LA LLEGADA

En el mapa informativo, todo lucía muy en orden: dos accesos principales, cuatro módulos de atención ciudadana y tres ambulancias en la periferia.

Información difundida por la Secretaría de Cultura.

En la realidad, todas las calles que convergen en el Zócalo lucían abarrotadas. Antonio y sus hijos  llegaron por el Andador Madero.

SATURACIÓN

Entre más avanzaba, más complejo se ponía todo, pues había gente intentando llegar que se encontraba con quienes ya habían desistido… y querían salir. Esto fue lo más cerca que vieron el Zócalo, donde estaba el escenario.  

DERRIBADA

Una mujer cayó al suelo y fue pisoteada. Fue complejo abrir un espacio para ponerla a salvo, pues los apretujones seguían sin control.

A los paramédicos les costó trabajo llegar para atenderla y llevársela en la camilla.

Un básico de protección civil es mantener rutas despejadas para el ingreso de los cuerpos de emergencia, lo cual no se cumplió en ningún lado. Incluso en el Zócalo, los corredores trazados con vallas fueron copados por fanáticos, salvo el más cercano al templete y, también, el más vigilado.

PORTAZOS

Rodeados de gente, Antonio y sus hijos se quedaron varados en Madero y ahí presenciaron cómo los pocos policías que resguardaban las vallas se vieron rebasados por gente que a empujones rompió los cercos.

Lo peor que puede pasar en un evento así es perder el control. Además del riesgo que representó el ingreso por más accesos de los previstos, se eliminó por completo la revisión para evitar la entrada con objetos prohibidos.

SILENCIO

Mientras que la ley exige a cualquier particular respetar y contar con un Programa Especial de Protección Civil para mitigar el riesgo en eventos masivos, el Gobierno de la Ciudad de México evadió contestar si elaboró el suyo  para este concierto.

Programa Especial: Constituye un instrumento en cuyo contenido se establecen las medidas de prevención y respuesta para actividades, eventos o espectáculos públicos de afluencia masiva en áreas o inmuebles diferentes a su uso habitual que conlleven un nivel elevado de riesgo y que lleva a cabo cualquier persona física o moral pública o privada".

REFORMA consultó con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil si habían elaborado uno para el concierto de los Fabulosos Cadillacs y si podrían proporcionar una copia, y la respuesta fue que se preguntara ¡a la Alcaldía Cuauhtémoc!

Si bien la ley establece que son las alcaldías las responsables de autorizar y vigilar que se cumplan los Programas Especiales, quien tendría que haberlo hecho y podría hacerlo público es el organizador.

Sólo se limitaron a presumir la marca que se había logrado en asistentes, pero no del récord en riesgo.