El libertario de extrema derecha argentino Javier Milei conmocionó al país el domingo cuando ganó la mayor parte de los votos en las elecciones primarias abiertas. Ahora la gran pregunta es si puede repetir el resultado en los comicios presidenciales de octubre.
La primaria, que permite elegir a los candidatos de cada espacio político, es un buen indicador de cómo podrían resultar las elecciones generales. Milei obtuvo el 30 por ciento de la votación justo por delante del principal bloque conservador, con un 28 por ciento, y el peronismo gobernante de centro-izquierda, con el 27 por ciento.
El economista, cuyos bulliciosos mítines de campaña y promesas de purgar a la elite política han rememorado al ex líder estadounidense Donald Trump, podría poner de cabeza el statu-quo político de Argentina. En la campaña prometió cerrar el banco central, dolarizar la economía y recortar drásticamente el gasto estatal.
Sin embargo, Milei enfrenta un desafío mayor para ganar el 22 de octubre las elecciones generales o probablemente una segunda vuelta en noviembre, dado que los votos en blanco y una baja participación récord el domingo golpeó de manera más fuerte a los partidos tradicionales.
Esa tendencia podría cambiar en los próximos dos meses.
El Ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, dijo que la votación primaria era sólo el “primer tiempo” de la competencia electoral, utilizando una analogía futbolística en el país de Lionel Messi y Diego Maradona.
“Nos queda el segundo tiempo y el alargue y los penales, y vamos a estar peleando hasta el último minuto”, dijo Massa tras la elección, que causó a su coalición, la máxima fuerza política del país durante décadas, el peor resultado de su historia en elecciones primarias.
Los analistas dicen que podría haber más gente que concurra a votar en octubre, después de registrar el domingo un nivel de participación del 69.5 por ciento del padrón. Entre las primarias y las elecciones generales hay en promedio de aumento de 4 puntos porcentuales en el número de votantes, dijo J.P. Morgan en un reporte.
Esto sugiere “una mayor ventaja para los partidos tradicionales en las elecciones generales en comparación con Milei, que vemos más cerca de su techo en términos de intención de voto”.
"Milei Presidente"
Ese desafío no ha desalentado a los militantes de Milei en su búnker de campaña, felices por haber superado con creces las estimaciones de las encuestas, que lo ubicaban en alrededor del 20 por ciento de los votos.
“¡Se siente, se tiente, Milei Presidente!”, coreaban sus fans mientras se daban a conocer los resultados preliminares de las primarias.
La coalición conservadora Juntos por el Cambio se comprometió a unirse detrás de su candidata electa, Patricia Bullrich, una ex Ministra de seguridad de línea dura, aunque admitió que el resultado mostró que la gente buscaba algo nuevo.
“Esta es una sociedad que demanda un cambio profundo, de raíz”, dijo Bullrich, quien promete seguridad, impuestos razonables y poner fin a años de incertidumbre y burocracia gubernamental.
Julio Cobos, ex Vicepresidente del país y actual diputado de Juntos por el Cambio, coincidió en que los votantes expresaron que quieren un cambio profundo, pero sostuvo que la carrera aún está abierta.
“El desafío es la elección definitiva, que es la de octubre”, dijo a Reuters y destacó que la coalición, si se mantiene unida, tiene aún margen para crecer.
“Es importante que los dirigentes se muestren juntos, que unifiquemos propuestas, discursos, que vean un buen equipo”.
Más allá de toda duda está el hecho de que la carrera presidencial, antes vista como una disputa entre las dos principales agrupaciones políticas y con Milei en un notable tercer lugar, es ahora una verdadera lucha entre tres partidos.
Cada uno de los principales candidatos podría llegar a la segunda vuelta.
“La elección termina siendo de tercios, cosa que antes no lo era”, dijo Alejandro Corbacho, director de Ciencias Políticas de la Universidad UCEMA.
“Es claro que hay mucho enojo, hay mucha bronca. La gente esta muy enojada con la clase política”.
Jared Lou, de William Blair Investment dijo que Milei se convirtió en el “favorito” pero queda mucha incertidumbre y dijo que aumentó la posibilidad de una eventual segunda vuelta entre Bullrich y Milei.
“Un factor que puede ayudar a Milei en la elección presidencial es que es un extraño y los votantes están frustrados”, sostuvo.
“Sin embargo, muchas de las políticas por las que ha hecho campaña son vistas como bastante radicales por el electorado”.