'VUELA ALTO, LAL'

SILVIA ROJO

1972-2024
Silvia Rojo

A través de sus distintas facetas, Silvia Alejandra Rojo García de Alba tocó los corazones de muchos, pues como hermana, madre, amiga, hija o filántropa, llegó a construir valiosos recuerdos, los cuales, tras su sensible fallecimiento, son revividos por aquellos a quienes más amó.

Silvia Rojo nació el 31 de diciembre de 1972 en Huichapan, Hidalgo, y fue la hija menor del matrimonio conformado por el abogado y ex Gobernador del Estado de Hidalgo, Jorge Rojo Lugo, (q.e.p.d.), y la escritora y filántropa, Silvia García de Alba Partida.

Al ser la más chica de sus hermanos, Isabel, José Antonio, Jorge y Javier, (q.e.p.d.), Silvia Rojo tuvo la fortuna de ser la consentida y de disfrutar una infancia plena y llena de momentos invaluables.

La pequeña Silvia con su papá, Jorge Rojo Lugo, quien falleció en 2010.

Entre sus instantes más valiosos, sobresalieron aquellos que atravesó en su época estudiantil, en el Irish Institute México, en donde fue parte de un grupo de estudiantes denominado como “Gazu”, el cual continuó frecuentando con gran añoranza.

El arte en todas sus expresiones siempre fueron parte de los intereses de Silvia Rojo, ya que además de haber cursado una carrera creativa, como lo es el Diseño de Interiores, también era una asidua espectadora de la charrería, el salto ecuestre y la tauromaquia.

Asimismo, hacer maletas y disfrutar de viajes era otro aspecto que la definió, y junto a su familia y amistades, visitó varios destinos, en los que vivió algunas de sus más vibrantes aventuras.

 

Silvia Rojo con sus hijos, Rodrigo Maccise y Héctor Maccise.

Pero su pasión por descubrir no se limitó al extranjero, pues gracias al amor por México que le heredaron sus padres, Silvia Rojo se caracterizó como una apasionada de la cultura nacional y siempre frecuentó muestras, recintos y espacios de enorme trascendencia.

Así, llena de sentimientos hacia lo mexicano, nunca dejó de resaltar su sangre tricolor; de modo que, así se tratara de celebrar la Independencia de México, enaltecer el Día de Muertos, invitar al voto o simplemente disfrutar de exposiciones, Silvia Rojo buscaba en todo momento aportar a la unión del País.

Silvia Rojo con su mamá, Silvia García de Alba, y su hermana, Isabel Rojo

Aunque se caracterizó por su contagiosa alegría, su vida también quedó marcada por dos tristes acontecimientos; primero, el fallecimiento de su padre, en 2010, y poco después, el triste deceso de su hermano, Javier.

La filantropía fue un rubro que la definió, pues con múltiples acciones e inmersa en distintas instituciones y asociaciones, se encargó de poner manos a la obra y de generar un impacto social.

Héctor Maccise y Silvia Rojo con sus hijos, Rodrigo Maccise y Héctor Maccise, en la boda de su sobrina, Isabel Rojo, a quien la filántropa consideraba su hija.

Dentro de sus principales logros destaca el haberse desempeñado como vicepresidenta y Patrona de la fundación Duerme Tranquilo, A.C., institución constituida en el 2014 y en la que se dedicó de manera incansable a apoyar de manera directa a de salud y otros organismos filantrópicos, como el Instituto Nacional de Pediatría, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, el Instituto Nacional de Cancerología, el Hospital Juárez de México y la Fundación de Corazón por K, por mencionar algunos.

Jorge Rojo Lugo y Silvia García de Alba con sus hijas, Isabel Rojo y Silvia Rojo

Por medio de dicho cargo, Silvia Rojo colaboró en conjunto con la familia Berger y el Patronato del Hospital Juárez de México en la creación de una sala de trasplantes de este nosocomio; además, fue partícipe de proyectos para recaudar fondos en beneficio de Duerme Tranquilo, como subastas, cenas altruistas y hasta conciertos. Su espíritu generoso también la hizo sumarse a las acciones de otras organizaciones de beneficencia, como las de Fundación Origen, Make-A-Wish México, la Gala Tamayo, la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, A.C., (SIVAM), y el Fondo para Niños de México, éste último del cual también fungió en el cargo de presidenta.

