PATERNIDAD

Y la importancia de la salud mental.

En películas o caricaturas suelen presentarse imágenes cómicas de papás agobiados, torpes para labores como cambiar pañales u otras actividades cotidianas, pero más allá de las parodias de ficción, la paternidad puede implicar un desafío a la salud mental.

  • Los desafíos precisos dependen de cada padre, comenta Kate Gawlik, profesora clínica asociada del Ohio State College of Nursing, en Columbus. Pero en general, “la salud mental y el comportamiento del hijo están estrechamente entrelazados con los de su padre”, dice la también codirectora del programa de licenciatura en salud y bienestar de su facultad.
  • Los desafíos pueden comenzar tan pronto como comienza la paternidad. “Ha quedado bien establecido que los padres tienen un mayor riesgo de presentar síntomas de depresión y ansiedad durante el período perinatal”, justo antes y después del nacimiento del bebé, señala Sheehan Fisher, profesor asociado de psiquiatría y ciencias conductuales en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern University, en Chicago.
  • Alrededor de 10 por ciento de los nuevos papás sufren de depresión posparto, apunta Fisher, y el riesgo más alto se presenta de 3 a 6 meses después del nacimiento de un hijo. Eso es menos de la mitad de la tasa entre las mujeres. También podría ser una subestimación, afirma el especialista, porque los indicadores tradicionales tal vez no contemplan a cabalidad la depresión en los padres.
  • Los efectos sobre los hijos también parecen comenzar temprano. En una revisión de investigaciones sobre los padres y la salud mental que se publicó en la revista American Journal of Lifestyle Medicine en el 2016, Fisher escribió que la depresión en los padres se ha relacionado con comportamientos negativos de sus hijos desde la infancia hasta la niñez temprana. Se ha demostrado que la depresión paterna influye en la probabilidad de que el niño desarrolle depresión o ansiedad en la adolescencia y en la adultez temprana.
  • La paternidad también trae consigo estrés. Como todo padre sabe, la crianza de los hijos puede ser una de las experiencias más gratificantes, pero también una de las más desafiantes, por la que alguien pueda pasar, comenta Gawlik, que tiene cuatro hijos. “Hay mucho en juego”, agrega la experta. “Literalmente, eres responsable de otros seres humanos a los que no puedes controlar”.
  • En un estudio aún sin publicar, nutrido de una encuesta en línea a 722 padres de niños menores de 18 años para un reciente informe sobre paternidad en EU del que Gawlik fue coautora, el 44 por ciento de los hombres informó sentir desgaste, definido como “estrés y agotamiento crónicos que superan la capacidad de sobrellevar y funcionar como padre”. El desgaste, refiere el informe, puede dejar a los padres sintiéndose distanciados de sus hijos y agotados física, mental y emocionalmente.
  • Las madres se enfrentan a sus propios desafíos físicos y mentales. La depresión materna puede afectar a los niños de muchas formas, y en la encuesta de Gawlik, el 55 por ciento de las madres informó sentirse desgastada.
  • Todo esto tiene implicaciones para la salud cardíaca: el estrés, la depresión y la soledad han sido relacionados con problemas cardiovasculares.
  • Los padres que no padecen de depresión pueden actuar como un amortiguador para los niños cuando las madres experimentan problemas, según ha mostrado la investigación. Pero Fisher, un padre soltero de una hija de 5 años, comparte que la sociedad, por lo general, es más empática con las necesidades de las nuevas mamás que las de los papás.
  • Entretanto, muchos padres modernos trabajan sin un prototipo del que puedan guiarse mientras tratan de cumplir con sus deberes tradicionales y de aprender a criar de maneras que las generaciones anteriores no modelaron, agrega Fisher.
  • Aunque mucha de la investigación se ha centrado en los padres biológicos, dijo Fisher, la mayoría de las conclusiones no parecen limitarse solo a los papás biológicos.
  • “Tenemos que ampliar la investigación perinatal para entender las experiencias de los padres de las diversidades sexuales y de género, y de estructuras familiares diversas”, comenta Fisher. “Sospechamos que algunas de las experiencias de los padres podrían ser válidas también para padres no biológicos en general, pero ellos tienen muchas experiencias únicas que necesitamos entender”.

