Anton Bruckner

MÚSICO BICENTENARIO

ENTORNO RURAL

El compositor Anton Bruckner (1824-1896) nació el 4 de septiembre en Ansfelden, la Alta Austria, fue el primero de 11 hijos. Estudió violín y órgano desde muy joven con su padre, maestro de la escuela del pueblo.

"Pocos compositores de talla mundial tienen sus raíces en entornos rurales. Bruckner creció aquí (en Ansfelden) entre cantos de Kyrie y pasos de Landler, pistas de baile y torres de iglesia, colinas y bosques".

Se formó musicalmente en el monasterio de la ciudad de St. Florian. Pero en Linz es donde se desarrolló hasta convertirse en un aclamado improvisador de órgano y un compositor con un lenguaje tonal inconfundible.

"Este oficio de organista -de improvisador de fugas- que ejerce en Linz de 1855 a 1868 da a la obra de Anton Bruckner una tranquila religiosidad y una monumentalidad asombrosas".

Bruckner pasó las últimas décadas de su vida en Viena, la metrópoli del Danubio, donde murió. Está enterrado en la cripta de St. Florian.

El compositor es contemporáneo de Richard Wagner, Johannes Brahms, Gustav Mahler y Hans Richter.

"La influencia más significativa como compositor le viene de Wagner, después de conocer su obra por medio de Otto Kitzler, con quien estudiaba orquestación, de oír el Tannhäuser y el Trsitán, Bruckner encuentra la manera de volver a concebir la forma sonata desde la libertad, igual que Beethoven".

Compuso sus principales obras después de los 39 años. Luchó mucho tiempo para que su música orquestal fuera tocada, sobre todo después del estreno en 1887 de su tercera sinfonía. Logró el éxito definitivo con su séptima sinfonía, que presentó en Leipzig, cuando cumplió 60 años.

El estreno de su octava sinfonía, cuya escritura le tomó tres años, con la Filarmónica de Viena en 1892, fue un éxito absoluto. El director Sergiu Celibidache, con una particular afinidad con las sinfonías de Bruckner, opinaría que es “la culminación del arte sinfónico”.

Su obra fue recibida con entusiasmo en ciudades como Múnich, Leipzig y Berlín; en Londres, 70 mil personas escucharon su concierto de órgano en 1871 en el Palacio de Cristal.

Bruckner se inscribió en la gran tradición sinfónica alemana de la segunda mitad del siglo 19.

Raúl Zambrano escribe que “si pensáramos en un origen común para sus sinfonías, sería la novena de Beethoven”.

Alude al trino de las cuerdas o de nota repetida sobre el acorde de la tonalidad, inicios lentos, rápidos o misteriosos a semejanza de la novena, “así como los scherzos violentos y contrastados, o la amplitud de los movimientos lentos”, todos tienen el mismo punto de partida, “pero la conclusión en cada uno es diferente”.

"Sus sinfonías son como catedrales en su estructura, en un constante ascenso hacia la luz, resonando bajo el impulso del órgano, y pese a ello, no hay una impúdica exhibición de sí mismo".

Bruckner es pues, en palabras de Zambrano, una “afortunada combinación de genio visionario y mente sencilla”.

PARA ESCUCHAR

Su obra consta de nueve sinfonías, tres misas, el Te Deum, un conjunto de motetes y un quinteto de cuerdas.

"Su gramática incluía nuevas invenciones, como el fundido y la edición, así como trucos que hasta entonces habían sido tabú. Entre ellos, la repetición, que hoy quizá se llamaría loop (bucle), y una pausa general en medio de un movimiento como anticipación musical de un posterior fundido a negro, como en una película".

El sitio anton-bruckner-2024.at pone a disposición una playlist, basta con ingresar una cuenta de correo electrónico y obtener un código gratuito para descargarla.

"33 minutos es la diferencia entre la grabación más rápida y la más lenta de la Sinfonía núm. 8 en do menor en la versión de 1890".

EN EL CINE Y LA LITERATURA

Su huella en el cine y la literatura está presente en dos películas biográficas: The Strange Affliction of Anton Bruckner (1990), de Ken Russell, y La decisión de Bruckner (1995), de Jan Schmidt-Garre.

Su música fue utilizada en las películas Senso (1954), de Luchino Visconti, y Saraband (2003), de Ingmar Bergman.

Escritores como Gabriel García Márquez, Elfriede Jelinek, Stan Barstow, Rabih Alameddine y Douglas Kennedy hacen referencia a su vida en sus obras de ficción.

FUENTES: Website Anton Bruckner 2024; Raúl Zambrano. “Historia mínima de la música en Occidente” (El Colegio de México, 2011); London Symphony Orchestra (lso.co.uk).