UN SEXENIO EN CULTURA

Evalúan gestión de Alejandra Frausto

PRESUPUESTO Y POLÍTICA PÚBLICA

  • Paulina Castaño
  • Internacionalista; investigadora y analista del sector Cultura para el Centro de Análisis e Investigación Fundar
  • En términos generales, ¿cómo calificaría la gestión de Alejandra Frausto al frente de la Secretaría de Cultura?

    No contestó.

  • En lo tocante a su campo de especialidad, ¿cómo calificaría la gestión de la Secretaría de Cultura en el presente sexenio? Por favor elabore el porqué de su respuesta.

Me dedico a analizar el presupuesto del ramo 48 Cultura. La gestión de la actual Secretaría de Cultura (SC) no fue la adecuada ni la mejor. En términos de presupuesto la política cultural en nuestro país lleva años sumergida en la austeridad y no se hizo algo para remediarlo. Al contrario, desde el inicio de este Gobierno se ha priorizado financiar megaproyectos con recursos de cultura, en lugar de financiar la diversidad cultural y artística.

Con respecto a su campo de especialidad, ¿considera que la Secretaría de Cultura cumplió con la promesa de descentralización realizada al inicio del sexenio?

No, esa promesa no se cumplió. El actual Gobierno se comprometió a ampliar la oferta cultural e invertir en infraestructura pública. No obstante, la distribución de los recursos del presupuesto cultural sigue siendo desigual e insuficiente (para 2024 el presupuesto a cultura asciende a 16 mil 754 millones de pesos, apenas el 0.19 por ciento de todo el Presupuesto de Egresos de la Federación).

El Ejecutivo ha destinado un porcentaje importante del presupuesto del ramo 48 al proyecto Chapultepec que se encuentra en la Ciudad de México. En 2021, 2022 y 2023 el presupuesto a dicho proyecto representaba un cuarto del total de los recursos destinados a toda la Secretaría de Cultura.
Para 2024, el 19 por ciento del presupuesto de toda la SC se asignó para optimizar las zonas arqueológicas que se encuentran en la ruta del Tren Maya.

No hay que olvidar que una de las apuestas de la 4T en materia cultural era la descentralización de la oferta cultural. El Programa Sectorial de Cultura señala que uno de los objetivos prioritarios de este sexenio es garantizar progresivamente el acceso a los bienes y servicios culturales a todas las personas. Sin embargo, todavía es un asunto pendiente.

En 2024, el 18.14 por ciento del presupuesto de la SC se destinó a mejorar las zonas arqueológicas alrededor del Tren Maya, y 5.97 por ciento al Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, un proyecto que desde sus orígenes ha sido rechazado por diversos sectores culturales.

Sin considerar el presupuesto en favor de estos megaproyectos, el presupuesto 2024 de la SC equivaldría a solo 12 mil 715 millones de pesos. La infraestructura cultural continuó concentrándose en pocas zonas del país, a pesar de que esta Administración se comprometió a descentralizarla. De hecho, el presupuesto para el fortalecimiento de infraestructura de otras entidades federativas apenas representa el 1.18 por ciento del presupuesto de la SC.

Para que la descentralización de la cultura en nuestro país se materialice, el gobierno debe incrementar de manera progresiva el presupuesto de la SC y distribuir equitativamente los apoyos destinados a las entidades federativas –en particular a las zonas con altos índices de marginalidad– con la debida transparencia y rendición de cuentas.

  • ¿Considera que el presupuesto para la Secretaría de Cultura fue suficiente? ¿Estuvo bien distribuido?

No, de manera general el presupuesto ha sido insuficiente y mal distribuido. El presupuesto de 2013 ha sido el más alto en los últimos años con un monto de 35 mil 698 millones de pesos. Si lo comparamos con lo asignado en 2024, hay una disminución real de 53.07 por ciento. A la fecha, no se ha podido equiparar el presupuesto de 2013 para cultura. Cabe señalar que, en 2013 el gasto a cultura lo ejercía la Secretaría de Educación. A partir de la creación de la Secretaría de Cultura el presupuesto comenzó a disminuir.

Incluso, de 2018 a 2019 se dio una reducción real de 4.13 por ciento en el presupuesto asignado a la Secretaría de Cultura, es decir, recibió 716 millones menos. Y sí, lo comparo con 2018 pues fue el último presupuesto del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Ya en el Gobierno de la 4T, de 2019 a 2024 apenas se ha dado un aumento presupuestal de 0.73 por ciento, es decir, un incremento de 120 millones de pesos.

El presupuesto de la SC para 2024 asciende a 16 mil 754 millones de pesos, un aumento insuficiente de 0.39 por ciento respecto de 2023. Además, 27 de 30 instancias culturales que componen a la Secretaría de Cultura, y 18 de los 20 programas presupuestarios que ejercerán los recursos, presentan escasez presupuestaria.

