CÓMO PREPARARTE

Ante fenómenos naturales

PREVENIR, NO LAMENTAR

“Después del niño ahogado, a tapar el pozo”, dice un dicho popular que ejemplifica la falta de previsión que solemos tener. Tras la estela de pérdidas humanas y materiales que dejó el huracán “Otis” en Guerrero o recientes fenómenos climáticos, como incendios por las altas temperaturas o inundaciones, es importante tener un plan de acción, sobre todo para personas vulnerables, como los adultos mayores que viven solos.

  • Las tragedias suelen crear conciencia de la importancia de evacuar ante la amenaza de peligros naturales para los hogares y resaltan la necesidad de que los adultos mayores sean los primeros en ponerse a salvo.
Inundación en Chalco, Estado de México. Foto: Alfredo Moreno / REFORMA
  • “Muchas personas no evacuan”, dice la doctora Lindsay Peterson, profesora investigadora en la Facultad de Estudios sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa. “Esto es especialmente cierto para los adultos mayores, en particular si no han recibido suficiente advertencia. Toma tiempo preparar un paquete con todos los medicamentos y los artículos que necesitan a diario”.
  • “Imagínate que empacas para un viaje, que padeces de múltiples afecciones crónicas, que no sabes cuánto tiempo vas a estar fuera y que tal vez tengas solo de 6 a 12 horas para hacerlo”, ejemplifica. “Muchas personas dicen: No puedo hacerlo. Solo voy a esperar que pase pronto”.
  • Los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional para este verano y otoño contemplan una temporada de huracanes más activa de lo habitual, con hasta 25 tormentas, de las cuales hasta siete pueden convertirse en grandes huracanes.

  • Ante ello, los expertos indican que la planeación y la preparación son clave. Y no es solo por los huracanes, sino también por la creciente intensidad de las tormentas, las olas de calor, los incendios forestales y otros peligros naturales relacionados con el clima que amenazan las vidas y los hogares.

IDENTIFICA LOS RIESGOS

Reconocer los peligros es fundamental para la preparación, señalan especialistas, aunque admiten que no es una tarea fácil.

  • “Con el calentamiento global, esto se ha vuelto muy difícil de manejar”, comenta la doctora Lori Peek, directora del Natural Hazards Center y profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Colorado en Boulder. “Ahora no solo son las poblaciones costeras las que corren riesgo”.
  • La trayectoria de un huracán puede abarcar cientos de kilómetros, y hasta las personas tierra adentro pueden verse afectadas por inundaciones debido a las marejadas ciclónicas, ejemplifica. Pero los meteorólogos a menudo saben con bastante anticipación cuando llegará un huracán. Peek sugiere inscribirse en las páginas oficiales de los servicios meteorológicos o de protección civil para recibir alertas de emergencia.

PREPÁRATE CON ANTICIPACIÓN

El primer paso es armar un plan antes de que ocurra un desastre, apunta Peek. El plan debe incluir qué hacer en caso de que sea necesario evacuar y qué hacer si vas a enfrentar el peligro en tu hogar.

  • Si evacúas las viviendas deben reforzarse. “Comienza temprano a preparar tu casa para dejarla el tiempo necesario”, indica Ron Acierno, director ejecutivo del Centro de Trauma y Resiliencia en UTHealth Houston. “Esto significa saber cómo cerrar el agua, el gas, cortar electricidad y de ser posible, cubrir las ventanas”.
  • Después, planifica adónde ir y cómo llegar ahí, agrega Acierno. El transporte puede ser especialmente difícil para los adultos mayores, quienes tal vez dependan del servicio público que puede escasear durante los desastres naturales.
  • Para las personas con vehículos, estar preparado significa mantenerlos en buenas condiciones de funcionamiento y tener el tanque lleno de combustible, dice Peterson. Para las personas sin vehículo, es importante contar con un vecino, amigo o familiar que pueda brindar transporte de emergencia.
  • El plan también debe incluir adónde ir en caso de que sea necesario evacuar. Tal vez sea a la casa de un familiar o un amigo, pero tal vez no sea necesario viajar demasiado lejos para evitar el peligro, señala la especialista. “Quizás solo necesites alejarte de la zona de riesgo”.
  • Los adultos mayores o las personas con afecciones médicas de alto riesgo que no tienen con quién quedarse pueden dirigirse a los refugios que se instalan ante situaciones de emergencia, donde suele haber servicios médicos desplegados por autoridades estatales o federales.
  • Antes de dejar la casa, asegúrate de hacer copias de los documentos importantes que puedas necesitar durante o después del desastre para recibir servicios o presentar reclamos del seguro, sugiere Peterson. Estos incluyen identificación personal, registros médicos y documentos del seguro. También es importante tener estas copias en caso de la destrucción total del hogar.

SI TE QUEDAS...

No siempre es necesario o posible evacuar, dice Peek. “Tal vez las personas no tengan transporte, tal vez no tengan dinero, tal vez no tengan personas con quienes quedarse o tal vez no se sientan seguras dejando sus hogares desatendidos”.

  • Además, los refugios quizás no estén preparados para adultos mayores, indica Acierno.
  • Pero las personas que eligen quedarse en sus hogares deben estar conscientes de los riesgos que corren, indica Peek.
  • “Si no vas a irte, entonces es absolutamente importante que recuerdes que quizás no puedas recibir ayuda. Interioriza eso. Entiende que ese es el riesgo que asumes”, enfatiza.
  • “Solo porque tu hogar no se ha inundado durante huracanes anteriores eso no significa que no se inundará esta vez”, agrega.
  • Si decides quedarte, identifica todos los posibles riesgos y trata de abordarlos, dice Peterson.
  • “Piensa en la resistencia de tu hogar y en lo que necesitas hacer para mantenerte a salvo, posiblemente sin electricidad ni servicios durante un período de dos o tres días”, describe. “Recopila alimentos, agua, medicinas, todo lo que necesitas para vivir. Haz una lista de las cosas que requieres para sobrevivir cada día. Esto es más complicado para una persona de edad avanzada”.
  • Peek señala que un aspecto clave es planear cómo manejar los apagones, especialmente si la persona depende de un dispositivo médico para sobrevivir. Las plantas de luz, junto con suficiente combustible para mantenerlas funcionando, pueden ser de ayuda.

TOMA CONCIENCIA DE TU CONDICIÓN

“Conoce tus vulnerabilidades”, recomienda Peek. “Si tienes una afección cardíaca, ten medicamentos adicionales a mano. Si sabes que hay otros huecos en tu planeación, entonces es realmente importante que busques recursos donde vives”.

  • Los amigos y familiares de las personas que viven en áreas amenazadas por desastres naturales pueden cooperar ofreciéndose a ayudar con la preparación, sugiere Peek.
  • Y nunca subestimes el potencial de una tormenta, advierte Peek. “A menudo la gente dice: ‘no pensé que fuera a ser tan malo’. Esas son palabras muy trágicas para escuchar después de un desastre. Sé realista acerca de la fuerza de la naturaleza y nunca pienses: ‘A mí no me va pasar'”.

Acapulco tras el paso de Otis. Foto: Óscar Mireles / REFORMA

Con información de Laura Williamson / American Heart Association

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