Los votantes franceses enfrentan una elección decisiva el 7 de julio en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas que podrían ver al primer gobierno de extrema derecha del país desde la ocupación nazi de la Segunda Guerra Mundial, o a ninguna mayoría en absoluto.

Los resultados oficiales sugieren que el partido nacionalista y antimigratorio Agrupamiento Nacional de Marine Le Pen tiene buenas posibilidades de lograr una mayoría en la cámara baja del parlamento por primera vez, pero el resultado sigue siendo incierto en medio del complejo sistema de votación y las tácticas políticas.

¿Qué pasó?

En la primera vuelta del domingo, el Agrupamiento Nacional y sus aliados llegaron a la delantera con alrededor de un tercio de los votos. La coalición Nuevo Frente Popular, que incluye a fuerzas de centroizquierda, verdes y de extrema izquierda, quedó en segunda posición, por delante de la alianza centrista del Presidente Emmanuel Macron.

Decenas de candidatos que ganaron al menos el 50 por ciento de los votos el domingo fueron elegidos directamente. Todas las demás contiendas se encaminan a una segunda vuelta el 7 de junio en la que participarán dos o tres candidatos destacados.

Las proyecciones de las encuestas sugieren que el Agrupamiento Nacional tendrá la mayor cantidad de escaños en la próxima Asamblea Nacional, pero no está claro si obtendrá una mayoría absoluta de 289 de los 577 escaños.

El sistema de votación francés no es proporcional al apoyo nacional a un partido. Los legisladores son elegidos por distrito.

¿Que sigue?

Los rivales del Agrupamiento Nacional están luchando para evitar que consiga una mayoría absoluta.

La coalición de izquierdas anunció que retiraría a sus candidatos en los distritos en los que quedaron en tercera posición para apoyar a otros candidatos opuestos a la extrema derecha. La alianza centrista de Macron también dijo que algunos de sus candidatos renunciarían antes de la segunda vuelta para intentar bloquear la Agrupación Nacional.

Esa táctica funcionó en el pasado, cuando el partido de Le Pen y su predecesor, el Frente Nacional, eran considerados parias políticos por muchos. Pero ahora el partido de Le Pen cuenta con un amplio y profundo apoyo en todo el país.

¿Por qué está creciendo la extrema derecha?

Si bien Francia tiene una de las mayores economías del mundo y es una importante potencia diplomática y militar, muchos votantes franceses luchan contra la inflación, los bajos ingresos y la sensación de que la globalización los está dejando atrás.

El partido de Le Pen, que culpa a la migración de muchos de los problemas de Francia, ha aprovechado esa frustración de los votantes y ha construido una red de apoyo a nivel nacional, especialmente en pequeñas ciudades y comunidades agrícolas que ven a Macron y a la clase política de París como fuera de onda.

¿Qué es la cohabitación?

Si la Agrupación Nacional u otra fuerza política distinta a su alianza centrista obtiene la mayoría, Macron se verá obligado a nombrar a un Primer Ministro que pertenezca a esa nueva mayoría.

En una situación así —llamada “cohabitación” en Francia— el gobierno implementaría políticas que divergen del plan del Presidente.

La moderna República francesa ha conocido tres cohabitaciones, la última bajo el Presidente conservador Jacques Chirac y el Primer Ministro socialista Lionel Jospin, de 1997 a 2002.

El Primer Ministro es responsable ante el Parlamento, dirige el gobierno y presenta proyectos de ley.

El Presidente se ve debilitado en el plano interno durante la cohabitación, pero aún conserva algunos poderes en materia de política exterior, asuntos europeos y defensa, ya que es el encargado de negociar y ratificar los tratados internacionales. El Presidente es también el comandante en jefe de las fuerzas armadas del país y es quien posee los códigos nucleares.

¿Por qué eso importa?

La Asamblea Nacional, la cámara baja, es la más poderosa de las dos cámaras del parlamento francés. Tiene la última palabra en el proceso legislativo frente al Senado, dominado por los conservadores.

Macron tiene mandato presidencial hasta 2027 y dijo que no renunciará antes del final de su periodo. Pero un Presidente francés debilitado podría complicar muchas cuestiones en el escenario mundial.

Durante las cohabitaciones anteriores, la política exterior y de defensa se consideraban el “campo reservado” informal del Presidente, que generalmente lograba llegar a acuerdos con el Premier para permitir que Francia hablara con una sola voz en el exterior.

Sin embargo, hoy en día, las opiniones de la extrema derecha y de la coalición de izquierda en estas áreas difieren radicalmente del enfoque de Macron y probablemente serían tema de tensión durante una posible cohabitación.

El líder de extrema derecha Jordan Bardella, que podría convertirse en Primer Ministro si su partido gana la mayoría de los escaños, dijo que pretende “ser un Primer Ministro de convivencia que sea respetuoso de la Constitución y del papel del Presidente de la República, pero inflexible en cuanto a las políticas que implementaremos”.

Bardella dijo que, como Premier, se opondría al envío de tropas francesas a Ucrania, una posibilidad que Macron no ha descartado. Bardella también dijo que rechazaría el envío de misiles de largo alcance y otras armas capaces de alcanzar objetivos dentro de Rusia.

¿Qué pasa si no hay mayoría?

El Presidente puede nombrar a un Primer Ministro del grupo parlamentario con más escaños en la Asamblea Nacional, incluso si no tiene mayoría absoluta; este fue el caso de la propia alianza centrista de Macron desde 2022.

Sin embargo, el Agrupamiento Nacional ya dijo que rechazaría esa opción, porque significaría que un gobierno de extrema derecha podría ser derrocado pronto a través de una moción de censura si otros partidos políticos se unen.

El Presidente podría intentar construir una amplia coalición de izquierda a derecha, una opción que parece poco probable, dadas las divergencias políticas.

Otra opción sería nombrar un “gobierno de expertos” que no estuviera afiliado a ningún partido político, pero que de todas formas necesitaría la aprobación de la mayoría de la Asamblea Nacional. Un gobierno de ese tipo probablemente se ocuparía principalmente de asuntos cotidianos en lugar de implementar reformas importantes.

Si las conversaciones políticas se prolongan demasiado en medio de las vacaciones de verano y los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto en París, el Gobierno centrista de Macron podría mantener un gobierno de transición en espera de nuevas decisiones.