La muerte de un pasajero británico y las lesiones que sufrieron decenas de personas a bordo de un vuelo de Singapore Airlines que encontró una fuerte turbulencia el martes dejaron al descubierto los riesgos potenciales de volar en condiciones inestables.

La causa de muerte del pasajero de 73 años sigue bajo investigación. Según las autoridades, pudo haber sufrido un infarto, aunque no se ha confirmado.

Con base en los relatos de los testigos, el número de heridos, y el brusco descenso del avión, los expertos señalan los importantes riesgos que las turbulencias en vuelo suponen para la seguridad de los pasajeros y la tripulación.

Aunque las muertes relacionadas con turbulencias son bastante raras, las lesiones han ido en aumento a lo largo de los años. 

Algunos meteorólogos y expertos en aviación señalan que los informes sobre turbulencias también se han incrementado y apuntan a las posibles repercusiones que el cambio climático podría tener en las condiciones de vuelo.

Sin embargo, la mayoría de los incidentes son de poca importancia, y las aerolíneas han realizado mejoras constantes para reducir los índices de accidentes por turbulencias. 

Los expertos recomiendan a los viajeros que se mantengan alerta y subrayan como primera medida de protección la importancia de llevar abrochado el cinturón de seguridad siempre que sea posible.

¿Los pilotos pueden evitar las turbulencias?

Los pilotos utilizan diversos métodos para evitar las turbulencias, entre ellos el radar meteorológico. A veces simplemente pueden ver las tormentas y esquivarlas.

Pero las turbulencias de cielos despejados “son harina de otro costal”, según Doug Moss, ex piloto comercial y consultor de seguridad. Pueden ser devastadoras, dice, “porque el momento previo al incidente puede ser muy tranquilo, y toma a la gente desprevenida”.

Los controladores de tráfico aéreo avisan a los pilotos cuando otro avión se topa con una turbulencia de cielo despejado, explica Moss. Muchos capitanes también observan las corrientes de chorro de nivel superior a lo largo de su trayecto, en busca de señales de cizalladura del viento, y luego elaboran un plan para volar por encima, debajo o alrededor de esas zonas, dijo.

Los aviones modernos son lo bastante resistentes como para soportar casi cualquier turbulencia. Las zonas de la cabina, como los compartimentos superiores, pueden sufrir daños estéticos, “pero no afectan la integridad estructural de los aviones”, indicó Moss.

¿El cambio climático es la causa del aumento de turbulencias?

Algunos científicos destacan que los informes sobre encuentros con turbulencias van en aumento. Hay muchas explicaciones posibles, pero varios investigadores han apuntado a los efectos del clima.

Guinn, de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, explica que algunos predicen que el cambio climático podría alterar la corriente en chorro y aumentar la cizalladura del viento, lo que, en consecuencia, incrementaría la presencia de turbulencias

Paul Williams, profesor de ciencias atmosféricas de la Universidad de Reading, Inglaterra, dijo el martes en un comunicado que había “pruebas sólidas de que la turbulencia va en aumento debido al cambio climático”.

Williams dijo que su equipo de investigación descubrió recientemente que, por ejemplo, las turbulencias en cielos despejados sobre el Atlántico norte han aumentado un 55 por ciento desde 1979. Las proyecciones más recientes del equipo señalan que las turbulencias graves en las corrientes en chorro podrían duplicarse o triplicarse en las próximas décadas si las condiciones globales siguen los patrones previstos, dijo.

Sin embargo, otros afirman que también podría haber otros factores en juego. Cornman señala que podría haber un incremento en el tráfico aéreo en general, lo cual podría aumentar los encuentros con turbulencias a medida que surgen más pistas, incluidas aquellas situadas en zonas de mayor turbulencia.

¿Cómo pueden mantenerse seguros los viajeros?

En pocas palabras, abróchense los cinturones. 

Las turbulencias pueden ser difíciles de predecir, pero los expertos insisten en que la primera línea de defensa en el aire es llevar abrochado el cinturón de seguridad en la medida de lo posible.

“En general, los aviones están construidos para resistir turbulencias”, afirma Guinn, quien señala que el hecho de que los pasajeros no lleven abrochado el cinturón de seguridad es una de las principales causas de lesiones por turbulencia durante el vuelo. Aunque ninguna precaución es infalible, el uso del cinturón de seguridad reduce en gran medida la probabilidad de sufrir lesiones graves.

“Abróchese el cinturón”, subrayó Guinn. 

“Es una solución muy rápida para evitar lesiones”.