Para Ramiro González Luna, la sociedad actual vive cada vez más enfocada en la línea visual, con la idea de querer que todo luzca perfecto y armónico estéticamente, incluso, al momento de comer, cuando antes de dar el primer bocado, se toma la foto ideal para compartir en redes sociales o simplemente para la galería personal.
Esta percepción de lo que sucede alrededor es precisamente un poco de lo que él, como ceramista, intenta proyectar en sus obras de cerámica, las cuales se caracterizanm por tener una cierta inspiración pop art, al centrarse en el día a día.
“Pasa, por ejemplo, que vamos a un restaurante, colocamos las cosas como buscando una limpieza de herramientas o, cuando hay visitas en casa, queremos que luzca en orden y se vea intacto, pero eso es como un montaje para el teatro, en lo que todo está acomodado intencionalmente, sabiendo que, en realidad, los objetos se usan”, compartió Ramiro González Luna, de 27 años de edad, “justo eso es lo quiero, hacer una examinación de la vida cotidiana y mostrar lo bonita que puede ser la imperfección”.

En 2020, Ramiro González Luna se inició en el arte de la cerámica, al descubrir las bondades de este recurso que le permitió explotar su talento al máximo y crear propuestas divertidas y llenas de color, ideales para lucir en
cualquier espacio del hogar.
“Sí, son meramente decorativas, pero me parece interesante hablar de este material de modo utilitario, ya que es algo que me gusta mucho; hace poco leía un artículo que decía que este material es el primer paso hacia la tecnología, no sólo desde que existió como un método para facilitar la vida diaria, sino al permitir que la gente de civilizaciones antiguas pudiera plasmar información”, añadió Ramiro González Luna, egresado de la Northeastern University, en Boston.
“Está increíble cómo muchos de los datos que conocemos de hechos históricos se deben gracias al barro, que, aparte, es mega frágil y eso es lo increíble; entre mis piezas verás pruebas Covid, elementos que no sabemos si en 100 años van a desaparecer y que la gente empezará a ver como una reliquia”.

La cerámica, hablando del material, tiene mucho como herramienta antropológica, no sólo como un elemento decorativo o funcional en la vida cotidiana”.
RAMIRO GONZÁLEZ LUNA, ceramista
Ahora, al tener su taller de cerámica y lanzar Part Time Ceramist, Ramiro González Luna ha tenido
la oportunidad de seguir experimentando con la arcilla, los esmaltes y hasta las técnicas, por lo que nunca deja de sorprenderse de lo que saldrá del horno, una vez terminado el tiempo de cocción.
“Es un trabajo que lleva varios procesos y tiene muchas circunstancias que puedes mejorar, incluso, la misma materialidad te inspira a formar cosas nuevas, porque, si bien, hay una planeación de un 80 o 90 por ciento, todo depende de cómo sequen los objetos; al hacer la quema, te echas un volado, nunca sabes lo que va a salir y eso es lo divertido, porque es completamente inesperado”, aseguró Ramiro González Luna, también comunicólogo.
