I. UN LUGAR DIGNO

Mientras esperaban respuesta para construir una secundaria, Graciela buscó un espacio temporal para los niños pudieran estudiar en la comunidad.

Pidió prestado el salón de juntas de los ejidatarios y lo convirtieron en su lugar de estudios. Pero no tenían bancos, mesas ni luz.

“No podíamos pegar cosas en la pared porque no era de nosotros y en este salón, sí”, cuenta Erik, de 15 años. “Ya tenemos un salón propio “.

El único gasto económico que tuvieron que hacer las familias fue para pagarle al ayudante del albañil. Se organizaron para vender comidas y hacer loterías.

Y cuando la maestra Jazmín se enteró que estaban buscando alguien para ocupar el puesto, no dudó en alzar la mano.

Originaria de Rinconada, recuerda los sacrificios que hizo para profesionalizarse, pues antes había que caminar hasta la carretera para tomar un autobús a Santa Catarina, donde estudió la prepa y carrera técnica.

“¿Por qué decidí quedarme en zona rural? Por lo que yo batallé”, cuenta la maestra. “Voy a ayudarles a los niños, a animarlos. Les digo: Querer es poder”.

El reto es grande, cuenta, pues por la falta de maestro en la primaria -en especial en época de la pandemia- existe rezago. Algunos alumnos no saben todavía leer, otros batallan para escribir.

Este fin de cursos se graduarán Erik y Fernanda, de 15 años, quienes aún analizan si podrán asistir al telebachillerato en Rinconada. Kristal y Efraín continuarán la secundaria y para el próximo ciclo se sumarán otros cuatro niños.

II. CONECTADOS POR ROTARIOS

Antes de salir de vacaciones de Semana Santa, los cuatro estudiantes empezaron a aprender sobre computación y a utilizar internet gracias al Club Rotario Monterrey Metropolitano.

La asociación benefactora junto con otras empresas llevaron equipo de cómputo, mobiliario y conectividad a la Escuela Primaria Miguel Alemán, en Rinconada, y a la Secundaria “Los Fierros”.

“Nos hace sentir bien que nuestra causa, nuestro propósito de Rotarios se está cumpliendo”, señala Jorge Peña, presidente del club.

Con su iniciativa Rotary Pinta México, pintaron la primaria y entregaron un salón con 34 computadoras.

Por la zona pasa el ferrocarril de Canadian Pacific Kansas City de México (CPKC) y hay una estación en Rinconada. La infraestructura permitió conectar la red a la Secundaria “Los Fierros”, donde también donaron cuatro computadoras.

“Hemos usado el internet para tareas que nos encarga la maestra o para investigar”, dice Fernanda, de 15 años.

Las empresas que contribuyeron para la entrega de apoyos en ambos planteles fueron CPKC de México, Xignux, Cams Monterrey Saltillo y Even Group.

Ahora, lo que la escuela necesita es un techo para el exterior, pues realizan actividades al aire libre y los lunes, sin falta, los honores a la Bandera de México.

“Mi deseo es que no dejen que se caiga la secundaria”, dice Graciela, la madre de familia. “Que sigan viniendo más niños”.

La semilla ya está en tierra fértil.