Evaluación Frausto Librerías

En lo tocante a las librerías de México, ¿cómo calificaría la gestión de la Secretaría de Cultura en el presente sexenio? Por favor elabore el porqué de su respuesta.

Yo pienso que no hubo tal papel, no tuvo una presencia de ningún tipo y, si la hubo, fue negativa.
Sobre todo en la cuestión de las editoriales, los editores grandes y medianos, al menos, desconozco la postura de los más chiquitos, pero sabemos que hubo varios momentos ríspidos entre el Gobierno, la Secretaría de Cultura, el Fondo de Cultura Económica y las editoriales comerciales.
En cuanto a las librerías, como siempre, como cada sexenio, no hubo un acercamiento. Solicitamos cita varias veces, no se nos atendió ninguna.
Las veces en que pude yo, como representante de gremio, platicar con la senadora Susana Harp siempre se mostraba políticamente correcta, asintiendo a las peticiones en el discurso, pero eso jamás se llevó a la práctica.
A excepción, esto sí lo tengo qué decir, de su gestión para la extensión en el tema del precio único. Pero esto todavía sigue sin operar, sigue ahí. Fue una gestión importante porque costó muchísimo trabajo, tuvo que hacerse lobby, pero la cuestión es que nunca hubo una aplicación, ni la hay ahorita, ni hay para cuándo se dé.
No hubo, ante los ojos de mis compañeros, no hubo mayor presencia más que, quizá, si se pudiera hacer un balance general, quizá raya entre el 2 y el 5, en una escala del 1 al 10.

• Con respecto al ámbito de las librerías, ¿considera que la Secretaría de Cultura cumplió con la promesa de descentralización realizada al inicio del sexenio?

En este ámbito, no se habló de descentralización, al menos no en el ámbito geográfico. Siempre, las librerías más favorecidas, justamente por el tema de la centralización, no gubernamental, sino de las editoriales, siempre se ubica en la Ciudad de México.
Todas las demás librerías tienen que vérselas por sí mismas y no hay ningún viso, nunca lo hubo, tampoco algún intento, de querer acercarse, de querer platicar de los problemas que enfrentamos las librerías en la Ciudad de México o fuera de la Ciudad, no hay absolutamente ningún interés.