

Durante la época de la Colonia, la vivienda que predominó en Jalisco fue de estilo románico (con teja y patio en medio), destacó Luis Fernando Álvarez Villalobos, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
El primer rompimiento de este patrón de crecimiento, dijo, fue a finales del siglo 18 con el proyecto de Las Cuadritas desarrollado por Fray Antonio Alcalde.
“Lo heredamos como un antecedente muy importante porque es una ligera expansión urbana en unas 16 manzanas, pero que rompía con el patrón de vivienda y hacía una como vecindad que daba trabajo y alojamiento, porque el obispo los hizo trabajar en el mismo proyecto”.

Colonias
En 1896 –posterior de la reforma a la Ley Lerdo–, comenzaron a llegar capitales extranjeros a México, por lo que se registró un nuevo patrón de vivienda, declaró el académico de la UdeG.
Las casas de las familias con altos ingresos y que antes estaban en los centros de los barrios, encontraron una competencia con los inmuebles de los empresarios que llegaban a las nuevas compañías locales.
Detalló que estas fincas se abrían hacia el exterior con un jardín y corredores. “En realidad estaban tratando de mostrar la riqueza”.
Este modelo de las colonias inició en el sector Reforma, “que todavía tiene tintes tradicionales. Son casas adosadas, pero alineadas a la calle. Cuando nació la Colonia Americana lo hizo ya con las viviendas extrovertidas, de tal manera que la vivienda se recorre y se expone desde un jardín”.

Innovan con instituto
A mediados del siglo 20, Guadalajara innovó con la creación del Instituto de Bienestar Social. Una figura donde el Gobierno, empresarios y el sindicato de la época generaban inmuebles para obreros, informó Luis Fernando Álvarez Villalobos, académico de la UdeG.
“Es una vivienda que goza de características más modernas. Tiene materiales firmes y se utiliza la viga de metal y una distribución moderna dentro de las casas”.
Ese organismo local dio pie en 1972 a la creación del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
“Es una idea que retoman de Jalisco y se va a nivel federal para la implantación de vivienda obrera”.
Consideró que el conjunto habitacional más emblemático podría ser el de Miravalle. “Donde existe una mixtura de este tipo de vivienda de clase media, no sólo horizontal, sino empieza a crecer la vertical”.
Casas 'huevito'
El Infonavit evolucionó hacia una mayor producción de vivienda con el uso de más acero y concreto, y la construcción de edificios de cuatro niveles como máximo, pero con un achicamiento de casas conocidas como “huevito”, recordó el académico de la Universidad de Guadalajara.
“Esta vivienda de los obreros se va reduciendo hasta los 40 metros y luego tendremos producciones de hasta 30 metros. Los 60 metros es lo que se da en la época de los años 80 de manera muy frecuente”.
En 1992, durante el Gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari se establecen un conjunto de políticas que transforman el financiamiento de la vivienda.
El académico indicó que a inicios del siglo 21, con los gobiernos panistas se observó un modelo de vivienda muy avanzando. “De alguna manera tratando de abaratar la construcción”.
A los trabajadores los enviaron hacia las periferias con una vivienda precaria y sin equipamiento urbano.
“En los años 2000, el modelo comienza a agarrar forma. En el 2010, el modelo es tan potente que puede producir, en el caso de Jalisco, alrededor de 40 mil viviendas por año, lo cual es muchísimo”.

Abandono
A partir de 2005, a nivel nacional se comenzó a observar el fenómeno de la vivienda deshabitada.
El investigador de la UdeG comentó que el mayor número de inmuebles abandonados se registró en las periferias de las zonas metropolitanas, como es el caso de Guadalajara.
“La gente sí compra la vivienda, pero rápidamente se da cuenta de que no es un espacio que pueda darle albergue, ni en el sentido habitacional ni en el sentido barrial; entonces, la gente la desocupa rápidamente”.
Indicó que estas periferias tienen casi un 40 por ciento de inmuebles vacíos.

Redensificación
La Ciudad tapatía es donde se observan todas las patologías sociales, incluido el problema de vivienda abandonada, comentó Pablo Vázquez Piombo, académico del ITESO.
“La estrategia del Gobierno de Guadalajara es interesante porque quieren redensificar una zona para tener más gente viviendo, porque la gente se ha estado descentralizando de la Ciudad y se ha ido a la periferia, a otros municipios y por lo tanto tenemos zonas que han sido abandonadas, un ejemplo es el Centro”.
Destacó que es necesario integrar también políticas de reutilización, de recuperación o adaptación de vivienda que anteriormente tenía otras condiciones.

Hospedaje temporal
Aunque el uso terciario de inmuebles residenciales en Guadalajara –como es el servicio temporal de hospedaje– no es tan grave como en otras ciudades del mundo, el académico de la UdeG consideró que hay un impulso importante a plataformas como Airbnb que provocan problemas de desplazamientos.
“La vivienda está siendo amenazada constantemente por usos terciarios, y el Airbnb es un uso terciario de mayor rentabilidad. Esto debería ser regulado”.
La gentrificación es otro proceso que provoca la expulsión de la gente y un incremento en los costos de inmuebles.
En el caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), dijo, se observa principalmente en el sector poniente del Municipio tapatío y en Zapopan. “Los usos terciarios expulsan casi por completo a la población residente”.
Comparten propiedades
El coliving es otro fenómeno que está cambiando la forma de habitar las ciudades, provocado principalmente por jóvenes profesionistas que comparten una propiedad para reducir los pagos de renta y servicios, comentó el académico de la UdeG.
“Les denominamos jóvenes que se emancipan, pero que todavía no tienen la capacidad (económica) o que están ahorrando, o que incluso ni siquiera están pensando en la adquisición de propiedad y viven una soltería de mediano plazo”.
Mencionó que con este reajuste de las dimensiones de la vivienda se presenta también el desdoblamiento de residencias. “(Es el uso) de casas grandes, para que de una misma puedan salir dos y a veces hasta tres viviendas. Ese fenómeno se está dando también en las viejas colonias populares como Echeverría, Polanco y en muchas zonas antiguamente populares”.
Edición: Yenzi Velázquez
Fotos: Emilio de la Cruz, Maricarmen Galindo, Ismael Ramírez, cortesía y archivo.
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