¿A qué se refiere
y para qué te sirve?
El Costo Anual Total (CAT) es un indicador clave de qué tan “caro” resulta un crédito de cualquier tipo, es decir, una referencia de cuánto vas a pagar en total por éste más allá del monto que solicitas. Dicha medida es expresada en términos porcentuales anuales para que, de esta manera, puedas informarte y comparar entre diferentes opciones de financiamiento. El CAT se da a conocer sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros obliga a las entidades financieras y comerciales a indicar el CAT de manera clara, notoria e indubitable en su publicidad, contratos de adhesión y estados de cuenta. De lo contrario, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios (Condusef) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) deben sancionarlas respectivamente.
¿Qué costos
y gastos engloba?
– Tasas de interés
– Comisiones
(por ejemplo: gastos de investigación, comisión por apertura, anualidad, pagos atrasados, por exceder el límite de crédito, retiro de efectivo.)
– Seguros
(por ejemplo: protección contra robos, extravíos o clonación, compra protegida, gastos médicos, viajes, daños, vida.)
¿Cómo se calcula
el Costo Anual Total?
El CAT se calcula con una metodología establecida por el Banco de México (Banxico) que incluye entre sus componentes, además del monto del crédito, la periodicidad de los pagos; la diferencia entre el precio del bien si se adquiere a crédito o de contado; los intereses ordinarios y amortizaciones; comisiones, cargos adicionales y primas de seguros; y bonificaciones y descuentos pactados en el contrato.
¡No te espantes! No tienes que quebrarte la cabeza con esta fórmula. En su sitio web, Banxico tiene a disposición dos calculadoras de CAT:
Asimismo, la Condusef cuenta con dos herramientas útiles para calcular los costos de las tarjetas de crédito:
¿Qué ocurre si no eres totalero
en tus pagos?
El CAT no es el mismo para todos. Los bancos dan a conocer un CAT promedio, pero cada quien tiene su “CAT personal” de acuerdo con sus condiciones crediticias propias.
Existen clientes totaleros, aquellos que pagan el saldo completo de la tarjeta de crédito cada mes, y los no totaleros, que no lo hacen así. ¿Eliges el “pago para no generar intereses“? Entonces eres totalero. ¿Optas por el “pago mínimo” o abonas otra cantidad pero no todo? Eres no totalero. Entre los beneficios de ser un usuario totalero es que no pagas intereses y tu CAT es más bajo, ya que además de evitar éstos, te salvas de comisiones como la correspondiente a pagos tardíos y, en algunos casos, incluso te eximen de costos como la anualidad.
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