Hace dos años que Heidi Balvanera no pisaba México y, en su última visita a la Ciudad, descubrió los cambios de la tierra que la vio nacer y reflexionó sobre las transformaciones en su vida y las diferencias culturales en cada lugar.
Por una década, Los Ángeles ha sido su lugar de residencia junto a su esposo, Jaime Camil, y sus hijos, Elena Camil y Jaime Camil, pero no percibe el mismo trato que en la Capital, donde estuvo de paseo por unos días y encontró la calidez que echaba de menos; además, recargó energía para continuar su rutina.
Fue muy dura la adaptación porque los mexicanos son muy cariñosos y no es que no lo sean allá, sino que no tanto como nosotros.Obviamente, es distinta la calidad humana y el sentido del humor”
Asimismo, el hecho de no estar cerca de sus familiares es uno de los mayores retos de Heidi Balvanera en el extranjero, sin embargo, esto hace que en su casa sean muy unidos.
“Como pareja, tuvimos muchísimos desafíos, lo cual pasa en todas las relaciones, pero creo que, como de cierta forma, estamos solos allá, dependemos el uno del otro; además, desarrollamos la compasión. Esto permea en los niños, pues al ver este tipo de consideración entre nosotros y el amor que nos tenemos, se dan cuenta de que lo más importante es el núcleo que conformamos”, aseguró.
Muchas veces, creo que hombres y mujeres somos de la idea de ‘yo nunca podría con eso’, pero, cuando te enfrentas a esa situación, te entra un instinto de supervivencia, en el que no tienes otra opción, ahí, es cuando el ser humano cambia”.
La también actriz Heidi Balvanera compartió que a partir de que llegaron a Hollywood, ella se encargó totalmente de su hogar, pues ahí no acostumbran contratar personal de servicio, y, aunque es una tarea demandante y de tiempo completo, le da oportunidad de experimentar todas las etapas de crecimiento de sus peques.
“Desde que nacieron, fui muy dedicada a ellos; claro que no es lo mismo tener ayuda, porque así, por lo menos, cuentas con una persona que te apoya cuando vas al gimnasio o te quieres desahogar y, en mi caso, hay que estar siempre y de buenas”, declaró.
“Para mí, resultó un poquito complicado acostumbrarme a eso, sobre todo, al mudarnos permanentemente, cuando Jaime empezó con el proyecto ‘Jane the Virgin’. Estábamos en una casa nueva con la que no estaba familiarizada, siete meses de embarazo y una bebé de 2 años y medio, lo cual fue duro”.
En ese entonces, el actor Jaime Camil le comentó que sólo irían a Estados Unidos durante un mes, pero cuando Heidi le contó a Eva Longoria que pronto tendría que regresar a la República, donde tenía su plan de parto, doctor y a su mamá, ella le contestó que lo más seguro era que no regresaría, al menos, en cinco años, pues el proyecto tendría éxito.
De este modo y con el paso del tiempo, el matrimonio ha recorrido todo un camino de la mano, junto a una adolescente de 12 años de edad y un niño de 9, con quienes crea su historia.
Una nueva faceta
Encontrar el balance no ha sido del todo sencillo para Heidi Balvanera, pero ahora que sus niños tienen más edad, siente la libertad de hacer más cosas y lo aprovecha al máximo, pues además, le permite observar cuáles son y serán sus prioridades.
“Debes entender que la vida viene en etapas, que hay momentos en los que tienes que elegir qué es lo mejor para ti y tu familia, y, en ella, la mamá es la columna que sostiene el techo. Si tu marido te da una casa, tú la conviertes en hogar, lo cual no es fácil, es de los trabajos más difíciles que tenemos las mujeres”, comentó.
Jaime es increíble y me ayuda en mucho, así que hemos aprendido a dividir las labores para que ambos tengamos nuestro tiempo aparte, sin olvidar las responsabilidades".
De este nuevo periodo, en el que el matrimonio e hijos de Heidi Balvanera son más maduros, experimenta un reto en el emprendimiento de salsas, situación que la tiene muy emocionada.
“A mí me criaron en la cocina, así que siempre me ha gustado cocinar; además, hace poquito más de dos años, perdí a mi mamá, por lo que mi conexión con ella es a través de ese lugar. Porque todo lo que sé
hacer me lo enseñó ella”, expresó.
