Lista para patrullar

El 24 de diciembre es un día para celebrar, pero también con riesgo de accidentes viales. Por eso, Verónica López, oficial de Movilidad de Monterrey, estará de turno de 21:30 horas de hoy hasta la madrugada de mañana para prevenir percances en las calles.
“Nosotros como personal de seguridad, son los días que más nos ocupan para prevenir accidentes”, destaca Verónica, quien está orgullosa de su labor.
“Yo tengo cuatro hijos, dos de ellos menores de edad y son ellos los que cuestionan por qué tengo que trabajar en Navidad, pero les gusta mucho el trabajo que hago y me alientan”.
En el equipo de oficiales de Tránsito regio también se encuentra Mario Humberto de León, quien tiene 26 años de servicio y desde pequeño soñó con pertenecer a Tránsito, como su papá quien fue el Comandante Humberto De León.
“Vengo de una familia de oficiales”, dijo De León, “hay ocasiones que la misma ciudadanía viene y nos felicita, nos trae un pedazo de pan y café, porque ven que estamos laborando pero la verdad es parte de nuestro servicio”.
“Me ha tocado la dicha de que estoy en algún lugar y llega mi familia a llevarme cena o algún regalo por las fechas y la verdad les agradezco, soy casado, tengo cuatro hijos y un nieto, a lo mejor algún día va ser oficial porque me quita la placa y se la pone”.
Aunque este no es el primer año que trabajará en Noche buena, para él ejercer su labor va más allá de prevenir accidentes, sino que forma parte de un servicio para salvar vidas.
Busca servir al cliente

Mary Bautista, jefa de piso del restaurante Palax de Calzada Madero, desde hace cinco años brinda servicio al cliente y este 24 de diciembre no será la excepción.
“Trabajaré desde las 3:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche y saliendo llegaré a convivir con la familia”, cuenta, “en mi puesto debo checar que al cliente no le falte nada, que los meseros hagan bien su trabajo y también apoyarlos, atender cualquier desperfecto”.
Luego de cumplir su turno, Mary espera llegar con su familia pasada la medianoche para recibir la Navidad con su pareja y sus cuatro hijos y su mamá.
“Hay que verlo positivo”, menciona, “si les toca trabajar hay que hacerlo de la mejor manera para que no terminen fastidiados y lleguen de buen humor a su casa, porque si van a andar enojados trabajando se les va hacer más largo el turno.
“El año pasado trabajé el 31 de diciembre, aquí no deja de haber clientes como somos las 24 horas, el día 24 hay gente y el 25 de diciembre más”.
El restaurante brinda atención las 24 horas también en fiestas decembrina, por lo que hay un equipo de trabajo rotativo con diferentes turnos.
Atenderá urgencias en el IMSS

Este es el cuarto año que David de Jesús Luna, Médico Especialista en Urgencias, pasará la Noche buena trabajando como pediatra en la Clínica 33 del IMSS atendiendo casos de emergencia.
Su reto cada 24 de diciembre es hacer que sus pacientes del área de pediatría se sientan como en casa, pues al ser menores el trato debe ser aún más especial y delicado.
“Se trata de un niño que quisiera estar en su casa festejando la Navidad”, expresa, “te da un poco el sentimiento de que su condición no le permite estar ahí, hay que tener empatía.
Mientras para las familias convencionales la prioridad es festejar juntos la Navidad, para los médicos es salvar vidas y estar disponibles aún en fechas especiales, pese a que esto les impida reunirse con sus seres queridos.
La familia de Luna está en Tamaulipas y este año sólo podrá saludarlos de manera virtual.
“Desde que eres estudiante, la familia va tomando conciencia que en fechas especiales no vamos a poder estar”, dice.
Es el mayor de cuatro hermanos y decidió ser médico desde que estaba en primaria; estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Tamaulipas y posteriormente cursó una Especialidad en Urgencias Médicas en la Clínica 33 del IMSS, a través de la UDEM. Tiene 11 años trabajando en el IMSS.
Ya casi olvida festejar

