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TE TOCA CUIDAR TU SALUD

UNA ETAPA CRUCIAL

Meredith Hayden, directora médica del Departamento de Salud y Bienestar Estudiantil de la Universidad de Virginia en Charlottesville, dice que es normal que los estudiantes de nuevo ingreso hagan a un lado los temas de salud.

  • Pero el primer año es un “momento muy trascendental” para el autocuidado, agrega Brian Shackleford, médico del Centro de Salud para los estudiantes de la Universidad Estatal Agrícola y Técnica de Carolina del Norte, en Greensboro. “El estudiante, por primera vez en su vida, tiene que ser realmente el capitán del cuidado de su salud”.

GUÍA DE AUTOCUIDADO

Para ayudar con esa transición que implica rentar por primera vez con más estudiantes o vivir en la residencia de algún campus universitario, aquí algunos aspectos que te ayudarán.

1. No esperes a enfermarte

Antes de ingresar a tu nueva escuela, infórmate acerca de las opciones de atención médica del campus. Eso implica leer el sitio web oficial, asegurarte de ingresar la información de contacto en tu teléfono y saber qué hacer si tienes una emergencia en la noche, a quién puedes llamar o pedir ayuda.

  • La doctora Hayden también recomienda investigar sobre los profesionales del cuidado de la salud del campus y hacer una cita para un examen físico o una visita para familiarizarse con los médicos.
  • Si tienes una condición médica que requiere especial cuidado es conveniente informarlo en la escuela, compartir una copia de tu expediente médico y conservar una para ti, agrega Shackleford.

2. Arma un botiquín de primeros auxilios

La lista sugerida por la doctora Hayden de medicamentos básicos para tener a mano incluye:

  • Antibióticos
  • Vendas adhesivas
  • Jabón para limpiar las heridas
  • Acetaminofén para el dolor
  • Ibuprofeno para la inflamación
  • Un termómetro, instrumento clave para determinar si tienes fiebre, síntoma de que puedes requerir ayuda de emergencia.

3. Haz estas preguntas antes de salir de casa

Es común que los estudiantes desconozcan su historial médico y familiar, pero si enfrentas algún problema de salud, el especialista te preguntará sobre tus antecedentes. Por ello, no olvides preguntar en casa: ¿Cuáles son mis afecciones de salud pasadas y actuales? ¿He estado hospitalizado alguna vez? ¿Cuál fue el motivo?

  • El historial familiar, como por ejemplo si alguien ha padecido de enfermedad cardíaca, diabetes, algún tipo de cáncer, es importante.
  • Si tienes un historial de salud complejo, la doctora Hayden sugiere pedirle a tu médico tratante un resumen por escrito para que lo compartes en la universidad y lo tengas a mano.
  • Si tomas medicamentos controlados, debes saber cuáles son y cómo surtirlos en una farmacia local, agrega Shackleford.

4. Si necesitas ayuda, pídela

Aunque pienses que es un simple resfriado, es mejor acudir a revisión médica pronto y no esperar a que pase. “De esa manera, puedes abordar estas cosas a tiempo, y con suerte, volver lo más pronto posible a la vida universitaria”, dice Hayden.

  • Muchos centros de salud estudiantiles aspiran a ser más que clínicas de atención urgente, agrega Shackleford.

5. Come saludablemente

En un campus universitario, comer saludablemente puede ser un desafío. Hay estudios que sugieren que los estudiantes universitarios aumentan en promedio de 1.5 a 2 kilos durante el primer año.

  • Es fácil ver por qué. Algunas cafeterías y comedores universitarios suelen tener los alimentos a libre demanda, y a veces la alternativa fácil es la comida rápida para llevar. Así que ahora te toca tomar las riendas de una alimentación saludable.
  • “Tienes que ver lo que hay en tu cafetería y tienes que elegir pensando en tu salud”, dice Shackleford.
  • También puedes probar preparar tus propios alimentos.

6. Sal a hacer ejercicio

Encontrar tiempo para la actividad física suele ser otro desafío. Los estudiantes de primer año a menudo terminan desconectados de sus rutinas de ejercicio de antes, apunta el médico Shackleford. Pero las investigaciones muestran que el bienestar general de un estudiante puede mejorar cuando se mantiene físicamente activo, agrega. “Es algo extremadamente importante para mantener la salud”.

  • La mayoría de los campus cuentan con instalaciones y actividades deportivas donde practicar; también puedes aprovechar los espacios verdes para salir a correr o caminar.

7. Presta atención a la salud mental

El doctor Shackleford tiene en su oficina un póster con el mensaje: “Trátate bien”. Para algunos, eso podría significar meditación u oración. También podría significar jugar baloncesto o escuchar música.

  • Ambos especialistas enfatizan la importancia de establecer vínculos sociales. “Esto verdaderamente fomenta tu resiliencia”, dice Hayden. También crea redes que puedan apoyarte cuando lo necesitas.
  • La doctora exhorta a los estudiantes a “que salgan un poco y digan sí a nuevas experiencias, aunque estén ligeramente fuera de su zona de confort”, para encontrar “ese algo que les va a sostener fuera de lo académico”.

8. Diviértete, con seguridad

En comparación con la secundaria o la preparatoria, la vida universitaria no está estructurada. Pero “nuestros cuerpos necesitan horarios regulares”, señala Hayden.

  • Esto significa regularidad en las horas de acostarte y levantarte, un horario regular para comidas y tiempo para mantenerte activo y socializar, explica.
  • Aunque el doctor Shackleford reconoce que es imposible que chicas y chicos no exploren su nuevo espacio de libertad, recomienda no sucumbir a las presiones de compañeros que invitan a participar en actividades no saludables.
  • Su consejo: “Sé auténtico y crea un círculo de amigos quienes te ayudarán a mantenerte a salvo”.
  • Y aunque muchos estudiantes se involucran en peligroso consumo de alcohol u otras sustancias nocivas, Hayden suele recordarle a los estudiantes de primer año que llegaron a la universidad con un objetivo y “ese objetivo será más fácil de alcanzar si prestas atención a los comportamientos saludables”.

9. Tienes espacio para encontrar respuestas

Los estudiantes de nuevo ingreso tienen mucho que aprender, dice Shackleford. “Es casi como si un águila bebé fuera arrojada del nido y luego se le pidiera que volara”. Pero el sistema de salud está ahí para ayudar.

  • Los servicios de salud universitarios proporcionan un amortiguador que otros no siempre reciben, señala Hayden, quien comparó esto a tener ruedas de entrenamiento para el autocuidado.

Con información de Michael Merschel / American Heart Association vía AP

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