“La familia de mi papá es de Michoacán, mi abuelo creció en rancho y todo, mientras que la de mi mamá es de Tabasco, pero yo nací en la Ciudad de México y nunca tuve nada qué ver con ese ambiente, entonces, dicen que ya lo traía en la sangre”, compartió la joven de 27 años de edad.
“Me inscribieron a clases de salto a los 10 años y estuve ahí hasta los 13 cuando, un día, mis papás me llevaron a montar al Lienzo Charro del Pedregal, porque una de mis tías es fundadora, pero no me gustó, no entendía por qué tomaban la rienda de manera diferente o la música”.