ALTARES DE DOLORES

Una tradición en Semana Santa

EL SIMBOLISMO

Los altares están dedicados a la Virgen María, en su advocación Dolorosa, como recuerdo de los sufrimientos que experimentó durante la vida, la pasión y crucifixión de Jesús, su hijo.

  • También son llamados “incendios” debido al reflejo de los elementos dorados y las luces de las velas, y están llenos de simbolismos asociados a la Pasión de Cristo y a las penurias de su madre.

Personaje central

  • La virgen dolorosa es el motivo principal de los altares; la imagen mariana suele colocarse en su representación escultórica o pictórica.

Los siete dolores

  • Al pie del montaje se coloca un tapete hecho con semillas y aserrín, cuya figura, de un corazón atravesado por siete puñales o dagas, representa el sufrimiento de la Virgen. Las siete espadas evocan los Siete Dolores.
  • La profecía de Simeón. Se dirigió a la Virgen: “Este niño está destinado para ser caída y resurgimiento de muchos en Israel; será signo de contradicción”, y le anticipa que su alma será traspasada por una espada.
  • La huida a Egipto.
  • La pérdida del niño Dios en el Templo.
  • Cuando Jesús y María se encuentran en el camino a la Cruz.
  • Cuando Jesús muere en la Cruz.
  • Cuando Jesús es bajado de la Cruz y puesto en los brazos de María.

  • Cuando Jesús es sepultado.

El luto y las lágrimas

En el Altar de Dolores también se aprecian otros elementos que aluden al luto, el sufrimiento y la esperanza de la Resurrección.

  • Los lienzos morados representan el luto y los sufrimientos.
  • Los germinados de cereal, el cuerpo de Cristo y la esperanza de la Resurrección.
  • Las naranjas doradas evocan a la Virgen, quien, al aceptar ser la madre de Cristo, admite el sufrimiento que conlleva. En estos cítricos se clavan banderitas de oro y plata para indicar el triunfo de Cristo y María sobre el pecado y el mal.
  • Las siete jícaras o vitroleros con agua de diferentes sabores y colores simbolizan los Siete Dolores de la Virgen y sus lágrimas derramadas. Los recipientes de cristal son adornados con flores, principalmente claveles, rosas y lilis que representan iconográficamente la figura mariana.
  • La luminosidad de las esferas de cristal de colores, además de cirios, lámparas de aceite o velas de cera escamadas refieren al reinado de María en el cielo y su triunfo sobre el pecado.

La Pasión

  • Los tapetes elaborados con semillas, pétalos de flores y aserrín contienen motivos alusivos a la Pasión: la lanza, la corona de espinas y la cruz.
  • El gallo representa las tres negaciones de Pedro y las monedas pagadas a Judas por la traición a Jesús.

PARA VISITAR

Cómo cada año, la tradición de los Altares de Dolores es motivo de exhibiciones en varios recintos culturales como:

Museo de El Carmen

El recinto de San Ángel alberga la exposición Dolorosas de la Profesa en San Ángel que reúne cinco obras del acervo del Templo de San Felipe Neri, conocido como “La Profesa”; destaca entre las obras “Porterita”, atribuida a Nicolás Enríquez, una escultura de mediano formato que estuvo en la portería del primer templo del oratorio. La pieza convive con los óleos Virgen de los Dolores rodeada de ángeles, atribuida a Cristóbal de Villalpando; El Calvario, de Miguel Cabrera; Virgen de los Dolores, de Bartolomeo Mancini, y La Virgen de los Dolores con san Juan Ignacio y san Felipe Neri, de José de Alcíbar, además de una talla en madera de la Dolorosa, proveniente del Museo de Arte Religioso del Exconvento de Santa Mónica, en Puebla.

Imagen de la Virgen de Dolores conocida como la "Porterita". Foto: Mauricio Marat / Cortesía INAH
  • Dónde: Museo de El Carmen (Av. Revolución 4 y 6, San Ángel).
  • Horario: de miércoles a viernes, 11:00 a 15:00 horas; sábado y domingo, 10:00 a 15:00 horas.
  • Entrada: 75 pesos
  • En exhibición hasta mayo
Foto: Mauricio Marat / Cortesía INAH

Museo Nacional de las Intervenciones

Cada año, el Museo Nacional de las Intervenciones retoma la costumbre de montar el Altar de Dolores, que se apega a la vida conventual que dio origen al recinto de Churubusco, habitado por monjes franciscanos. En el Portal de Peregrinos el óleo Virgen Dolorosa, del siglo 18, es el centro del altar realizado con elementos que aluden a la pasión de Cristo y a los dolores de su madre.

El Altar de Dolores la bienvenida a los visitantes en el Portal de Peregrinos. Foto: Mauricio Marat / Cortesía INAH
  • Dónde: Museo Nacional de las Intervenciones (20 de Agosto s/n, San Diego Churubusco).
  • Horario: de martes a domingo, 10:00 a 17:00 horas.
  • Entrada: 75 pesos.
  • En exhibición hasta el 19 de mayo
El cuadro de la Virgen Dolorosa, del siglo 18, es el centro del altar. Foto: Mauricio Marat / Cortesía INAH

Museo Nacional del Virreinato

Del pintor novohispano Cristóbal de Villalpando se exhibe el cuadro La Virgen de los Dolores, un óleo sobre tela que muestra a María con el rostro afligido y el corazón traspasado por una espada, en alusión a la profecía hecha por Simeón en la presentación de su hijo, Jesús: “y una espada traspasará tu propia alma para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones” (Lucas III, 34-35).

"La Virgen de los Dolores", del pintor novohispano Cristóbal de Villalpando es la pieza del mes en el recinto. Foto: Cortesía INAH
  • La obra es acompañada por un corazón flamígero de plata atravesado por siete puñales, que hacen referencia a los dolores tomados del Evangelio: tres relativos a la infancia del Niño Jesús y cuatro relativos a la pasión de Cristo.
Pieza del siglo 18, elaborada en plata. Foto: Cortesía INAH
  • Dónde: Museo Nacional de Virreinato (Hidalgo, 99, Tepotzotlán, EdoMex).
  • Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 16:45 horas.
  • Entrada: 90 pesos.

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