Alfredo Nemer, Rodrigo Maccise, Héctor Maccise, Isabel Rojo y Silvia Rojo

A través del lado familiar, Silvia Rojo alcanzó una de sus mayores satisfacciones personales: sus hijos, pues, producto de su matrimonio de 29 años con el empresario Héctor Maccise Yitani, tuvo la dicha de convertirse en madre de Héctor y Rodrigo, dos de sus más grandes orgullos y a los que nunca dejaba de presumir, así como a su sobrina, Isabel Rojo, quien era considerada para ella como su hija, y su nieto, Ernesto Javier.

 

Héctor Maccise con su mamá, Silvia Rojo

Ser feliz era la frase que no sólo repetía constantemente, pues “Lal”, “Lalita”, “Chaparrita” o “Copi”, como le llamaban de cariño, fue un ejemplo extraordinario de cómo disfrutar la vida al máximo y darse a los demás, en especial, a los más necesitados.

Javier Rojo, (q.e.p.d.), y su hermana, Silvia Rojo

A decir de sus seres queridos, su última acción en esta Tierra fue la que más la caracterizó, pues de acuerdo a sus deseos, sus órganos fueron donados y ocho personas fueron beneficiadas.

Silvia Rojo siempre será recordada como un ejemplo de amor y generosidad, más allá de sus acciones, su vida, gozada como ninguna otra, y con esa sonrisa perpueta, quedará grababa en el corazón y memorias de todos aquellos en quienes dejó una gran enseñanza. Descanse en paz.

De puño y letra

Héctor Maccise y Silvia Rojo

 “Hoy murió mi mamá. O quizá ayer. No lo sabemos porque existimos en distintos tiempos y nosotros llevamos una semana reviviendo su partida.

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Lo que sabemos es que mi mamá, despampanante luz, es ya siempre parte del vendaval que recorre nuestra piel, mueve las flores, erosiona las montañas y acaricia el mar irisado de delicia; esa brisa que produce este todo que ella vivió como nadie y gozó como nada.

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Existe en nuestra alma, en cada risa, en todo el amor que sembró y hoy florece. Está en paz como nosotros. Los amamos todos. Los ama ella desde aquel lugar que se llama el infinito.

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Atentamente, ‘Ato’, como me decía mi mamá”.

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Héctor Maccise, hijo

 

ASÍ RECUERDAN A SILVIA ROJO SUS SERES QUERIDOS

Silvia Rojo y Rafa Micha

Goodbyes are only for those who love with their eyes. Because for those who love with heart and soul there is no separation.-Rumi”.

Alejandro Goñi y Silvia Rojo

Quien tiene en su vida un amiga, tiene un regalo bendito; quien tiene una tía como Silvia, tiene un pedazo de Cielo en la Tierra. Quien tiene a un ser de luz llenándote de amor, tiene en el corazón un sello de este ser para siempre. Mi amada tía, ‘Lal’, fue todo lo que antes mencioné en una sola persona. No conforme con dejar esta gran huella en mí que dejó, me regala a mis primos, Héctor y Rodrigo, y a mi tío, Héctor, que son su mayor herencia para mí. Te vamos a extrañar mucho mi amada ‘Copi’”.

Daniela Goñi y Silvia Rojo

Me vas a hacer falta todos los días de mi vida, pero aquí estaré, disfrutando de la vida como sólo tú lo hacías, dejando huella en los que me rodean, tal y como tú siempre lo hiciste. Te llevo en el alma y en cada rincón de mi ser”.

Silvia Rojo y Mariana Baños

Mamita preciosa y adorada, quería agradecerte todo lo que me enseñaste. Tu amistad incondicional, tus risas, generosidad, tu amor por México y por aquellos que son vulnerables, tu pasión por las artes y, especialmente, la ópera y música. Tu sonrisa y positivismo ante todo. Tu fortaleza para enfrentar derrotas y obstáculos, pero, sobre todo, por haberme dado la oportunidad de conocerte, gozarte y estar cerca de ti en esta vida. Gozaste la vida en su máximo esplendor cuando quisiste y como quisiste. Te tocó Francia, algo te esperaba. Gracias, gracias. Ahora te toca descansar, ten paz, luz y muchas bendiciones. No dejas ninguna deuda, madre incondicional y maravillosa amiga, hermana e hija especial. Nos vas a dejar un gran vacío en nuestra vida y corazón, pero siempre estarás cuidándonos desde el Cielo, cerquita de nuestra alma. Vete en paz, con mucha luz y tranquilidad. Abraza tu pá y hermano, que sé te recibirán con enorme amor. Gracias por tu amistad, amor y cariño. Te adoro”.

