¿SOBRECARGA DE ESTRÉS?

Descubre si estás a punto del colapso

PARA UBICAR

El estrés es una reacción física y psicológica a una demanda, y esa demanda puede ser cualquier cosa, explica Safia Debar, experta en manejo de estrés de Mayo Clinic Healthcare en Londres.

  • “El estrés provoca una cascada de reacciones en la mente y el cuerpo a medida que generan una respuesta al mismo”, explica Debar.
  • En condiciones de estrés normal, una persona comienza en un valor de referencia de relajación, se encuentra con un factor estresante, comienza la respuesta al estrés, alcanza un máximo y después vuelve a bajar al valor de referencia.
  • El estrés que es bueno para nosotros y que incluso puede darnos una sensación de bienestar es el “eustrés”, lo opuesto a la aflicción. “El mismo evento, por ejemplo, casarse, puede provocar cualquiera de los dos”, explica la especialista.

EL MECANISMO

Entre los cambios físicos que pueden ocurrir al percibir una amenaza, enumera la doctora Debar, se encuentran los siguientes:

  • Se activa el sistema nervioso simpático y la producción de la hormona principal del estrés, el cortisol.
  • Los pensamientos se vuelven negativos cuando pasa por algo malo o lo anticipa. La atención se hiperconcentra en lo que está sucediendo.

  • El corazón, los pulmones y los músculos se preparan para que luches o corras. Aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria a medida que el cuerpo necesita llevar más oxígeno a las células. Los músculos se tensan.
  • Los sistemas digestivos y reproductivos no son necesarios, por lo que sus actividades se ralentizan.
  • El sistema inmunitario deja de prestar atención a la lucha contra invasores microscópicos como virus o células cancerosas y entra en un modo inflamatorio, lo que aumenta su producción de proteínas denominadas citocinas que ajustan este proceso.
  • Cuando la persona se da cuenta de que la amenaza ha pasado, el cuerpo comienza a repararse a sí mismo de esta respuesta y a “ordenarse”. Cambia a un estado de reparación, renovación y crecimiento a medida que la respuesta al estrés se neutraliza.
  • Sin embargo, cuando una persona está bajo mucho estrés en repetidas ocasiones, explica Debar, la capacidad para volver al valor de referencia comienza a disminuir lentamente.
  • “El estrés puede aparecer y mantenerse ahí en una respuesta prolongada. Aquí es cuando estás hipervigilante: estás conectado pero cansado, estás ansioso”, señala la especialista.
  • “O bien, la vida ha puesto tantos factores estresantes en tu camino que respondes de manera inadecuada. Lo crítico es la falta de recuperación y no el factor estresante en sí. Después de un tiempo, es posible que simplemente quedes como ‘adormecido’ y no muestres ninguna respuesta. A veces las personas piensan que sería bueno no mostrar ninguna respuesta, pero internamente la respuesta al estrés y su cascada de actividades internas aun así están sucediendo”, agrega la especialista.

¡ATENCIÓN!

Hay varias señales que indican que puedes estar en peligro de sufrir una sobrecarga de estrés, a decir de la doctora Debar, entre ellas:

  • Si el estrés se siente incesante y constante.
  • Si sientes que no puedes controlar el estrés y no puedes relajarte o sientes que estás en piloto automático.
  • Si tienes problemas para regular las emociones.
  • Si comienzas a esconderte de la vida o las personas.
  • Tienes síntomas físicos como dolor de cabeza, dolor de pecho, malestar estomacal, problemas para dormir o te enfermas con más frecuencia.

¡BUSCA AYUDA!

El estrés crónico puede tener efectos a largo plazo sobre la salud. “Las personas que sienten síntomas físicos continuos o descubren que los cambios en el estilo de vida no parecen ayudar deben buscar ayuda médica profesional”, sugiere Debar.

  • Si requieres apoyo puedes acudir a uno de los 341 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones de la Conasama, que brindan apoyo gratuito en el País (https://bitly.ws/34Zno), o a la Línea de la Vida 800 911 2000.

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