En sus casi 10 años de servicio, la policía Flores, elemento de Fuerza Civil, ha trabajado durante Noche buena en varias ocasiones y casi ha perdido la noción de la celebración.
“La verdad, (las celebraciones) ya no las cuentas”, señala, “porque para nosotros es un día más, simplemente hay que brindar lo mejor de uno y que la ciudadanía esté bien”.
Con el paso de los años, Flores detalló que la celebración de Noche buena y Navidad ya ni siquiera pasa por su cabeza, y piensa en los ciudadanos como su familia.
“Prácticamente se podría decir que ya ciudadanía es mi familia, hay que cuidarlos”
En ese aspecto, Flores recordó las ocasiones que, durante Navidad, las familias les llevan tamales, pastel, e incluso un poco de venado, cerdo y res.
“A mí me encantó todo eso”, menciona, “que la ciudadanía está en cierta forma consciente de que estamos ayudándolos verdad, y que estamos protegiéndolos”.
Flores pasará este año resguardando la zona sur de Monterrey, en el punto fijo de la avenida Garza Sada.
Estará en alerta otro año

Desde hace 24 años, tanto en Noche buena como en Año Nuevo, el Teniente Israel García, de Bomberos Nuevo León, ha tenido que trabajar, aunque de forma rotativa junto con otros compañeros.
“Después de las 2:00 de la tarde empiezan los incendios a raíz de los cohetes, incendios de casa, terrenos baldíos, que es lo más común para nosotros estas fechas”, señala García.
“Yo de pequeño admiraba a los bomberos, quería ser bombero”, agrega, “mi esposa me conoció así y sabe que días festivos me toca trabajar, se acostumbró mi familia y cuando me toca descansar un día de esos para ellos es mucha fiesta, disfrutan”.
Su deseo desde pequeño fue ser bombero, y a los 18 años comenzó a trabajar en Bomberos de Guadalupe, posteriormente en Bomberos Nuevo León.
El Teniente García es padre de familia de cuatro hijos, dos de ellos menores.
“La emoción de ellos (sus familiares) es verme ser bombero, y sí se preocupan cuando es un incendio fuerte, pero me esperan con gusto en la casa”, comenta.
Aunque afirma que ha bajado el índice de incendios porque está prohibida la pirotecnia, pidió a la ciudadanía prevenir que menores sufran quemaduras con fuegos artificiales.
Repetirá fuera de casa

Daniela Reyes, de 23 años, es brigadista en la corporación de Protección Civil de Santa Catarina, y en la Nochebuena será una de los elementos activos que brindarán servicio a la población.
Será la segunda vez que laborará como rescatista activa durante los festejos navideños.
Estar “lejos” de su casa en estas fechas, se compensa con el acogimiento de la familia de brigadistas de Protección Civil, además del cariño y la vocación de servicio que Daniela tiene por su profesión como paramédico.
“Al principio sí me lo tomaba como que tengo que trabajar, como una obligación”, confiesa, “pero te vas aquí creando una familia.
“Entonces empiezas a crear una amistad y se siente como una familia: cuando estamos aquí, vemos qué hacemos, obviamente sí se extraña la casa, estar con tus hermanos, con tus papás, pero es aquí otra familia”.
Cuando Daniela era niña, fue precisamente durante una fiesta en fechas navideñas, que se dio cuenta que de grande quería ser brigadista.
“Yo iba con mis papás a una fiesta de diciembre, íbamos pasando un puente, en ese puente yo alcancé a ver donde un automóvil se impacta contra el muro que divide el puente y la vía que seguía recta”, comentó,
“…Me llamó mucho la atención querer bajarme. ¿A qué? No sé, pero fue un impulso que me llamó la atención”.
Ahora él estará ausente

Tras pasar en su infancia varias Navidades sin su papá, quien era oficial de Tránsito, ahora Javier López vive el otro lado de la moneda.
También es oficial de Tránsito desde hace cuatro años.
“Ya cuando entras a laborar aquí entiendes muchas situaciones que a lo mejor yo de niño no entendía”, señala, “¿por qué mi papá no puede llegar en Navidad? Ahorita de adulto lo ves, lo asimilas y ya comprendo que él debía estar trabajando”.
Dice que sus tres hermanas y su madre entienden que debe estar prestando su servicio.
“Están acostumbrados”, afirma, “se entiende que por este trabajo a veces podemos llegar tarde (a las fiestas) o a lo mejor ya llegamos al recalentado”.
Carne asada y tamales se comparten entre compañeros durante fechas como Nochebuena y Año Nuevo, como muestra de unidad y afecto entre miembros de la corporación.
“Todos llevan un poco (de comida) y en la mañana, empezando el turno o durante la noche, convivimos y ahí compartimos un poco de los alimentos que llevamos para pasar un buen rato”, añade.
El oficial López destaca que siempre existe la posibilidad de un choque o accidente vial que requiera su presencia durante varias horas, y que incluso sus compañeros han tenido que cubrir hasta 24 horas extra.
Cuidará a los pacientes

