ANA GUEVARA HACE 20 AÑOS: ORO MUNDIAL

Ana Guevara es la mejor velocista mexicana de todos los tiempos. Hace dos décadas, la sonorense se convirtió en la primera exponente de atletismo en subir a lo más alto del podio de un Campeonato Mundial al agenciarse el oro en los 400 metros de París 2003.

Guevara llegó a esa justa del orbe como ganadora de la entonces Golden League, título conseguido en 2002 y también con el bronce mundial de Edmonton 2001, así como líder del ranking en su prueba por lo que era favorita al metal amarillo.
Y gracias al trabajo de su entrenador Raúl Barreda, la hoy titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) no sólo se proclamó campeona mundial, lo hizo con la que entonces fue la octava mejor marca en la historia de la vuelta al óvalo, es decir 48.89 segundos.

A continuación se presentan los resultados más destacados de Ana en Mundiales de Atletismo y también lo que hizo en 2003, uno de sus mejores años como velocista.

 

LA PRIMERA

La llamada “Saeta de Sonora” ha sido primera en muchos resultados del atletismo femenil mexicano a nivel global pues en 2001 consiguió el primer metal mundial al colgarse el bronce en el Mundial de Edmonton.

Guevara ya había lanzado advertencias de su rendimiento desde los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, cuando se convirtió en la primera tricolor en hacer escuchar el Himno Nacional en una premiación de los 400 metros planos en la justa continental, y luego por su quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, resultado inédito en el deporte mexicano pues ninguna velocista había alcanzado la Final de una justa veraniega.

AÑO DE ENSUEÑO

En la temporada previa al Mundial de París 2003, la sonorense fue la mejor exponente de los 400 metros.

Antes de llegar a la pista del Stade de France, Ana acaparó los reflectores pues en 2002 ganó la Golden League; el oro individual y con el equipo de América en el relevo 4×400 de la Copa del Mundo de Madrid; la Final del Grand Prix, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador y cerró el año en la cima del escalafón del orbe.

LA CONSAGRACIÓN

Guevara llegó como candidata natural al oro al Mundial de París 2003; ya era la sensación a nivel global porque una mexicana dominaba una prueba cuya hegemonía se habían compartido europeas y estadounidenses; mientras que en el País las actividades se detenían cada que corría.

Unas semanas antes del Mundial, la sonorense ligó su segundo oro de Juegos Panamericanos, en Santo Domingo.

Ana hizo una excelente carrera y dominó el óvalo francés teniendo un gran cierre que dejó perplejas a la jamaiquina Lorraine Fenton, quien nunca pudo ganarle, y a las rusas, todas las rivales más fuertes en esa época. Cruzó primero la meta con crono de 48.89 segundos, que representaron la mejor marca de la temporada.

OLIMPO PLATEADO

Una lesión por un lado, y diferencias con su entrenador por el otro, derivaron en que Ana no experimentara la gloria olímpica en Atenas 2004.

En los que fueron sus segundos, y a la postre últimos Juegos Olímpicos, Guevara tuvo que conformarse con la plata, detrás de la bahamesa Tonique Williams, pues ya no pudo reaccionar en la recta final.

Sin embargo, una vez más hizo historia para el deporte tricolor al convertirse en la primera exponente de atletismo en general y en pruebas de velocidad en particular, en ganar una medalla olímpica.

 

EL ÚLTIMO PODIO

El Mundial de Atletismo de Helsinki 2005 fue el último donde Ana Guevara figuró en el podio. Sumó su tercer metal en competencias de esta envergadura al colgarse el bronce para reafirmar así su papel en la historia del atletismo global.

Es la única atleta mexicana con medallas consecutivas en tres justas del orbe, con el bronce de Edmonton 2001; el oro de París 2003, y el metal de tercer lugar en la pista finlandesa.

Ana llegó a Osaka 2007, para su última aparición mundialista en la que ocupó el cuarto lugar en la prueba individual y el octavo en el relevo 4×400.