Ni con un milagro

¡No por favor, no! Soporté no haber conocido a Pedro Infante, salí adelante a pesar de no haber podido entrevistar a “Cantinflas” o a “La Doña”, María Félix, superé el tener que vivir con el recuerdo de las charlas que tuve con Alejandro Sanz, Chayanne y Ricky Martin, a quienes hace años que no veo, pero, ¿esto?, perdónenme pero no lo acepto bajo ninguna disculpa o explicación.

 

No me pidan que supere el dolor de ser rechazada por Natanael Cano públicamente, pídanme lo que quieran pero eso no, por favor. El intérprete de corridos tumbados me tumbó bien gacho porque en un concierto dijo abiertamente que le dedicaba: “Esta canción a todas las mujeres guapas… menos a las gordas”. ¿Por qué,  Dios mío?, ¿no crees que ya me castigaste bastante con aguantar seis años a López Obrador y otros seis que me tengo que chutar a los morenistas, como para que  además este desgraciado se niegue a cantarme sus adorables temas por el pecado de tener sobrepeso? ¿Qué sigue?, ¿Encerrarme a solas con Niurka durante varias  horas?

No sé si el dolor me permita escribir nuevamente, pero por lo pronto permítanme decirle a Natanael que la gordura en una de “esas” se quita, pero la cara de menso y lo idiota ni con un milagro de “La Rosa de Guadalupe”.



 

 

Después de mí no hay nadie

Somos un pueblo imbatible, me queda claro, porque aguantar la incapacidad de nuestros gobernantes, la violencia generalizada, la música basura que se hace en estos días y de pilón, tener que soportar a los “cantantes cohetes” (que se elevan en un segundo), está cañón, ¿eh?

De verdad que ni Winston Churchill, que venció a los nazis, podría con todo esto. Algunas de las nuevas “figuras” de la música mexicana se sienten como si estuvieran al nivel de Michael Jackson o Freddy Mercury.

La última que se aventó Peso Pluma fue decir que él “ha marcado un antes y un después en la música mexicana”. El largirucho intérprete se percibe a sí mismo como un súper héroe que salvó la música regional. ¿Ya ven a qué me refiero? Este par no hubieran podido hacer nada en los ochentas o noventas porque dudo mucho que alguna disquera les permitiera grabar con esas voces, pero como en “Tierra de ciegos, el tuerto es rey”, ahí tienen a sus ídolos de barro.

Aunque pensándolo bien tiene razón, porque antes la gente admiraba a artistas en toda la extensión de la palabra y ahora se dejan atrapar por los que cantan feo, se dan sus pases de mota y hasta presumen de ser amigos de los “pericos”.

Los dejo porque debo desprenderme del desdén de Natanael y del ego  de Peso Pluma. Si pueden los espero a partir de la 1.15 pm en mi canal de YouTube, Viborilda, en el que nos acompañará un rato el excelente comedianteMario Aguilar.

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