A más de dos años de inaugurada, la refinería del Presidente López Obrador en su estado natal aún no produce ningún combustible para motores comercialmente viable, pese a las promesas del Mandatario.
Ahora, tras incumplir sus propias metas y en medio de la presión para que esté lista antes de que termine su Administración, funcionarios del Gobierno y de Pemex se han enredado respecto a su operación.