I. INTERVENCIÓN TEMPRANA

El trastorno del espectro autista es una afección del desarrollo del cerebro que afecta la forma en que una persona percibe y socializa, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación, desde complicaciones en el lenguaje hasta dificultad para seguir instrucciones.

El término “espectro” se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad.

De acuerdo con Rhodes Hernández, la prevención secundaria es actuar cuando se observan en el bebé ciertos síntomas que no van de acuerdo con el desarrollo.

Por ejemplo, cuando el niño muestra problemas para comenzar a hablar o la falta de contacto visual. O cuando hay inquietudes al observar cómo juega, aprende, actúa o se mueve.

Y es que, conforme la visibilidad e información sobre el autismo ha aumentado, también la detección temprana ha crecido.

Sin embargo, aún hay quienes llegan a un diagnóstico tardío, en ocasiones porque esperaban que hubiera mejoras con el paso del tiempo o a una recomendación médica.

“Empieza una intervención temprana, una estimulación de lenguaje”, recomienda Rhodes Hernández.

“Si el diagnóstico va a ser autismo, pues va a ser autismo, pero el niño va a llegar con mejores habilidades, y si el diagnóstico no iba a ser autismo porque sólo tenemos un retraso, un desfase en el desarrollo, pues lo atendiste a tiempo, y ya estás corrigiendo,”.

Otra recomendación es poner especial atención cuando el bebé fue prematuro, algo que es cada vez más común.

“Ese pequeñito muy probablemente va a tener dificultades de inatención de hiperactividad de problemas de aprendizaje, de autismo, probablemente discapacidad intelectual.

“Muchos prematuros van a tener dificultades y van a estar dentro de las estadísticas de niños que requieren atención en cuestión de aprendizaje o de conducta”.

II. DEDICAR TIEMPO

Finalmente, la prevención terciaria es cuando hay un diagnóstico y hay que acudir a la terapia especializada o escuela especializada.

“Muchas veces queremos arreglar las cosas cuando ya tenemos el problema encima”, advierte Rhodes Hernández.

“Queremos ir con el doctor para que le dé un medicamento a nuestro niño porque tiene déficit de atención e hiperactividad, que me lo calme, que me le ayude a poner atención, pero no hice nada para que el niño comiera bien, durmiera a sus horas, dejara las pantallas, tuviera límites”.

La especialista llama a los padres a dedicar tiempo para observar el desarrollo de sus hijos.

“Ahora más que nunca es: ‘¿Quieres un hijo? Tienes que tomarte el tiempo para estar con él, estar en su desarrollo o en cualquier cosa que pueda suceder’, porque el niño te va a demandar tiempo y te va a demandar atención”.

III. SEÑALES TEMPRANAS

Tres primeras señales del trastorno del espectro autista en niños pequeños, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics:

– Retraso o falta de atención conjunta. A los 12 meses de edad, la mayoría de los niños pueden mirar inmediatamente en la dirección de un objeto al que un padre señala. Luego volverán a mirar al padre e imitarán la expresión del padre, generalmente una sonrisa.

Los niños en el espectro del autismo pueden parecer ignorar a los padres. Esto puede hacer que los padres se preocupen por una posible pérdida de la audición de sus hijos.

– Retrasos en el lenguaje. La mayoría de los niños pequeños pasan por una fase en la que repiten lo que escuchan. Los niños en el espectro del trastorno del autismo pueden repetir lo que escuchan durante un período más largo.

– Regresión en hitos del desarrollo y habilidades. Alrededor del 25 por ciento de los niños a los que más tarde se les diagnostica un trastorno del espectro autista puede desarrollar algún lenguaje que dejan de usar repentina o gradualmente.

Por lo general, esto puede ocurrir entre los 15 y los 24 meses de edad. También pueden volverse más retraídos socialmente.

Fuente: www.healthychildren.org

EN BUSCA DE ESTRATEGIAS

Ante el aumento de casos de autismo y de trastornos del déficit de atención con y sin hiperactividad, la Asociación de Psicólogos Escolares dedicará su seminario anual a estas dos condiciones, el viernes 19 y sábado 20 de abril.

“Será una gran experiencia de actualización que nos lleva a una concientización y compromiso de hacer cada día mejor nuestro quehacer con estos alumnos que están en nuestra responsabilidad”, dijo Alma Bocanegra, presidenta de la agrupación.

“Necesitamos crear mejores estrategias, mejores herramientas para ayudarlos a que tengan un mejor desarrollo”.

El encuentro está dirigido a maestros, educadores, directores, psicólogos y estudiantes de carreras afines. Será en la Facultad de Psicología de la UANL.

Para información de costos y horarios: 818-027-5190 y 812-771-6402.