Como un gran amigo, leal, de solidez moral, honesto, intelectual, con vocación por la enseñanza y, sobre todo, con una enorme calidad humana, así recuerdan sus seres queridos a Miguel Alfredo Vargas Gómez tras su sensible fallecimiento.
El amor a Dios y la honestidad fueron valores que siempre le inculcaron sus padres, así como la vocación del trabajo; desde temprana edad mostró interés por el estudio y desarrolló una gran afición por la lectura y el piano.
Cuentan sus seres queridos que dos anécdotas marcaron su convicción por la medicina: la enfermedad de su hermano, Juan Antonio, quien padeció peritonitis severa y con pocas oportunidades de salvarse, sobrevivió.
La segunda: un asalto que sufrió su padre, que resultó en una herida de bala, a quien él mismo pudo salvar, pues llevaba estudiando cinco años la carrera de Medicina en la UNAM, de la cual egresó.
Maestro insustituible, amigo leal, trabajador incansable, motivador de su entorno; lo extrañamos”.
Deseo destacar su capacidad de transmitir conocimientos, sencillez y su amistad”.
En su trayectoria, Miguel Alfredo Vargas Gómez, el “teacher”, como le decían de cariño, dejó huella en la docencia e investigación por más de 50 años y su calidad humana se vio reflejada al tratar a sus pacientes como si fueran sus hijos.
En este camino tuvo varios logros, como escribir un libro y grabar un videolibro de dos volúmenes con técnicas quirúrgicas; la publicación de 68 artículos de cirugía pediátrica a nivel nacional e internacional en el Journal of Pediatric Surgery, así como la dirección de 22 tesis.
Participó en la formación de 184 cirujanos pediatras, tanto en el INP, como en el Hospital Infantil Moctezuma; fue profesor invitado del American College of Surgeons en el 88 Congreso Nacional, en San Francisco, en 2002.
Tenía una ética de trabajo enorme, gran responsabilidad hacia sus pacientes, sus alumnos y hacia la institución donde laboraba; el cuidado de sus pacientes no tenía horario. Su tenacidad y constancia lo distinguían”.
Querido Miguel, gracias por tu amplia experiencia quirúrgica en cirugía pediátrica con el liderazgo concomitante”.
Deseo destacar la solidez moral, honestidad intelectual, dedicación y constancia que distinguieron al doctor Miguel Vargas en toda su trayectoria”.
Además, Miguel Alfredo Vargas Gómez innovó a nivel mundial el manejo de la atresia de esófago tipo I, con abordaje neonatal y realizó el primer trasplante hepático infantil, en México, en 1985.
En 1976, fue cirujano pediatra visitante en los servicios de cirugía pediátrica en los Estados Unidos en el Jackson Memorial Hospital en Miami, con el profesor Mark I. Rowe, en el Mott Children Hospital Ann Arbor en Michigan, con Arnold G. Coran, y en Massachusetts General Hospital en Boston, con Hardy Hendren. Destacó como profesor examinador en el Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica de 1982 a 2018.
Entre sus principales reconocimientos se encuentra el primer lugar en estímulos y recompensas en el INP por haber realizado el primer trasplante de hígado en un niño en México, en 1986; Profesor Nacional, otorgado por la Sociedad Mexicana de Cirugía Pediátrica en 1998; Premio Gen, por el tratamiento de la atresia de esófago tipo 1, con mención especial del doctor Hardy Hendren en 1991.
Es importante destacar su capacidad de enseñar, su elevado sentido de la amistad y su amor inmenso hacia los niños”.
El ‘teacher’ ganó ese apelativo por su capacidad de enseñar, no sólo en el aula, sino en la misma cirugía. Gracias por todo lo que nos dio. Un abrazo hasta el cielo”.
Profesor de posgrado distinguido por consenso a nivel mundial al impartir la conferencia “Sustitución del esófago en malformaciones congénitas”, en San Francisco, en 2002; Medalla UNAM por 30 años de servicio académico; médico emérito de la Asociación Médica del Centro Médico ABC por tres décadas de servicio, en 2018; premio Aesclepio en Cirugía pediátrica por cuatro décadas de formación de médicos, en 2021; Medalla al Mérito Académico Dr. Alberto Peña Rodríguez por el Colegio y Sociedad Mexicana de Cirugía Pediátrica, en 2023.
A través de sus hijos, nietos y familia, permean los grandes valores que lo hicieron destacar a lo largo de su vida. Descanse en paz, Miguel Alfredo Vargas Gómez.
Fue un ejemplo de congruencia, en todos los ámbitos de su vida, dejando claro que la mejor manera de educar es con el ejemplo”.
Aprendí de él que el éxito en la cirugía está en la atención al detalle, desde la planeación hasta la ejecución del último punto de sutura, en todo tipo de cirugía”.
Un gran ser humano y profesionista, pero,
sobre todo, un extraordinario maestro
consagrado siempre a la cirugía pediátrica”.
Fue el profesor que participó en la formación del mayor número de cirujanos pediatras en el Instituto Nacional de Pediatría y en el Hospital infantil Moctezuma. Recuerdo su dedicación y pasión por la enseñanza".
Querido maestro, su dedicación y enseñanzas no sólo me formaron cómo cirujano pediatra, sino que también me enseñaron el valor de la excelencia en cirugía. Su legado vive en cada vida que tocó”.
Tributo a Carmen Pierson Armendáriz
Como una mujer ejemplar, gran madre y amiga, la experta en decoración Carmen Pierson Armendáriz es recordada por sus seres queridos por su alegría, talento, amor por el cine y la naturaleza.