Los miembros de los bancos centrales de México y de Estados Unidos están divididos sobre la lectura de los recientes datos de inflación y el momento de comenzar a recortar las tasas de interés, de acuerdo con lo expuesto en las respectivas minutas de las últimas reuniones de política monetaria en ambos países.
En el País, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) indicó que en sus siguientes encuentros evaluará la posibilidad de ajustar su tasa de referencia, que se ubica en el máximo histórico del 11.25 por ciento, a pesar de reconocer que el panorama inflacionario sigue implicando retos, según la minuta de su más reciente reunión, publicada este jueves.
La próxima decisión de Banxico está pautada para el 21 de marzo, tres años después de la última reducción de la tasa clave.
En Estados Unidos, las actas de su última reunión, dadas a conocer el miércoles, mostraron que la mayoría de los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) se mostraron preocupados por los riesgos de recortar las tasas de interés demasiado pronto.
La próxima junta del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) será el 19 y 20 de marzo.
Banxico

La aceleración de la inflación general desde octubre dejó a algunos miembros de la Junta de Gobierno de Banxico preocupados por una posible propagación en los indicadores subyacentes, según las minutas de la reunión de política monetaria del 8 de febrero, publicadas hoy.
Un miembro instó a esperar a que se observe una clara trayectoria descendente en la inflación de los servicios antes de comenzar la flexibilización monetaria, y agregó que los datos de inflación y actividad económica han enviado señales contradictorias.
Otros miembros de la Junta adoptaron un tono más optimista, mientras que una tercera opinión sostuvo que la inflación en 2023 disminuyó a una velocidad que tiene pocos precedentes y que se debería considerar un recorte de las tasas de interés si las condiciones macroeconómicas lo permiten.
Posturas encontradas
Un miembro señaló que, si bien siempre debe tenerse presente que la meta de inflación es sobre el índice de la general, al conducir la política monetaria debe considerarse que el componente no subyacente es muy volátil y que el subyacente refleja de mejor forma la tendencia de la inflación.
Opinó que, ante los retos, cuando las condiciones macroeconómicas permitan recortes en la tasa de referencia, estos serían graduales. Destacó que el Banco de México debe seguir con el enfoque de cautela que ha guiado sus decisiones.


Otro miembro dijo que en el comunicado de esta decisión debe preservarse el tono de cautela ante un entorno en el cual el balance de riesgos para la inflación se mantiene sesgado al alza. Advirtió que no se puede descartar que sea necesario mantener el nivel actual de la tasa de referencia por más tiempo del que anticipa el consenso del mercado.
Un miembro más señaló que en esta ocasión no debe plantearse una primera disminución de la tasa de referencia, considerando que la inflación general recientemente ha aumentado, incluso más de lo previsto, ante el repunte del componente no subyacente y dado que las expectativas de inflación de corto y mediano plazo se ajustaron al alza.
Opinó que antes de iniciar un ciclo de recortes consecutivos en la tasa de referencia se requiere que la inflación subyacente y, particularmente, el subcomponente de servicios, muestren una menor persistencia y consoliden una trayectoria descendente, como anticipan las previsiones del Instituto Central.


Otro miembro apuntó que, hacia delante, dada la desinflación prevista y el incremento pasivo de la tasa real, de no ajustarse la tasa de referencia, la proporción entre ambas brechas (entre tasa de inflación y la tasa real ex ante) podría elevarse sustancialmente y por arriba de lo necesario.
Añadió que, debido al sesgo al alza del balance de riesgos para la inflación, el pronóstico aún es susceptible de revisarse en esa dirección, lo que implicaría que el espacio para calibrar la postura monetaria es acotado y requerirá de una evaluación minuciosa en cada decisión.
Un miembro enfatizó que la política monetaria debe responder a la tendencia del panorama inflacionario en su conjunto y consideró que sus avances permiten discutir la pertinencia de un ajuste en la postura.
Destacó que dado que la política monetaria opera con rezagos, esta seguirá propiciando la convergencia de la inflación, y añadió que la velocidad con la que se trasmite a los diferentes componentes es heterogénea.

Fed

La mayoría de los directivos de la Reserva Federal (Fed) prefiere la prudencia, pero otros creen que es riesgoso comenzar las rebajas tarde, según extractos de la sesión del 30 y 31 de enero pasados. La mayoría de los participantes de la reunión de enero del banco central estadounidense destacaron los riesgos que tendría el actuar demasiado rápido para flexibilizar la política monetaria.
Este grupo subrayó la importancia de evaluar cuidadosamente los datos disponibles para determinar si la inflación desciende a 2 por ciento de forma duradera, ya que un comienzo prematuro de los recortes podría llevar a un repunte en el alza de precios.
Pero otros participantes del encuentro subrayaron los riesgos para la economía asociados a mantener una postura demasiado restrictiva durante demasiado tiempo, indicó el documento. En esa hipótesis, la economía estadounidense podría perder fuelle demasiado rápido, con un alza del desempleo e incluso una recesión.