LA HISTORIA QUE LE CONTARON

Desde su infancia, Angélica supo que era adoptada. A los 8 años, encontró entre las pertenencias de sus padres un documento que les había sido entregado a manera de cesión de derechos. Desde aquel momento, intentó obtener más detalles, pero la información que se le proporcionaba era siempre una versión a grandes rasgos.

Le decían que su madre biológica era de nacionalidad alemana. Que se había embarazado de ella cuando estaba en México y que no le era posible regresar a su país con una bebé. Por ello, la entregó en adopción. Esa versión le fue contada una y otra vez. Sin embargo, Angélica nunca pudo corroborarla. A pesar de haber realizado búsquedas en registros de casas hogar, su nombre nunca apareció.

“Ya más grande, con ayuda de un amigo, confirmé que había sido una adopción ilegal, porque no encontramos ningún registro de mí y mi adopción en casas hogar y otros lugares. No había nada que dijera algo sobre mí”, explicó Angélica.

El misterio parecía mantenerse hasta hace unos días, luego de que una prima le ayudó a identificar a la mujer que había fungido como intermediaria en la adopción. Se trataba de una vecina de la casa que habitaba junto con sus padres en la zona de San Jerónimo. La buscó por redes sociales y ella le contó la otra versión sobre su origen: que había sido robada de un domicilio en la Colonia Roma, antes de ser entregada a su familia adoptiva.

(Los padres adoptivos) fueron muy herméticos con la información, mi mamá sólo aceptó que era adoptada"

Impulsada por su hija, Angélica difundió su historia a través de redes sociales, lo que fue determinante para que la Fiscalía capitalina decidiera atender su caso.

ABREN CARPETA

El martes 1 de agosto, Angélica mantuvo una audiencia con personal de la Fiscalía de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas, de la Coordinación General de Investigación de Delitos de Alto Impacto. La dependencia abrió una carpeta de investigación por la posible comisión del delito de sustracción de menor de edad.

(La FGJ) ha puesto a disposición los recursos humanos e infraestructura necesarios para apoyar a una mujer en la búsqueda de sus padres biológicos o familiares, tras enterarse que posiblemente, al ser persona menor de edad, fue sustraída de un domicilio ubicado en la colonia Roma, entonces Delegación Cuauhtémoc“, detalló la dependencia.

Durante el encuentro, la mujer facilitó a la Fiscalía la identidad de dos personas que presuntamente participaron en el delito, de acuerdo con la información que le fue compartida por la intermediaria, además de indicó cuál fue el domicilio en el que, presuntamente, se le mantuvo retenida y que también se encuentra en la Colonia Roma.

Respecto a su familia adoptiva, Angélica ha señalado que no mantiene contacto con ella, y que no la buscará, a menos que las autoridades lo consideren necesario.

¿DESENLACE?

La investigación de la Fiscalía abre la puerta a la posibilidad de que se aclare la identidad de la familia de Angélica y no para que se detenga a ninguna de las personas involucradas en el proceso de adopción ilegal, pues, de acuerdo con el Código Penal de la Capital, el delito de retención o sustracción de menores prescribe tras 10 años de haberse cometido.

Angélica señaló que luego de dar a conocer su caso, otras personas que fueron adoptadas ilegalmente en su infancia se han comenzado a poner en contacto con ella.

Y esto apenas empieza, me han contactado muchas personas contándome su historia que también fueron niños adoptados ilegalmente"

CASO PARALELO

En octubre de 2022, la Fiscalía ya reunió a una madre con la hija que le fue robada 27 años antes

En 1995, la hija, de entonces 3 años, fue robada en el Bosque de Chapultepec, por lo que Lorena, su madre, levantó un acta de desaparición en el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de la entonces Procuraduría General de Justicia.

Sin embargo, en casi tres décadas no obtuvo ninguna pista sobre el paradero de la joven.

En 2022, la hija vio en redes sociales una fotografía suya de cuando era niña. Era una ficha de desaparición emitida en 1995 y conservada por una asociación civil dedicada a la búsqueda de personas extraviadas. Al reconocerse, se puso en comunicación con la asociación y acudió a la Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas Desaparecidas para informar del caso e iniciar con las pruebas de ADN, junto con Lorena.