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Con Cristiano Ronaldo se inició todo y ahora en Arabia Saudita está una de las Ligas más llamativas del mundo, al menos en cuanto a nombres. 

Gracias a una inyección económica importante, la Saudi Pro League se ha encargado de comprar a algunos de los futbolistas más mediáticos de la actualidad, comenzando con CR7 a principios del 2023 y culminando con las llegadas de Neymar Jr al Al-Hilal y Karim Benzema con el Al-Ittihad. 

Además, los equipos árabes no se conformaron con figuras de avanzada edad, también se han empeñado en que jóvenes promesas elijan emigrar a Arabia, prefiriendo la seguridad económica que competir en Europa. 

Como Gabri Veiga, joven promesa de España que con 21 años no pudo rechazar los 15 MDE por temporada del Al-Ahli y dejó al Celta de Vigo. 

El francés Allan Saint-Maximin (26 años) prefirió tomar los 12 millones de euros del propio Al-Ahli antes que jugar la Champions con el Newcastle. 

Y, mientras más estrellas emigran al balompié saudí, se ha generado una polémica en el entorno del futbol europeo, criticando esta inercia de fichajes sin control en Arabia y el daño que esto podría hacerle en un futuro al deporte, además de la constante negativa ante la propuesta para que en algún momento la Liga árabe pudiera ser incluida en la Champions League.