Camacho.

El Teatro Degollado, originalmente llamado Teatro Alarcón, fue diseñado por el arquitecto Jacobo Gálvez, quien ganó un concurso para su construcción, que impulsó el Gobernador Santos Degollado. La edificación del teatro utilizó restos de cantera provenientes de los conventos e iglesias que fueron destruidos durante la Guerra de Reforma. 

Esta particularidad ha llevado a la leyenda de una supuesta maldición lanzada por el padre Agustín de la Rosa, quien afirmaba que el teatro se derrumbaría por estar construido con piedras sagradas. Camacho se refiere a la conocida leyenda que involucra a la escultura de madera bañada en oro, de un águila, que se sitúa en la bóveda, que sostiene una cadena y la bandera de México. La leyenda cuenta que una vez que se presente algo “indigno” en ese escenario, el ave, que ha sido custodia del edificio, soltará la cadena y hará que el teatro se derrumbe.

En 2016, el Teatro Degollado fue escenario del concurso internacional Operalia, impulsado por Plácido Domingo.

Desde su apertura, el Teatro Degollado ha sido testigo de numerosas presentaciones destacadas. Ángela Peralta, reconocida soprano mexicana, inauguró el teatro con la ópera “Lucia di Lammermoor” de Gaetano Donizetti y desde entonces ha tenido un currículum de oro, que incluye a figuras del teatro y la música a nivel internacional, desde Plácido Domingo, hasta la agrupación de Teatro de la Comedia Francesa y una larga lista de intérpretes y agrupaciones que incluye a la compañía itinerante de la Metropolitan Opera House de Nueva York, con la participación de Plácido Domingo y Sherrill Milnes.

Desde el punto de vista arquitectónico, el Teatro Degollado se caracteriza por su estilo neoclásico, con influencias góticas y barrocas. El frontispicio del teatro fue finalizado en 1880, y en 1964 se realizó una amplia restauración a cargo del arquitecto Ignacio Díaz Morales, quien modificó su aspecto y aunque hubo muchas modificaciones la mayor se realizó en la fachada, a la que se adosó un altorrelieve de mármol bajo el tema de “Apolo y las Musas”, con la leyenda “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.

Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor se inspiraron en la obra del italiano Dante Alighieri para hacer este mural en la bóveda del Degollado.

El interior cuenta con una sala principal decorada con hoja de oro y un mural inspirado en el Canto Cuarto de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, realizado por Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor, quienes se inspiraron en distintos personajes de la cultura y la sociedad tapatía del siglo 19.

El Teatro ha tenido algunas modificaciones a lo largo de más de 150 años, pero actualmente tiene una disposición para mil 27 espectadores.

El Teatro Degollado ha sido escenario de importantes estrenos musicales y ha recibido a reconocidos artistas y directores de renombre, como Agustín Lara, Manuel M. Ponce, Silvestre Revueltas y Carlos Chávez. Actualmente, tiene una capacidad para albergar a mil 27 espectadores.

Información: Rebeca Pérez Vega.
Fotos: Cortesía.
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