Durante la pandemia y, cuando Heidi se fue a Canadá para acompañar a su esposo en un trabajo de televisión, su madre, María Elena de Uriarte, le compartió una receta para que prepara uno de estos platillos en su estancia y, a partir de ahí y con el empuje de sus amistades por su buen sazón, comenzó la idea de su proyecto.
“Ahorita, sólo estamos lanzando un pro ducto 100 por ciento natural, pero me gustaría sacar todas las recetas de mi familia y darles un twist gourmet. No sabemos qué tanto nos queremos expandir, vamos poco a poco”, afirmó. “Es un negocio muy chistoso porque puedes estar muy ocupada dos semanas y sin parar, pero, luego pasa un mes súper relajado. Es cuestión de organizarme”.
En crecimiento
Para Elena Camil, acostumbrarse a la vida en el extranjero fue muy sencillo, pues llegó ahí desde muy pequeña; sin embargo, sus visitas al País son especiales, ya que se reencuentra con personas que atesora y extraña.
“Mi familia está aquí, y como yo vivo en Estados Unidos, no puedo estar con mis primos, así que cuando vengo soy muy feliz con ellos, jugar a su lado es mi actividad favorita”, relató la niña de 12 años de edad.
La comida también es uno de sus highlights en la Ciudad, aunque confiesa que en su casa, su mamá acostumbra preparar platillos típicos.
“Lo que más me gusta que me prepare es frijoles y tacos, le quedan muy ricos”, contó Elena Camil.
De chiquita, admiraba a mi mamá porque era modelo y me gustaba verla; ahora, disfruto cuando ella me arregla”.
Asimismo, la estudiante de sexto grado de Junior High School aseguró que goza del tiempo al lado de Heidi Balvanera, sobre todo, cuando la maquilla o le arregla el pelo, pues, en su etapa de modelo, aprendió todo sobre el tema.
Sobre sus intereses, sostuvo que le fascinan los deportes y practica basquetbol y voleibol, pero, uno de sus mayores sueños es ser artista, incluso, toma clases de música.
“Canto todo tipo de canciones y me encantaría ser actriz de teatro, de hecho, cuando acompañaba a mi papá a los sets de sus proyectos, me hacía amiga de la gente con la que trabajaba”, platicó Elena Camil.
Heidi Balvanera contó que su mayor aliada en la crianza de Elena Camil es la comunicación, pues con la influencia de las redes sociales en la juventud, está consciente del cuidado que debe tener con ella, por lo que la alienta a platicar y resolver sus dudas en casa, antes que en la web o en otra parte.
“Desde chiquita, le repetía: ‘nunca te voy a mentir, siempre te diré la verdad. Si te acercas a mí y me preguntas, te explicaré todo lo que necesites’. Eso hizo un lazo muy especial entre nosotras, lo cual también facilita las cosas porque cuando quiere saber algo, no tiene que buscar en Internet o chismear con las amiguitas”, declaró.
Además, Heidi Balvanera asegura que la inteligencia de Elena Camil y el hecho de que en Estados Unidos educan a los niños para ser independientes, hace que siempre cuestione las cosas y la convierte en alguien muy despierta.
La orgullosa mamá mencionó que se ve reflejada en Elena Camil en muchas de sus actitudes, pero también ve a Camil en otras conductas y características.
“Jaime es increíblemente puntual, muy fijado en el tiempo, mientras que yo vivo en una nube rosa, así que en ese aspecto de responsabilidad es como su papá. En lo que se parece demasiado a mí es en lo dormilona y sensible”, explicó.
Ahora que ya no es tan pequeña, madre e hija disfrutan pasar el tiempo juntas, sobre todo, en rutinas de belleza y compras.
Lazos inquebrantables
+Tras siete años de novios, Heidi Balvanera y Jaime Camil se casaron por lo civil, en noviembre de 2012, en Estados Unidos.
+En julio de 2013, tuvieron una boda religiosa en la Basílica de Guadalupe, rodeados de amigos y familiares.
+En octubre de 2011, Elena Camil llegó a sus vidas y los convirtió en padres.
+El pequeño Jaime Camil, quien completó la familia, nació en 2014.
+Con el apoyo de su esposo e hijos, Heidi Balvanera vive una nueva etapa como emprendedora de sus salsas orgánicas, las cuales únicamente están a la venta en Estados Unidos.