Vanessa Saraí Ponce trabajará durante la Nochebuena y Navidad en el Hospital Universitario haciendo guardia.
La enfermera, originaria de San Nicolás, asegura que no representa un sacrificio, pues desde su formación estudiantil entendió lo que implica su labor.
“Desde que eres estudiante te preparan psicológicamente para tener que trabajar mientras los demás descansan”, señala, “es algo que con el tiempo uno tiene que desarrollar la habilidad de acostumbrarse”.
Cuenta que su familia se fue adaptando a la idea de que difícilmente los acompañará en las fiestas de fin de año.
“Ahora celebramos a mediodía para poder convivir juntos antes de comenzar mi turno en el hospital”, comparte.
Ella pide a la población apapachar a los profesionistas y personas que deben trabajar en estas fechas, pues aunque es parte de su trabajo, no le quita la dificultad de pasar una noche especial alejados de la familia.
“No se olviden de sus amigos y familiares que forman parte de los profesionales que trabajamos fielmente en estas fechas”, sugiere, “de ser posible, manden un mensaje de feliz Navidad, un abrazo si los ven. Eso nos hace sentir queridos y valorados”.
Organiza la cena en el hotel

Claudia Sánchez trabaja desde hace dos años como ejecutiva de banquetes en el Hotel Ancira, y es encargada de coordinar la cena y los eventos en el lugar.
Desde hace siete años se ha dedicado al oficio de coordinar los banquetes en hoteles. Hoy será la séptima Nochebuena que pasa trabajando: le toca organizar la cena para más de 200 personas que acuden a festejar la Nochebuena en el Ancira.
A las 20:00 horas inicia el banquete, y el personal de servicios espera terminar antes de la medianoche para ir a cenar a su casa, donde al menos los esperarán con los regalos.
“Que se ocupen las mesas que se necesiten, para que también la gente de servicios, la gente que estamos trabajando, ya nos vayamos a la casa a estar con nuestras familias”, señala Claudia, “a lo mejor ya no llegamos a cenar con ellos, pero abrir los regalos de Santa”.
Cuenta que le apasiona el área de servicio e intenta que cada evento sea especial para la gente.
“Tienes que hacerlo con mucho gusto porque si no es pesado”, recalca, “me gusta mucho, te pones empático”.
Padece no ver a sus hijas

La oficial Vázquez lleva nueve años sirviendo en Fuerza Civil y esta noche sufrirá un doble distanciamiento.
Por un lado, sus hijas pasarán la Navidad con sus abuelos en Puebla, mientras que su esposo, quien también pertenece a Fuerza Civil, se encontrará trabajando.
“En mi caso tengo dos niñas pequeñas, y sí me encantaría pasarla con ellas, pero si no me toca pues ni modo, a aguantar y trabajar” dice Vázquez entre lágrimas.
“Se siente horrible, tratas de ser fuerte en el momento de despedirte, pero te gana el sentimiento”.
Originaria de Ciudad de México, la oficial considera su servicio como una aportación.
“Para mí esto es un granito de arena, siempre ha sido una aportación de mí hacia la ciudadanía”, destaca.
No faltan ciudadanos que se solidaricen con los policías para llevarles la cena en forma de tamales, pastel y una bebida caliente como un alivio para el frío, menciona.
“En zona Centro me han tocado que los tamalitos, de repente te llegan y con un pastel, es muy bueno que también la ciudadanía hace esa como emotividad contigo”, remarca.
Añora Navidad en familia

Durante su niñez, la policía Juárez pasó muchas navidades sin la presencia de su padre, quien también era policía en el Estado de México. Con su hermano, pasaba la Nochebuena en compañía de su madre.
Los dos hermanos siguieron el legado familiar: ella entró a Fuerza Civil y él encontró en La Marina su vocación.
La oficial cuenta que, cuando llegan a descansar para las fiestas, ambos aprovechan su tiempo al máximo, entre charlas sobre el trabajo y la familia. Además, conviven con su padre, ya retirado del servicio.
“Esta vez le va a tocar trabajar el 31 y le va a tocar descansar el 24 o sea ya no nos vamos a ver este año…” dijo Juárez sobre su hermano, con ojos enrojecidos de llanto.
A pesar de que hace unos años Juárez trajo a sus hijos a vivir con ella y su esposo desde la Ciudad de México, sigue sintiéndolos lejos, por su turno es de 14 días por 7 de descanso.
La policía mantiene comunicación con ellos por medio de videollamadas e intenta exprimir su tiempo al máximo para no sentirlos tan lejos cuando tienen que separarse por largos periodos de tiempo, especialmente esta Nochebuena.