Por ejemplo, en cuanto a las instancias culturales, el INAH tendrá un presupuesto de 8 mil millones de pesos que equivalen a casi la mitad del presupuesto de la SC. Mientras que las otras 29 se repartirán la otra mitad. De los 8 mil millones que tiene el INAH, 3 mil millones se destinarán para el Tren Maya.

Es necesario y urgente que el siguiente Gobierno aumente de manera progresiva el presupuesto de la Secretaría de Cultura, tal y como lo señalan diversos compromisos internacionales reconocidos por México, como la Carta Cultural Iberoamericana y la Conferencia Iberoamericana de Cultura. En estos compromisos se ha manifestado que los Gobiernos miembros deberían destinar el 1 por ciento del presupuesto general de sus países a la cultura. En este sentido, el presupuesto de la SC para 2025 tendría que alcanzar la cantidad mínima de 90 mil millones de pesos.

Si no aumenta el presupuesto, si no hay transparencia y rendición de cuentas en la ejecución de los recursos a través de los programas presupuestarios e instancias culturales del Ramo 48 Cultura, seguirá la austeridad en el sector y el derecho a la cultura difícilmente podrá garantizarse.

  • Con respecto a su campo de especialidad, ¿cuál fue el mayor acierto de la presente administración? ¿Y el mayor error?

El mayor acierto… creo que fue poner sobre la mesa el tema de la seguridad social para los trabajadores del sector cultural. Sin embargo, hay muchas dudas al respecto de la implementación y el registro ante el IMSS.
Uno de los problemas que impactan en los derechos de los trabajadores del sector cultural se relaciona con la insuficiencia y el retraso de pagos a través del Capítulo 3000 Servicios Generales.

El Capítulo 3000 engloba las asignaciones destinadas a cubrir el costo de todo tipo de servicios que se contraten con particulares o instituciones del propio sector público; así como los servicios oficiales requeridos para el desempeño de actividades vinculadas con la función pública. Aunque en los últimos años este capítulo ha tenido ligeros incrementos, no es necesariamente positivo, ya que en muchos casos son contrataciones inestables que dejan a las personas trabajadoras del sector cultural sin garantía de sus derechos laborales.

Y el mayor error fue la insuficiencia presupuestaria y que de lo poco destinado se fuera a financiar los megaproyectos. En este sentido también pondría la desaparición del FONCA, FIDECINE y FOPROCINE.

La extinción de los fideicomisos se llevó a cabo sin un diagnóstico previo que determinara que efectivamente eran instrumentos deshonestos, lo que contribuyó a profundizar el problema de acceso a la justicia y la corrupción: no se ha informado sobre las razones o lo procesos de los montos recuperados, sino que continúa la asignación de recursos públicos del presupuesto a estos, lo que contrasta con el discurso de desaparecerlos.

  • ¿Cumplió la Secretaría de Cultura con atender los derechos culturales de grupos vulnerables? ¿Y de las infancias de todo el País?

No tengo la certeza, para eso se creó el programa Cultura Comunitaria (PCC). El problema es la falta de transparencia y rendición de cuentas alrededor de su implementación.

El PCC se considera uno de los más relevantes de esta Administración en materia cultural, debido a todas las posibilidades que plantea. Su propósito fundamental es el de promover el acceso a la cultura de manera gratuita y el ejercicio de los derechos culturales de la población en situación vulnerable, con pleno respeto a la diversidad cultural, en otras palabras, democratizar el acceso a la cultura –esto incluye contar con el presupuesto necesario para su cumplimiento–. Este programa se erigió como la estrategia central para impulsar la gran transformación pacífica que vive México, reconociendo la cultura como un derecho de toda la población, en lugar de un privilegio reservado a unas cuantas personas.

La meta de la SC contemplaba que el programa se implementara en 720 municipios en los dos primeros años de operación para que, al cabo de seis años, al cierre de la actual administración, el PCC cubriera todos los del País.
El PCC inicia con un monto de 600 millones de pesos para lograr sus objetivos. Este monto se repite para 2020. Tanto en 2019 y 2020 el gasto de este programa se subejerció. Para el ejercicio fiscal 2021, el PCC se fusiona con el programa Desarrollo Cultura y se reconfiguran sus objetivos. Es ahí donde no se tiene certeza sobre el gasto del programa Cultura Comunitaria.

En cuanto a los avances y logros del PCC, la única información disponible es aquella que se publica a través de los Informes de Avances y Resultados del programa Sectorial de Cultura. Estos documentos presentan resultados generales sin detallar los montos que ejerce la SC en este programa.
Al momento, no conocemos si hay un beneficio de este programa, o no. Hace falta una evaluación para ver si hubo un cambio en la vida de los niños y los adolescentes a través de este programa.

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