El Municipio de San Pedro anunciará hoy el fallo de la licitación para reparar el puente colapsado de Morones Prieto y Jiménez, en un contrato de alrededor de 50 millones de pesos que buscan cinco empresas.

Se tratará de una nueva reparación del paso vial, inaugurado en marzo del 2018 durante el último trienio del panista Mauricio Fernández, y construido por la empresa Dycusa, propiedad de Javier Ballí.

En apenas seis años, el puente tiene un largo historial de fallas.

Las primeras señales de alerta se dieron desde que empezó a ser construido por Dycusa, pues en febrero del 2018 un muro presentó una inclinación que originó el cierre del cuerpo de Morones hacia Monterrey.

En julio de ese año, a pocos meses de haber sido estrenado, aparecieron los primeros baches en una lateral del puente y en la parte superior de su cuerpo norte, y tuvieron que ser reparados.

El 14 de marzo del 2019, ya en la Administración del Alcalde Miguel Treviño, el paso a desnivel registró daños en la rampa de salida hacia el poniente, por lo que el Municipio ordenó reforzar la estructura con tensores.

Luego, el 18 de abril, apenas un año después de su inauguración, se demolió una rampa por ceder un terraplén ante filtraciones de agua.

Una semana después inició la reparación de otra rampa también por riesgo de derrumbe, en la circulación de oriente a poniente.

Y antes de que ambas reparaciones concluyeran, el Municipio comenzó el 16 de mayo un tercero arreglo en la parte central del paso elevado por haber presentado humedad.

Pese a las reparaciones, las fallas volvieron a surgir el año siguiente: el 29 de septiembre del 2022 surgió un defecto en el relleno de la rampa poniente a oriente que requirió que se colocara un parche en ambos carriles afectados.

El 23 de noviembre se formó un socavón en el carril derecho del puente, en el sentido de poniente a oriente.

Ese año, el 25 de julio, el Municipio cerró la circulación al detectar que existía el riesgo de que cayeran los muros de las rampas luego de las lluvias de la tormenta “Alberto”.

El pronóstico se cumplió: el pasado viernes, el paso vial terminó por colapsar cuando la pared de la rampa suroriente se derrumbó por un exceso de humedad.

Hoy, las empresas Constructora Moyeda, Structor Construcciones, Proveedora para la Construcción Regiomontana, Urbanizaciones AGV y Constru Shensa compiten por el contrato, y la ganadora iniciará la reparación el próximo viernes, para concluir en marzo del 2025.