
Ya lo perdimos

No sé qué le pasó o en qué momento perdió la proporción de las cosas, pero el comportamiento de René Franco tiene sorprendidos a propios y extraños.
Pasó de ser un periodista al que algunos respetaban a ser un señor intolerante, grosero, excesivamente soberbio que va por la vida creyendo que descubrió la receta secreta de KFC, el sabor especial de la Coca Cola y se cree el inventor del relleno del Gansito.
Se vende como si fuera Elon Musk y cacarea su “éxito” en las redes y concretamente en YouTube cual si fuera Mr Beast (con 325 millones de suscriptores), Luisito Comunica (con más de 43 millones) o Juanpa Zurita (quien supera los 11 millones), cuando apenas llega a 82 mil suscriptores.
Dice que gran parte de los periodistas de espectáculos somos fans, cuando él tiene semanas viviendo de “El Efecto Adrián Marcelo” y se jacta del éxito de su entrevista al regiomontano, cuando en realidad es la peor decepción de la historia, porque eso ni siquiera se puede considerar como tal.

Días antes de la publicación del tan anunciado encuentro con el otro narcisista, le pregunté al hombre del sombrero si fumaba mariguana y aparentemente molesto, me contestó “Eso no te lo voy a contestar”, para después venderle a sus seguidores el momento en el que él y Adrián Marcelo se conectaban con lady Mariguana.
Obviamente la entrevista que le hizo a AM seguirá teniendo vistas porque seguramente las universidades de Periodismo de América Latina la seguirán utilizando para enseñarle a los alumnos lo que “no se debe hacer”. Por favor Carlos Slim, contrata a Renecito para que ya no esté haciendo el ridículo y dile que te enseñe cómo hacer negocios, porque a cada rato se promociona como consultor pero por ahí dicen que “El que es buen juez por su casa empieza“, ¿no?
Basta de depredadores sexuales

La cuestión fue empezar con Jeffrey Epstein y Harvey Weinstein para que de ahí se empezara a destapar la cloaca de depredadores sexuales entre las personas de éxito y millonarios.
Después de ellos siguieron Sean Diddy Combs y ahora están destapando la cloaca del fallecido Mohamed Al Fayed, suegro de Lady Di, a quien se atribuyen hasta el momento más de 400 presuntas víctimas.
El dueño de Harrods abusaba sistemáticamente de sus empleadas, además de amenazarlas si hablaban. En otras palabras, el tipo era un asco de persona. Creo que ha llegado el momento de que NADIE se quede callada o callado cuando es víctima de abuso, porque no hay trabajo ni dinero ni posición social que compense el daño recibido.
Por el amor de Dios, hablen, hablen, hablen, porque el silencio hace más fuertes a los depredadores. Hasta la próxima semana.