MEMORIAL PARA SANAR

La ESMA, patrimonio para no repetir la historia.

UN SITIO RESIGNIFICADO

Un ejercicio de memoria sin odio ha convertido a la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada, el mayor centro de tortura de la dictadura argentina encabezada por el general Jorge Rafael Videla, en un espacio cultural cuyo recorrido duele pero aspira a ser sanador para viejas y nuevas generaciones.

  • Por el sitio pasaron 5 mil de las 30 mil personas detenidas y desaparecidas entre 1976 y 1983. Hoy la ESMA es un museo del Espacio para la Memoria y la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, elegido este martes como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Fotografías de personas que desaparecieron durante la dictadura argentina de 1976 a 1983 se exhiben en las paredes del actual museo. Foto: Rodrigo Abd / AP

TESTIGO DEL HORROR

  • La antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), creada en 1928 para instruir a oficiales navales, fue el mayor campo de detención, tortura y exterminio operado por exmilitares genocidas que aún hoy son juzgados por tribunales civiles (73 ya condenados, de mil 159 en todo el país).
La ESMA fue declarada este martes Patrimonio Mundial por la UNESCO. Foto: Juan Mabromata / AFP
  • Rodeado de fresnos, cipreses y cedros, el Casino de Oficiales –un pabellón de tres plantas de la ESMA que sirvió como cárcel ilegal– fue construido en 1948, en el apacible barrio de Núñez, en Buenos Aires.
Se calcula que en las instalaciones de la ESMA fueron detenidas y desaparecidas unas 5 mil personas. Foto: Luis Robayo / AFP
  • Cuando los militares argentinos tomaron el poder en 1976, la escuela se convirtió en el centro de operaciones de la Armada para el secuestro ilegal de activistas políticos y sociales, pero también de civiles sin afiliación, obreros, atletas y religiosos.
Fotografías de las personas detenidas se muestran en el museo de sitio del lugar. Foto: Luis Robayo / AFP
  • Engrilladas, esposadas y encapuchadas, las víctimas llegaban primero al sótano del edificio. Era también el último sitio que pisaban antes de desaparecer o ser arrojados desde aviones al Río de la Plata, en los “vuelos de la muerte”, como ocurrió con las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.
Los rostros de las personas desaparecidas cubren las ventanas de la ESMA. Foto: Rodrigo Abd / AP
  • El horror se concentraba en la planta superior y el altillo, “Capucha” y “Capuchita”, espacios sellados donde los detenidos, identificados por números, eran torturados para que delataran el paradero de otros perseguidos. Y vejadas y violadas las mujeres.
Vista del ático del tercer piso, conocido como "Capuchita", donde se mantenía a los presos encapuchados y encadenados en el edificio del Casino de Oficiales del antiguo centro clandestino de detención de la ESMA. Foto: Luis Robayo / AFP
  • Como el infierno de Dante, había otros círculos. En una sala minúscula y desnuda, decenas de mujeres parieron sus niños antes de que se los arrebataran y de convertirse en desaparecidas.
Foto: Juan Mabromata / AFP
  • Varios hijos (11 de 37 conocidos) recuperaron su identidad gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo.
Un mural en el sitio alude a la búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo. Foto: Luis Robayo / AFP

AFUERA 'LA NORMALIDAD'

En 1979, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó la ESMA. Durante dos meses, los militares la vaciaron y trasladaron a los presos a islas del delta del río Paraná. Fueron devueltos después a la misma y brutal rutina.

  • Aviones, trenes, automóviles, campanas de escuelas… normalidad. También el griterío de fanáticos cuando Argentina salió campeón en el Mundial de Futbol de 1978 a cientos de metros, en el estadio Monumental.
  • La derrota en la Guerra de las Malvinas (1982) puso fin al régimen militar. La democracia permitió conocer los horrores de la antigua ESMA y juzgar, con interrupciones, esos delitos de lesa humanidad.
El lugar es ahora visita obligada de estudiantes para repasar la memoria de un episodio en la historia de Argentina que aún duele. Foto: Rodrigo Abd / AP
  • La ESMA siguió activa como escuela hasta que en 1998 el presidente Carlos Menem, que indultó a exdictadores y exguerrilleros, ordenó demoler el Casino de Oficiales para crear un “monumento para la reconciliación y la unión nacional”.
  • Madres y familiares de desaparecidos lo impidieron con amparos judiciales. Fue declarado monumento histórico en 2004 y sus espacios -hoy Museo de Memoria- permanecen intactos y sirven de prueba judicial.
El inmueble de la ESMA fue declarado por Argentina monumento histórico en 2004. Foto: Rodrigo Abd / AP
  • Un año antes, en 2003, el Congreso argentino reabrió las causas judiciales, que siguen hasta la actualidad.
  • Cada año 150 mil personas, muchos estudiantes, visitan el museo y participan de actividades de reflexión.
Foto: Rodrigo Abd / AP

UNA DECISIÓN COMPLICADA

Las inscripciones de sitios memoriales en la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial es un tema políticamente delicado desde 2015 para la UNESCO, que busca ahora relanzarlas.

  • La antigua ESMA de Argentina entró este martes en la lista, a la que optarán también los memoriales del genocidio de tutsis en Ruanda y los sitios funerarios de la Primera Guerra Mundial.

 

Foto: Luis Robayo / AFP
  • En una agencia de la ONU con vocación universalista, esta tarea puede ser complicada, máxime cuando la memoria puede teñirse de nacionalismo y convertirse en un objeto de enfrentamiento político cuando afecta a eventos sangrientos o a varios países.
  • Las tres nuevas candidaturas “llevan las cicatrices de la Historia”, establecen el “vínculo entre el pasado y el presente” y construyen “la consciencia universal de la Humanidad”, defendió la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, durante la 45 reunión del organismo en Riad, Arabia Saudita.
  • El Comité del Patrimonio Mundial, reunido en Riad, acogió con aplausos la inscripción de la candidatura de la ESMA que acababa de adoptar, defendida por una emocionada Embajadora argentina Marcela Losardo.

Con información de Eduardo de Miguel y Joris Fioriti / AFP

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