EN VEZ DE ‘SECRETO’, ‘SORPRESA'

¿Cómo logró aquella madre de familia que el menor, que estaba muy asustado, contara sobre el terrible feminicidio de su hermanita? Lo esencial es crear un buen vínculo con los menores que incluya comunicación y espacios seguros, indica la psicóloga infantil Priscila Medina.

La especialista, sin embargo, recomienda que papás y mamás eviten la palabra “secreto” en la medida de lo posible, por su connotación negativa.

“Yo no recomendaría incluir a un niño en un secreto, principalmente porque no tiene la madurez emocional para manejarlo.

“Pedirle a un niño que guarde un secreto es ponerlo en un nivel que no le corresponde”, afirma la también directora de Nipaf Psicopedagogía Infantil.

Medina señala que papás y mamás deberán enseñar a sus hijos a identificar cuál es un secreto benévolo y cuál es dañino, usando sus emociones como guía.

Sugiere utilizar “sorpresa” para las que causan emociones positivas en el menor, como la felicidad y la gratitud, en tanto que “secreto”, para las que provocan tristeza, enojo e inseguridad.

“No sería una palabra que dejaría al aire. Incluso en juegos infantiles buscaría diferenciarla con mis hijos para que tengan la información necesaria.

“Así, si alguien le cuenta un secreto vendrá y me lo compartirá, y yo como adulto decidiré si tengo que intervenir”.

SECRETOS QUE NO LASTIMEN

La psicóloga Cristina Sánchez coincide en que no es lo mismo que un adulto le pida a un menor de edad guardar el secreto de una fiesta sorpresa para un familiar a que se le pida ocultar un acto de violencia, como el caso de aquel asesinato.

“Guardar secretos no es que sea malo, sino el tipo de información que los niños están guardando”, indica.

“’Vamos a comprarle a tu papá un regalo, pero no se lo digas’, o ‘Vamos a hacerle una fiesta sorpresa a tu abuelita, guarda el secreto’, por ejemplo, son secretos divertidos, benévolos, porque no perjudican a nadie”.

Sánchez, catedrática de la Facultad de Psicología de la UANL subraya la palabra “privacidad” al momento de distinguir cuáles son los tipos de secretos que sí pueden guardar los menores.

Se refiere a las situaciones penosas que viven integrantes del círculo social y familiar más cercano, como una enfermedad o pérdida de un trabajo.

“Es importante que las familias lo platiquen, que tengan esos espacios de comunicación y que entiendan que lo privado no es sinónimo de malo”, comenta.

“Va de la mano con el desarrollo de la empatía, que es comprender lo que pasa con la otra persona, sus sentimientos”.

Sin embargo, los niños y las niñas deben saber que existen secretos que les pueden hacer sentir mal y sufrir angustia, enojo, tristeza, incomodidad o que pongan en riesgo su integridad física.

En este sentido, las especialistas coinciden en la importancia de fomentar el diálogo con los hijos para que tengan la confianza de revelarles secretos que los lastiman, como pueden ser un abuso sexual o bullying contra ellos o contra otros niños, y que se volvieron “secretos” al recibir amenazas de parte del agresor o agresora.

También, recomiendan que se les inculque a los pequeños que revelar un secreto nunca tendrá consecuencias negativas, ya que usualmente los agresores amedrentan de esta manera.

Medina recomienda usar materiales didácticos para que los padres informen a sus hijos sobre este tipo de temas.

“La comunicación se logra pasando tiempo con ellos, en actividades cotidianas, en juegos, en la comida en la que quito los distractores como el celular y la televisión.

La experta infantil pidió a los padres y madres no decir frases como “Ya no te voy a querer” cuando el menor se porte mal.

“A veces por ciertas conductas condicionamos el amor, pero son cosas completamente independientes. Su conducta no va a cambiar el amor que tengo a mis hijos.

“Ellos deben de saber que cuentan con nosotros y esto no está condicionado”.

La confianza, pues, es vital para que nuestros hijos entiendan que hay secretos que sí deben revelarse.

TOMA EN CUENTA

– Fomenta la empatía y la comunicación con tus hijos.
– Enséñales a diferenciar entre un secreto, una sorpresa y la privacidad.
– Inculca que nunca tengan secretos con adultos.
– Explícales que nunca se le regañará o castigará por decir un secreto que le haga daño a él o a otra persona.
– Sé ejemplo: no hagas tú lo que les recomiendas no hacer a los niños.