Silvia Rojo y Sofía Aspe

‘Lal’ fue una extraordinaria amiga: alegre, divertida, amorosa, leal e incondicional. También, fue una mexicana fuera de serie: generosa, altruista y con un corazón puro y enorme. Dedicó no sólo recursos, sino parte de su tiempo a distintas causas. La vamos a extrañar todos los días”.

Silvia Rojo y Sergio Berger

Amor de mis amores, lamento tanto tu sensible fallecimiento, querida amiga, Silvia Rojo. Fuiste alguien tan especial para mí, siempre puro amor. Viniste a este mundo a dar amor y ayudar a los más necesitados. Tu luz y generosidad no conoció límites. Dejas un vacío muy profundo en nuestros corazones. Descansa en paz querida chaparrita, te voy a extrañar mucho. Te quiero y agradezco eternamente todo tu amor y cariño hacia mi. ¡Vuela alto!”.

Maricarmen Rascón y Silvia Rojo

Mi socia, amiga y confidente de la vida, ¡gracias por tanto! Por siempre estar presente y hacernos sentir especiales, por tener una palabra linda, tu simpatía única, tu sonrisa contagiosa, tu corazón gigante y el gran amor a tu País. Siempre entregada, siempre generosa. Nos dejas un hueco muy grande y te vamos a extrañar todos los dias, pero también nos dejas un gran legado de amor y alegría que vivirá por siempre en quienes tuvimos el privilegio de conocerte”.

Silvia Rojo, Sofía Aspe y Christiane Keller

Silvia, mi ‘Lalita’, una amiga entrañable, una tía presente, amorosa y cercana, una bendición. Con todas sus virtudes y generosidad embelleció mi vida. Sembró en nuestros corazones tanto y tan bonito. Filántropa, cumplió sueños y mejoró vidas. Un imán por su gran actitud y goce mágico por la vida, por su alegría constante y felicidad ante toda situación. Su sonrisa, su maravilloso sentido de amistad, su entrega total a sus amigos, siempre leal, su generosidad sin límites, sus detalles tan pensados y sorprendentes, su buen trato para todos, su ayuda y entrega total a tantas causas, su altruismo, su bondad genuina, su saber querer, su presencia en las buenas y malas, su agilidad mental, su saber vivir bonito, con sentido del humor, su sentido de moda, tacones, arreglo, peinado y maquillaje impecable siempre; viajadora, su París y Nueva York, sus mesas bonitas, su recibir con las manos abiertas, su no queja, su alegría y entusiasmo, su positivismo, su preocupación genuina por todos, su amabilidad constante, resolvedora de problemas ajenos, su forma de incluir y hacernos sentir importantes a todos, su impecabilidad y valores, su amor por México, por Hidalgo, su pasión por la música y ópera. Ahora nos toca cosechar todas las enseñanzas que dejó y que florezca el amor, su mayor virtud”.

Guillermo González y Silvia Rojo

Fuiste una persona que sólo nos diste alegría, risas y cariño. Pasaste por aquí dejando una huella enorme; tu altruismo y tu ayuda desinteresada era sólo una de tus cualidades, nos dejaste mucho amor. ¡Buen viaje, chaparrita! ¡Te vamos a extrañar!”.

Mariana Sáenz y Silvia Rojo

Querida comadre, te vamos a extrañar mucho. Me quedo con la maestría que dejaste de amor, generosidad, alegría, amor por el prójimo y muchas cosas más. Haré mi mejor esfuerzo por honrar estas enseñanzas tan tuyas. Vuela alto, querida Silvi. Un beso hasta el Cielo”.

Ana Cecilia Romero y Silvia Rojo

‘My cherie love’, vamos extrañar tus risas, tus consejos, nuestras tardes tequileras. Voy extrañar tu lasaña única. No creo llegar a conocer a un ser más generoso y bondadoso que tú, ‘cherie’. ¡Qué pongan nuestra canción! ‘Un Puño de Tierra’. El cielo está de fiesta porque llegó ‘cherie love’”.

Silvia Rojo y Rosaura Henkel

Compartir contigo la filantropía en alegría, bondad y amor, tu generosidad siempre estará en mi corazón . Te quiero siempre”.

