En los estadios de beisbol de las Grandes Ligas se viven victorias, derrotas, remontadas, campeonatos, jonrones y atrapadas que quedan guardados en la memoria de los fanáticos.

En 1865 se registró ya una asistencia de 20 mil personas a los Elysian Fields, conocido com el primer estadio para la práctica del beisbol y en donde se enfrentaron el New York Mutual y el Atlantic Club de Brooklyn.

Desde entonces, el conocido como Rey de los Deportes se ha jugado en una superficie de diamante con algunas novedades con el pasar del tiempo, mismas que han servido para que el aficionado pueda disfrutar de esta actividad que ha conquistado muchos rincones del planeta.

En la actualidad, los 30 equipos de las Mayores gozan de un espacio en el que se han escrito historias que han formado la vida de los amantes al juego de pelota.

Una barda verde que engalana un parque de pelota legendario; una pared llena de enredaderas; un famoso asiento rojo y la calle exclusiva de los cuadrangulares forman parte de la primera entrega en el que se trazarán los relatos más fascinantes que se encuentran escondidos en el diamante, en los jardines, en las gradas, en los bullpens, dugouts y alrededores de algunos campos de beis.

 

FENWAY PARK

BOSTON, MASSACHUSETTS

Inaugurado: 20 de abril 1912

Capacidad: 37,755

EL MONSTRUO VERDE Y EL ASIENTO ROJO

La casa de Medias Rojas de Boston tiene 3 historias interesantes por contar: el monstruo que vive en el jardín izquierdo, el asiento rojo y su antigüedad en las Grandes Ligas.

El Fenway Park es el estadio más viejo y con más tradición en las Mayores. Desde que se planeó su construcción en 1910 entre las calles de Lansdowne e Ipswich  hasta que abrió sus puertas en 1912 con el juego inaugural frente a los New York Highlanders (hoy los Yankees), el inmueble conserva su esencia.

John I. Taylor, dueño de la novena, no estaba dispuesto a ofrecer juegos gratis a los vecinos, así que le pidió al arquitecto James McLaughlin que construyera el parque y levantara un muro de 25 pies, el cual era de color azul.

Un incendio en 1933 cambió el aspecto de la enorme pared y así se le nombró el “Monstruo Verde”, ya que fue necesario cambiar la estructura por una base de concreto más resistente y se colocó el famoso marcador manual con luces que marcaban el número de bolas y strikes, el cual sigue operando en 2023.

El ‘Asiento Rojo’, ubicado en la sección 42, fila 37 y butaca 21, es otra zona emblemática del estadio, ya que se recuerda al cuadrangular de 502 pies de uno de los mejores jugadores de Boston, Ted Williams.

 

WRIGLEY FIELD

CHICAGO, ILLINOIS

Inaugurado: 23 de abril de 1914

Capacidad: 41,649

LA CASA DE LAS ENREDADERAS

Los Cachorros de Chicago cuentan con una fuerte barrera en los jardines que atrapa las pelotas que intentan volar por el Wrigley Field.

Inaugurado en 1914, el inmueble fue nombrado Weeghman Park hasta que en 1921, William Wrigley Jr., dueño de una fabrica de goma de mascar, compró al equipo de beisbol y así adquirió su nombre actual.

El principal distintivo del parque de Cachorros es la enredadera que se encuentra en la parte de los jardines

En 1937, se plantaron 350 plantas de origen japonés y 200 hiedras en toda la pared hasta que se formó el muro verde natural.

¿Qué pasa si una bola llega hasta ese punto?

La regla dice que en caso de extravío y cuenta como doble siempre y cuando el jardinero dé la señal al levantar las manos.

ORIOLE PARK

BALTIMORE, MARYLAND

Inaugurado: 6 de abril de 1992

Capacidad: 45,971

LA CALLE DE LOS JONRONES

¿Cómo rendirle homenaje a cada uno de los jonrones que se conectaron en el parque de Baltimore?

Aunque no se encuentra dentro del Camden Yards sino del otro lado de los jardines, la Calle Eutaw está adornada con 100 placas de los mejores vuelacercas de la novena de los Orioles desde la inauguración de su parque, en 1992, hasta la fecha.

El cuadrangular más memorable fue obra del dominicano Henry Rodríguez en 1997, que curiosamente no jugaba para Baltimore sino para Expos.

La distancia que alcanzó fue 443 pies.