AUTOCUIDADO

Sheehan Fisher, profesor asociado de psiquiatría y ciencias conductuales,  y Kate Gawlik, profesora de salud y bienestar, sugieren varias formas de apoyar a los padres, algunas en una escala amplia y otras a título individual.

1. Licencia de paternidad

A nivel social, ejemplifica Fisher, los padres tanto en Estados Unidos como en México por lo general no tienen acceso a la licencia parental durante los días cruciales después de la llegada de un niño, y cuando la tienen, toman menos tiempo libre que las madres. Tanto los padres como las madres se quedan cortos en comparación con otros países industrializados.

2. Reconocer el problema

A nivel personal, indica Fisher, los papás deben ser conscientes de los posibles problemas de salud mental y estar dispuestos a reconocer que necesitan ayuda. Los hombres a menudo no buscan tratamiento para sus necesidades médicas y la depresión puede empeorar este problema.

  • Los hombres deben ser honestos consigo mismos si se sienten deprimidos, abatidos o ansiosos, y también “tener en cuenta la opinión de otras personas que podrían notar que tu comportamiento no es normal. Tú mismo podrías darte cuenta de que bebes una copa de más cada noche, o podrías notar un poco más de irritabilidad”.

3. Buscar ayuda profesional

Un profesional de la salud mental puede brindar ayuda, señala Fisher, especialista en psiquiatría y ciencias conductuales. “Ser evaluado te permite conocer las recomendaciones y las opciones disponibles para apoyarte” y esto no siempre significa medicamentos o terapias.

  • Kate Gawlik, profesora de salud y bienestar, concuerda en que la cultura debe ser más solidaria de la paternidad moderna. “Verdaderamente siento que esta es un área donde, como sociedad, como comunidades, no estamos haciendo lo suficiente”.

4. Crear una red de apoyo

A veces, un padre puede identificar los problemas y acercarse a otros para encontrar alivio, señala Gawlik. Por ejemplo, si un padre está estresado porque siente que todo lo que hace se reduce a llevar a sus hijos a actividades extracurriculares, crear un sistema de transporte compartido podría ayudar.

  • Hablar con otros padres en esas actividades puede ayudar en muchas otras formas, especialmente a los papás, señala la especialista.
  • Si un hijo tiene un problema específico, como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), “sería magnífico conectar con otros padres que también tienen hijos con TDAH, porque ellos están pasando por lo que tú estás pasando”, apunta Gawlik. Esos otros padres pueden brindar empatía y posiblemente compartir estrategias que les han funcionado.

5. Ajustar las expectativas

Las conexiones en la vida real pueden ayudar con otro estresante común: la idea de que todos los demás saben cómo ser padres. “Proponerte ser perfecto todo el tiempo no es una expectativa realista”, subraya Gawlik. “Así que realmente necesitamos considerar ajustar nuestras expectativas, no solo para nosotros mismos, sino también para nuestros hijos”.

  • Las soluciones, al igual que los problemas, variarán de una persona a otra, agrega Gawlik, pero es importante actuar temprano. “Todo radica en la prevención. Una vez que entras en un ciclo de desgaste, es más difícil salir del mismo”.
  • Fisher también enfatiza la necesidad de que los papás desarrollen una comunidad de apoyo, incluso si se sienten bien. El autocuidado, que incluye exámenes médicos regulares y encontrar tiempo para relajarse, es importante “para garantizar que están atendiendo su bienestar general, algo que tiene un impacto sobre toda la familia”.

Con información de Michael Merschel / American Heart Association vía AP

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