Pixie Devlyn y Silvia Rojo

La chaparrita fue excepcional, a donde llegaba, iluminaba y adornaba; siempre te hacía sentir muy querida. La más cariñosa, generosa, feliz y alegre, aparte de ser una gran amiga, tuve la fortuna de trabajar con ella en lo que más le gustaba: el ayudar a los demás, fue un placer ser su amiga, siempre estará en mi corazón”.

Silvia Rojo y Jenny Devlyn

¿Cómo despedirme de mi hermana? ¿De mi mejor amiga? Creo jamás podré, porque la llevo tatuada en mi alma y mi corazón. Describir a Silvita es muy difícil porque no hay palabras que puedan resumir lo que es ella, inigualable, incomparable, grande en ese cuerpo tan pequeñito. Amarla y ser amada por ella era una aventura. ¡Fue un regalo de Dios acompañarte en esta vida, ¡mi reina preciosa! Te veré en cada viaje que haga, en cada amanecer, atardecer, en cada salud que brinde, te veré en los ojos de tus amados hijos, en los ojos de tu sobrino nieto. ¡Silvita, vivirás por siempre! ¡Siempre viva! El Cielo te recibe a destiempo, pero queda claro que recibe a una reina. ¡Mi adoración por siempre, mi niña!”.

Alejandro Muela y Silvia Rojo

La conocí hace mucho tiempo, desde que llegué a vivir a la Ciudad de México. La admiraba antes de conocerla. Siempre nos tratamos con mucho amor y alegría, como ella lo hacía con todo el mundo. Nos convertimos en muy buenos amigos en los últimos años. Silvia Rojo, como yo la llamaba, no sólo era una de las mujeres más guapas de México por fuera, sino también por dentro. Era buena, genuina, honesta, divertida, generosa, franca; era arte, era ópera, era buen gusto. Lo sigue siendo, porque para mí continúa siéndolo. Silvia Rojo es uno de los mayores privilegios que he tenido en la vida. La adoro; el amor continúa. Sé que es muy romántico decirlo, pero nunca se irá, porque lo que Silvia Rojo hacía contigo cuando te conocía era dejar huella. Una gran, gran amiga; eso es lo que es Silvia Rojo para mí eternamente.

Silvia Rojo, Rafa Micha y Greta Shelley

‘Lalita’ de mi corazón: te fuiste muy pronto, pero me dejas tu ejemplo de infinita generosidad y actitud ante la vida. Me quedo tantos recuerdos maravillosos que compartimos con nuestras amadas amigas y con Rafa, en nuestro trío operístico del amor. Te quiero siempre”.

Sofía Castro, Angélica Rivera y Silvia Rojo

Te recordaremos siempre como quisiste, feliz, chacoteando y ayudando a mucha gente. Gracias siempre por tanto cariño. Nos dejas un vacío enorme. Te quiero mucho chaparrita”.

Silvia Rojo y Stephy Roach

¡Mi ragatzza adorada!, Dios me regaló la suerte de tenerla no sólo como una amiga, sino para mi fue una hermana; nos conocimos desde los 14 años y nos tocó casarnos, tener hijos y luego la fortuna de viajar juntas todos los eneros y construimos una amistad llena de confianza, risas y mucho amor . Mi Silvi era la mujer más generosa, siempre con toda la energía para estar donde tenía que estar y disciplinada con ella misma. Amante de la ópera, del arte y mi maestra taurina. Nunca conocí a una mujer que amara tanto a su México querido, que así decía ella. Aprendí a disfrutar la vida como sólo ella sabía, reír a carcajadas, cantar con su bella voz, herencia de su madre: ‘La Chiva’. ‘Qué bonito es lo bonito’, me decía, y tantas cosas lindas para recordarla. Su existir dejó una huella inmensa, porque quien la conocía la amaba por su corazón generoso que salpicó a tanta gente. Su disposición ayudar fue algo que se le daba natural. No lo pensaba, sólo lo hacía y no se cansaba nunca de dar. Sé que ella estará viva dentro de mi y que nuestra frase única existirá por siempre: ‘You and me against the world forever ragatzza querida’. ¡Nos vemos pronto, mi reina hermosa! Te extrañaré cada día de mi vida”.

SU HISTORIA EN CLUB

En nuestras páginas, fuimos testigos de la vida, el legado y el amor por México de Silvia Rojo, quien protagonizó la portada en varias ocasiones.

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SILVIA ROJO EN CLUB

Los valores que ha legado Silvia García de Alba a sus hijas