Antes de comprar un vehículo usado es esencial ir más allá de la emoción de la compra y tomar precauciones clave.
Acompañarte de un mecánico de confianza, revisar el historial legal del auto y asegurarte de que los documentos estén en orden puede ahorrarte sorpresas desagradables.
Un auto que parece una “ganga” podría esconder problemas serios, así que vale la pena hacer las verificaciones necesarias para proteger tu inversión.
Define tu presupuesto antes de empezar la búsqueda, establece cuánto puedes gastar, considerando no solo el precio de compra, sino también los gastos adicionales como mantenimiento, seguro y gasolina.
Selecciona el tipo de vehículo, piensa en tus necesidades diarias. ¿Necesitas un auto compacto para la ciudad o uno más grande para viajes familiares? La practicidad es clave en esta decisión.
Investiga marcas y modelos, pues algunos son más confiables que otros. Checa cuáles tienen menos probabilidades de generar altos costos de mantenimiento y reparaciones.
Revisa el kilometraje, debe coincidir con la antigüedad del vehículo. Si parece demasiado bajo o alto para su edad, investiga más para evitar sorpresas desagradables.
Haz una inspección mecánica, lleva el vehículo a un mecánico de confianza para una inspección completa. Un perito también puede ayudarte a detectar posibles accidentes o reparaciones mal hechas.
Verifica el historial del vehículo, acude a la Fiscalía o a una agencia de verificación para comprobar el número de serie y asegurarte de que el auto no tiene reportes de robo ni modificaciones ilegales.
Revisa la parte legal, asegúrate de que el vendedor te entregue una factura correcta. Si el vendedor es una empresa, deberá desglosar el IVA, lo que puede afectar el precio final.
Considera la reputación del vendedor. Si decides comprar en una agencia o lote de seminuevos, verifica su reputación. Aunque el precio puede ser más alto, ofrecen mayor seguridad legal y mecánica.
No te dejes llevar por la emoción, comprar un vehículo es una decisión importante. Tómate tu tiempo, investiga bien y no te apresures solo porque parezca una ganga.